"Me he acostado con 99 personas, y estoy lista para ti, número 100"

Romper una lanza a favor de las personas que se han acostado con mucha gente y que reciben “humillaciones” por ello. Este es el claro objetivo que Zoë Ligon –sexóloga y bloguera más conocida como Pippa Vacker– se ha propuesto. Para conseguirlo, la británica ha publicado un post en su blog donde aboga por eliminar el concepto de que las mujeres que acumulan muchos compañeros sexuales son “fáciles”.

“Cuando escribo artículos educativos sobre sexo, a menudo me encuentro con que la gente identifica el concepto de 'sexualmente activa' con cosas negativas. ¿Soy ninfómana? No. El diccionario define el término como 'exhibir preocupación inusual o excesiva hacia la actividad sexual o indulgencia hacia ella', y en mi opinión todo eso es muy relativo. Lo que una persona considera inusual, otra puede considerarlo normal”, explica en el artículo.

La propia sexóloga cifra en 99 las personas con las que se ha acostado, de las cuales el 97% han sido hombres. Así lo recoge la tabla de Excel donde va apuntando sus aventuras sexuales, que recoge una media de un encuentro por mes desde que comenzó a mantener relaciones hace ocho años. Ligon –que podría hacer honor a su apellido, y perdonen la broma– no comprende la diferencia entre géneros que se establece en estos casos. Si los varones cuentan sus peripecias amorosas, no son calificados como “zorra” y “puta”, como sí sucede en el caso de las mujeres.

Cuando la bloguera comenta sus experiencias sexuales en público, “a menudo atribuyen mi sexualidad a la necesidad de terapia o a haber tenido problemas en la infancia”. Pero, según ella misma sentencia, están muy equivocados. “No, chicos. Me gusta tener sexo, ¡y mucho!”, reconoce. Tampoco le parece bien que la traten de “enferma”, y juega con el término en dos sentidos: el subyacente –comparable con “ninfómana”– y el literal. “Tuve una vez gonorrea, pero es una enfermedad de transmisión sexual que se puede coger incluso sin penetración”.

En los párrafos finales de su artículo, Ligon anima a estar “orgullosa de tu número, sea cual sea, incluso cuando no tengas ni idea de cuál es”. En realidad, según ella afirma, “no significa nada”. “Estoy preparada para ti, número 100”, concluye.