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'Escándalo': cómo superar una crisis personal
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La historia de Rob Lowe

'Escándalo': cómo superar una crisis personal

En ocasiones nos ocurren cosas a las que no sabemos cómo enfrentarnos y cuyas consecuencias pueden ser devastadoras para nuestra vida. La autora Judy Smith nos enseña cómo hacerlo

Foto: ¿Y si de pronto, todo el mundo conociese algo turbio de tu vida privada? (iStock)
¿Y si de pronto, todo el mundo conociese algo turbio de tu vida privada? (iStock)

Entradilla Es posible que pienses que no tienes ninguna crisis que gestionar, o al menos no una de la envergadura de las que aparecen en el telediario. No es necesario: Judy Smith nos enseña en Escándalo (alienta) que su trabajo se puede aplicar a cualquiera, esté en crisis o simplemente necesite aprender ciertas prácticas y estrategias para navegar mejor por el mundo. En este extracto de su libro recoge la historia del actor Rob Lowe –a quien la grabación y difusión de un encuentro sexual en el que participaba acabó con su carrera profesional– y explica cómo podría haberse enfrentado a esta situación.

Esperando la tormenta

En algún momento todos nos encontramos sufriendo las consecuencias de una mala situación. Aunque nos gustaría poder borrarla de nuestro historial, sabemos que no lo podemos hacer.

Muchos de nosotros optamos equivocadamente por barrerla debajo de la alfombra movidos por la impaciencia de seguir adelante. Pero seguro que has escuchado la expresión: «vísteme despacio que tengo tengo prisa». Normalmente queremos precipitarnos y dejar atrás las dificultades que hemos experimentado en la vida tan rápido como sea posible; sin embargo, eso puede agravar la situación y desembocar en problemas todavía mayores. Toda crisis tiene unas consecuencias y la única manera de recuperarse de una crisis pasa por ser consciente del trabajo que debes hacer para salir de ella. Si nuestras acciones afectaron negativamente a otras personas, pueden no estar preparadas para dar el paso tan rápido como nosotros.

Es más, si nos limitamos simplemente a agitar el malestar sin reflexionar concienzudamente sobre cómo hemos llegado a esa situación, estamos condenados a volver a vivir una situación parecida en el futuro. El mejor enfoque para lidiar con las consecuencias de nuestro comportamiento pasa por emplear una forma de paciencia activa: reconocer que tal vez tengas que esperar a que se susciten las desagradables ramificaciones de un evento concreto de tu vida, pero, al mismo tiempo, desarrollar un plan de acción mientras esperas.

El actor Rob Lowe sufrió una crisis personal en 1988, que gestionó lo mejor que pudo, valiéndose de la estrategia anterior: esperando y utilizando el tiempo de espera para desarrollar un plan claro de acción. Puede que recuerdes que Lowe era ek atractivo joven, Brad Packer, cuya carrera se fue al traste cuando portagonizó una cinta de sexo casero. La noche antes de la Convención Demócrata Nacional en Atlanta, adonde Lowe había viajado para apoyar a Mike Dukkakis, Lowe entra en un bar con sus amigas Ally Sheedy y Judd Nelson. Eligió a dos mujeres y se las llevó a su habitación en el hotel Atlanta Hilton, donde filmó sus escarceos. Por lo visto, cuando Lowe estaba en el cuarto de baño, las mujeres aprovecharon para huir del hotel llevándose consigo la cinta de la cámara de vídeo de su anfitrión y parte de su dinero. La cinta acabó en manos del publicita de la revista Screw. Al Goldstein lo aireó en su programa de televisión por cable. Poco después había copias en venta de partes de la grabación.

placeholder El actor Rob Lowe (Wikipedia)
El actor Rob Lowe (Wikipedia)

Si eso no había sido lo suficientemente humillante, casi de inmediato salió la noticia de que una de las chicas de Atlanta tenía sólo dieciséis años. Lowe enseguida fue objeto de escarnio y asco. Por suerte para él, el fiscal del condado de Fulton decidió no juzgarlo por grabarse practicando sexo con una menor; Lowe cumplió las veinte horas de trabajo comunitario que le impusieron.

Lowe gestionó su infortunio adecuadamente. Pidió disculpas por lo que hizo (una disculpa real y satisfactoria) y luego desapareció durante dos años. Fue paciente en lugar de estrellarse tratando de ganarse el favor de la gente de manera precipitada. Entró en rehabilitación: reconoció que era alcohólico y que luchaba contra su adicción a los calmantes además de haber demostrado un pésimo juicio. Utilizó el desastre como una oportunidad para autoevaluarse, se mostró humilde en lugar de culpar a los demás.

No tuvo que ser fácil mantener la paciencia y soportar sin responder el escarnio y los rumores de la prensa. Pero lo hizo. «No hay modo de explicaros lo avergonzado que estaba –dijo a la revista People en 1990, cuando emprendió su vuelta–. No importa el adjetivo que elija, siempre se quedaría corto.» Su amiga Ally Sheedy dijo a la revista: «Yo sólo le aconsejé que capease el temporal y esperara hasta su próximo trabajo».

