Cinco consejos picantes para convertir el sexo de este verano en épico
Los 'no nos va a dar tiempo', el 'quita que hay que hace la cena' o el estresante 'no que llegamos tarde al trabajo' se acabaron. En vacaciones toca disfrutar del tiempo libre y reanimar tu vida sexual
En vacaciones tenemos más tiempo para descansar, pasear, dormir, cocinar, ir a la piscina o a la playa… ¿No se te olvida algo? Sí, practicar sexo. Por mucho calor que haga, esta es la mejor época del año para disfrutar de buenas sesiones de excitante sexo sin los agobios de horarios y rutinas que, en muchas ocasiones, matan la pasión durante el resto del año.
No hace falta que te vayas a las Bahamas para animar tu vida sexual haciéndolo en la orilla del mar bajo la luz de la luna ni que viajes a Turquía a seguir a pies juntillas la historia del personaje creado por Antonio Gala. No. Puedes aprovechar que te quedas en casa para gozar de un buen revolcón improvisado sin ninguna preocupación. El truco está en centrarte en la novedad, la espontaneidad y un objetivo más allá del placer: conectar completamente con tu pareja. Después de todo, no vais a tener tanto tiempo libre hasta el próximo verano así que dale chispa a tus relaciones sexuales y sácale el máximo partido a las vacaciones (o a la noche sin niños, según tus circunstancias).
Basta de sexo programado: improvisa
“No es que lo estés escribiendo en tu agenda o que normalmente crees una alerta en tu calendario del móvil, pero la vida cotidiana está llena de rutinas, y el sexo suele ser una de ellas”, comenta Sarah Jacobsson en Shape. Pero ¡eh! ¡que estás de vacaciones! No tienes horarios medidos ni obligaciones y esta es una gran baza para convertir tus encuentros sexuales en algo improvisado y excitante.
La terapeuta sexual Jane Greer, sugiere “tomarnos los días de descanso como un tiempo para no hacer nada excepto tener relaciones sexuales cuando se desee”. Durante el resto del año es complicado que ambas partes coincidan y tengan los mismos ratos libres y disponibilidad. No es cuestión de estar encima de tu pareja todo el día, simplemente aprovecha momentos que hasta ahora parecían imposibles como un polvomañanero, apartar la comida del fuego y practicar sexo en la cocina, colarte en la ducha sin preocuparte porque tengáis que salir en poco minutos…
Sexo sucio (y ya recogeréis)
Claro, lo genial de salir de vacaciones a un hotelazo es que puedes permitirte liarla en la habitación y a la mañana siguiente alguien del servicio de limpieza la dejara impoluta y a punto para una nueva noche de sexo desenfrenado. Estando en casa vais a tener que limpiar vosotros, pero ¿merece la pena dejar –una vez más– en el cajón el arsenal de cremas, lubricantes, lencería y juguetes sexuales sólo por evitar recogerlo todo?
Puedes deslizar un hielo por el cuerpo de tu pareja y excitar sus zona erógenas o meter los lubricantes y juguetes en la nevera para que sean más refrescantes
Está claro que para unos días en los que podéis sacar el arsenal “es mucho más fácil dar tienda suelta a los deseos sexuales sin pensar en qué sábanas, toallas o complementos tendréis que lavar después”, comenta el terapeuta matrimonial y familiar Kat Van Kirk, quien sugiere utilizar una tela grande, sábana o manta sobre la que disfrutar del rato de juegos eróticos que después pueda recogerse rápidamente dejando la escena como si allí nadie hubiese azotado a nadie…
Hazlo refrescante
“El sexo desencadena una cascada de hormonas y sustancias químicas en el cerebro que estimulan el apego y el deseo emocional, y las vacaciones son el momento ideal para disfrutar de experiencias sexuales más satisfactorias”, explica la psicóloga Alicia H. Clark.
Llega el momento de improvisar, dar rienda suelta a las fantasías sexuales y probar nuevas posturas, pero hace tanto calor que en pocos minutos sois un charco de sudor. Los ventiladores y el aire acondicionado ayudan, claro está, pero una forma de encontrar un placer refrescante low cost y que es mucho más difícil de disfrutar durante el resto del año. Desde deslizar un hielo por el cuerpo de tu pareja y excitar sus zona erógenas hasta meter los lubricantes y juguetes sexuales en la nevera para que estén a una temperatura refrescante cuando los necesitéis. Todo un universo de sensaciones a baja temperatura.
'Modo avión': apaga la tecnología
Cuando nos vamos de vacaciones a menudo queremos tener un descanso de la multitud de aparatos tecnológicos que dominan nuestro día a día. Vale, si te vas a una isla perdida puede que te entren ganas de subir a Instagram una foto de la impresionante cala que tienes delante –por compartir tu felicidad, no por dar envidia, por supuesto–, pero si te quedas en casa quizás haya llegado el momento de dejar de hacer fotos a los platos que te comes y desconectes una temporada.
Además, si apagas evitarás que un mensaje de WhatsApp o una llamada inoportuna te corte totalmente el rollo mientras practicas sexo: “Cuando estás constantemente conectado al teléfono no conectas realmente con las personas que te rodean. Incluso cuando el teléfono está en la mesilla de noche si vibra te saca del momento”, dice Van Kirk. Así que ya sabes: estas vacaciones ni móvil, ni tablet, ni portátil.
Pasa de la cama
“Como regla general hacerlo de una forma diferente –incluso si es en la cama probando nuevas posturas– introduce ese elemento novedoso que hace que el sexo durante las vacaciones sea tan satisfactorio”, explica Van Kirk. Está claro que estar en una ciudad exótica y paradisíaca tiene un puntito mucho más sugerente que tu casa, pero aunque no salgas de la ciudad recuerda que no sólo está tu dormitorio: a parte de la cama, está el sofá, la cocina, la bañera, la terraza, el pasillo… Y sí, no sólo está tu hogar. ¿Has probado a hacerlo en el baño de un bar, en el ascensor o en el coche? Buenos escondites para disfrutar de unas felices y placenteras vacaciones.
En vacaciones tenemos más tiempo para descansar, pasear, dormir, cocinar, ir a la piscina o a la playa… ¿No se te olvida algo? Sí, practicar sexo. Por mucho calor que haga, esta es la mejor época del año para disfrutar de buenas sesiones de excitante sexo sin los agobios de horarios y rutinas que, en muchas ocasiones, matan la pasión durante el resto del año.