La comida que consigue que pierdas grasa de donde más te molesta

Se acerca el calor, el verano y como todos los años nos pilla el toro a la hora de empezar con la 'archiconocida' operación bikini, de la que todo el mundo habla e, incluso, muchos se proponen seguirla, pero solo unos pocos valientes son los capaces de llevarla a cabo de una manera satisfactoria.

A todos nos gusta, sin importar la época del año en la que estemos, lucir un buen cuerpo, agradable a la vista y saludable por dentro, pero todo cambia cuando el calor comienza a apretar y los centímetros de ropa se reducen. Lo que en su momento era una preferenciapara algunos se acaba convirtiendo en una especie de obsesión, que se focaliza a un punto en concreto: la barriga.

Está claro que el ejercicio siempre tiene una notable importancia en la tarea de mejorar la figura. Existen numerosos ejercicios físicos para dejar a un lado la barriguita cervecera y que esta se convierta en un vientre liso, suave y, por lo menos, un poco tonificado. Pero todo ejercicio no resulta útil si detrás no hay una correcta alimentación.

El experimento

El profesor en el Skidmor College de Nueva York, Paul J. Arciero, tal y como recoge la revista Prevention,trató dedetectar qué tipo de dieta influía de manera más positiva en el objetivo de reducir el peso. Para dicho fin, dividió a treinta hombres y mujeres con sobrepeso en dos grupos iguales de quince personas. Ambas divisiones comenzaron a seguir una nueva dieta. La primera consistía en un plan de carbohidratos, en el que el 15 % de los nutrientes ingeridos eran proteínas, de las que cualquier norteamericano incluiría en su dieta habitual.

El grupo que consumió proteína de leche fue capaz de reducir su peso corporal entre 2 y 3 kilogramos

Por otro lado, el segundo grupo aumentó el número de proteínas en su dieta hasta el 35%. Lógicamente, este porcentaje incluía proteínas de carnes rojas, por ejemplo. Sin embargo las proteínas que más se vieron aumentadas fueron las relacionadas con los productos lácteos, en especial la conocida como proteína de suero de leche. Esta no constituyó la única diferencia. El profesor Arciero introdujo una nueva variante: el primer grupo realizaría tres comidas diarias, mientras que el segundo, el de la proteína de suero de leche, llevaría a cabo seis pequeñas comidas al día, el doble que el anterior.

Este experimento tuvo una duración de dos meses y durante las primeras cuatro semanas los resultados obtenidos fueron muy similares entre todos los participantes. Sin embargo, en la segunda mitad se produjo la gran diferencia. El grupo que consumía un 15% de proteínas de todo tipoen su dieta diaria, bajó menos de un kilogramo en dos meses, cifra más que modesta. En cambio, los del segundo grupo fueron capaces de reducir su peso corporal entre 2 y 3 kilogramos.

La barriga, la gran diferencia

La diferencia es, por tanto, más que significativa, pero este no fue la única disparidad. Arciero y su equipo también detectaron que aquel grupo que realizó seis comidas diariascon un elevado consumo de proteínas procedentes de la leche, acabó por perder más cantidad de grasa, en comparación con el otro grupo de control, y esta disminuyó especialmente en la zona abdominal. Adiós barriga.

Arciero relaciona estos resultados con la actuación de la proteína de suero de leche. A partir de sus cálculos, el profesor sugiere que se añadan a la dieta diaria unos dos o tres vasos de batidos (con unos 25 gramos de esta proteína), preferiblemente entre comida y comida. Esta proteína, aunque poco utilizada entre los grandes sectores de la sociedad, está muy extendida en el mundo del culturismo. Eso sí, la nutrición no es ninguna ciencia exacta y, como ocurre con todo este tipo de productos, este también tiene sus críticos y sus defensores. En el caso particular del profesor Arciero parece claro cual es la facción con la que más de acuerdo está.