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Ve por primera vez la cara de su hermano muerto trasplantado
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"¿te importa si la toco?"

Ve por primera vez la cara de su hermano muerto trasplantado

El emocionante encuentro entre la hermana del fallecido y el receptor del rostro donado ha sido grabado por las cámaras de televisión de Australia

Gracias a los avances médicos, Rebekah Aversano ha podido “ver, tocar y sentir” la cara de su hermano fallecido hace tres años. A Joshua le quitó la vita un accidente de tráfico en el que fue atropellado, pero su familia tuvo el generoso gesto de donar sus órganos y su rostro. Este humanitario acto ha sido el que permitió recuperar ‘la normalidad’ en la vida de Richard Norris, un hombre que ahora tiene 39 años y que perdió los rasgos faciales después de recibir un disparo que le desfiguró en 1997.

¿Te importa si la toco?”, le pregunta dudosa Rebekah a Richard. El emocionante encuentro entre los familiares del fallecido y el trasplantado ha sido recogido por el programa ’60 minutos’ del canal australiano 'Nine', que de momento sólo ha mostrado un avance de lo que se verá completo el domingo. “Esta es la cara con la que crecí”, recuerda sin poder apartar los ojos del que fuera el rostro de su hermano, a quien abraza en un tierno momento.

“Podemos ver la cara de mi hijo en él. Algunos de los gestos podrían ser de nuestro hijo, así que podemos ver similitudes”, afirmaron los padres de Joshua en ‘CTV News’ de Canadá. Richard Norris ha recuperado su vida gracias a la generosidad de esta familia y de la buena práctica de 150 médicos que le operaron durante 36 horas. Con su nuevo rostro, Richard ha sido capaz de encontrar el amor –según publica ‘The Sun’–. “Sus ojos y su sonrisa me enamoraron a primera vista”, narra su novia Melanie Solís para el citado medio, afirmando que están practicando la manera de besarse porque Norris no tiene capacidad para articular determinados gestos.

Gracias a los avances médicos, Rebekah Aversano ha podido “ver, tocar y sentir” la cara de su hermano fallecido hace tres años. A Joshua le quitó la vita un accidente de tráfico en el que fue atropellado, pero su familia tuvo el generoso gesto de donar sus órganos y su rostro. Este humanitario acto ha sido el que permitió recuperar ‘la normalidad’ en la vida de Richard Norris, un hombre que ahora tiene 39 años y que perdió los rasgos faciales después de recibir un disparo que le desfiguró en 1997.

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