El fiscal del condado de Fulton decidió no juzgarlo por grabarse practicando sexo con una menor; cumplió las veinte horas de trabajo comunitario que le impusieron

El consejo de Sheedy es bueno para todos nosotros; cuando estás en crisis, a veces tienes que agachar la cabeza y dejar que tu historial hable por ti. Ser bueno en tu trabajo, centrarte en las tareas que tienes sobre la mesa en lugar de en tu imagen, y recuperar la confianza de tus allegados son pasos claves en una crisis; quejarte de ser un chivo expiatorio o de que tu imagen es una ruina no te granjea el cariño de nadie. Lowe señaló que estaba asumiendo responsabilidades por su falta de juicio y demostró que había aprendido de sus errores. «He aprendido que debes aceptar las consecuencias de tus actos –declaró a la revista 200 People–. Eso es parte de ser el hombre que quiero ser.»

Utilizó la debacle como una oportunidad para demostrar que era mucho más que el típico galán inmaduro que parecía ser. Pacientemente renovó su carrera; se mantuvo sobrio; se casó y, lo que es más importante, permaneció casado. Su paciencia le re-compensó cuando empezó a recibir papeles dramáticos en los que realmente podría brillar, hizo una elegante y potente actuación en el papel de Sam Seaborn en El ala oeste de La Casa Blanca, hizo un buen trabajo en la serie nocturna Hermanos con Sally Field, y se unió a la serie de éxito Parks and Recreation metiéndose de lleno en el género de la comedia con una gran acogida. En 2011, publicó el libro de memorias Stories I Only Tell My Friends, con un gran éxito de público y crítica.

La historia de Lowe es el paradigma de cómo mantenerse sereno y paciente durante una crisis en lugar de entrar en pánico, responder de forma deshonesta o apresurarse a pedir la redención antes de que la gente esté dispuesta a concedérsela. Su crisis tuvo un eco internacional, y tardó años en redimirse. Mientras escribo, la redención de Lowe es tan completa que los expertos le piden opinión sobre los problemas de su compañero de infancia Charlie Sheen. «El problema es que la gente va a rehabilitación cuando no está lista –dijo a Piers Morgan de la CNN–. Quieres volver a estar sobrio por tus padres, quieres estar sobrio por tu trabajo, quieres estar sobrio por los polis, quieres estar sobrio por tu imagen... desafortunadamente la única cosa que funciona es que quieras estar sobrio por ti mismo.» La paciencia de Lowe le llevó a donde quería estar: a prosperar y crecer en su carrera.

Aplicar el modelo de PODER

Precisa la característica principal. En este caso, la paciencia.

Organízala en tu mente: Reconoce que puede ser tanto buena como mala.

Desarróllala: Procesa el rol que ha desempeñado en tu vida.

Explórala: Considera cómo podría funcionar en el futuro.

Restríngela: Establece cómo recuperar el equilibrio y el control.

PRECISA: La principal característica que debemos precisar es la paciencia.

ORGANÍZALA EN TU MENTE: Cuando la organizas y la haces tuya, abrazas el hecho de que puede ayudarte a tomar decisiones mejores, más inteligentes y más gratificantes en todas las Facetas de tu vida. También tomas conciencia de que sin paciencia puedes acabar funcionando siempre a salto de mata; revoloteando de un sitio a otro sin siquiera darte la oportunidad de desarrollar una habilidad; o deleitándote en la gratificación constante e in-mediata, en tu propio perjuicio. Pero también debes reconocer que un exceso de paciencia puede llevarte a obcecarte con sueños obsoletos, negándote a ver el mundo tal como es en realidad, y a dejar de actuar cuando otras personas –ya sean tus empleados o miembros de tu familia– se están aprovechando de ti.

DESARRÓLLALA: Cuando desarrollas y trabajas el rol que la paciencia ha desempeñado en tu vida hasta el momento, debes tener en cuenta si has mantenido dicho rasgo en equilibrio. ¿Tiendes a ser demasiado impaciente, con expectativas poco realistas del universo y de lo que éste te debe, o pecas de tener demasiada paciencia, experimentando algunos de los problemas de pasividad que hemos comentado más detalladamente en el capítulo dedicado a la complacencia?

EXPLÓRALA: Cuando exploras cómo la paciencia puede afectar a tu vida futura, en verdad estás sopesando cómo sería tu vida si mostraras más o menos paciencia, lo que sea que hayas decidido que necesitas en el paso anterior. ¿Cómo cambiaría tu carrera? ¿Qué nuevas herramientas tendrías para cumplir tus sueños? ¿Y si le pidieras a un amigo que te dijera cuándo te pasas concediendo a los demás el beneficio de la duda por ser demasiado paciente con sus defectos y fracasos?

RESTRÍNGELA: Cuando la restringes y controlas, descubres que el rasgo ya no aporta desequilibrio a tu vida, tu trabajo y tus relaciones. Descubrirás que el punto justo de equilibrio y el con-trol harán que te sientas bien.

Entradilla Es posible que pienses que no tienes ninguna crisis que gestionar, o al menos no una de la envergadura de las que aparecen en el telediario. No es necesario: Judy Smith nos enseña en Escándalo (alienta) que su trabajo se puede aplicar a cualquiera, esté en crisis o simplemente necesite aprender ciertas prácticas y estrategias para navegar mejor por el mundo. En este extracto de su libro recoge la historia del actor Rob Lowe –a quien la grabación y difusión de un encuentro sexual en el que participaba acabó con su carrera profesional– y explica cómo podría haberse enfrentado a esta situación.

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