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“La pornografía debería enseñarse en el colegio”
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LA NECESIDAD DE OTRA EDUCACIÓN SEXUAL

“La pornografía debería enseñarse en el colegio”

Un célebre sexólogo y profesor danés ha creado polémica después de asegurar que el porno puede ser un interesante material educativo si queremos que nuestros hijos sepan cómo enfrentarse a la vida

Foto: ¿Pasarán a formar parte los contenidos eróticos del currículo educativo? (iStock)
¿Pasarán a formar parte los contenidos eróticos del currículo educativo? (iStock)

Si a usted le comunicásemos que su hijo va a ver, entre la lección de matemáticas y la de lengua, unos cuantos vídeos porno, seguramente se llevaría las manos a la cabeza. ¿Es eso lo que le enseñan en el colegio? ¿Para qué sirve que vea esas guarrerías? ¿No tiene ya suficiente con lo que ve por la tele? Sin embargo, esto es lo que propone el sexólogo Christian Graugaard, de la danesa universidad de Aalborg, en unas declaraciones a la cadena nacional de televisión DR. Pero basta con detenerse a escuchar su argumentación para darnos cuenta de que, aunque no compartamos sus premisas, tiene más sentido de lo que parece.

“Los jóvenes, como el resto de nosotros, son parte de una sociedad posmoderna sexualizada”, explica. “Lo que propongo es que se reinvente la educación sexual en la clase. En lugar de centrarse en los aspectos biológicos o técnicos, relacionados con las enfermedades, deberíamos utilizar dicha plataforma para discutir y mostrar otros fenómenos, como la pornografía mostrada por profesores preparados, para que los jóvenes puedan desarrollar un sentido crítico hacia lo que están viendo”.

En Dinamarca, la educación sexual es parte del currículo desde 1970

Desde luego, Graugaard acierta en un aspecto clave: la mayor parte de cursos de educación sexual suelen afrontar el encuentro entre dos personas como un mero acto físico, que debe realizarse con protección, obviando el gran contenido emocional y cultural que suele ir asociado al mismo. Es lo que ocurre en España, donde estos cursos suelen centrarse en la colocación de preservativos, la higiene genital y, en ocasiones, el reparto de compresas, tampones o condones a los alumnos, patrocinado por empresas de productos de higiene, lo que les sirve de eficiente forma de promoción.

“Deberíamos reforzar su habilidad para distinguir entre las descripciones del cuerpo y el sexo de los medios de comunicación y la vida cotidiana de un adolescente”, ha explicado Graugaard, fundador de la organización Sex & Samfund (Sexo y sociedad), a The Guardian. “Deberían convertirse en consumidores conscientes y críticos”. Para el que encuentredescabellada la propuesta del sexólogo, a la sazón poeta y escritor, este tiene un último as en la manga: es lo que ha ocurrido en los países escandinavos, la vanguardia de la enseñanza mundial, donde la educación sexual lleva décadas siendo parte del currículo.

Porno en las aulas del norte

¿Qué ha ocurrido en países como Dinamarca desde 1970? Que la educación sexual se ha convertido en una asignatura que forma parte del currículo obligatorio, aunque los padres pueden objetar si no quieren que sus hijos reciban dichas lecciones. Previamente, en 1969, Dinamarca se había convertido en el primer país del mundo en legalizar la pornografía. Sin embargo, no todos los colegios daneses implantan dicha ley de la misma manera, por lo que Graugaard anima a que se establezcan unos estándares en todo el país.

El 99% de los niños y el 86% de las niñas han visto porno a los 16 años

“El porno puede tener cualidades tanto de entretenimiento como educativas”, argüía el sexólogo en la entrevista en el rotativo británico. “El porno incluso puede ser feminista, y en algunos casos, tomar partido en la democratización del sexo y la promoción de la diversidad. Pero también puede ser excluyente (de tipos de cuerpos, géneros y sexualidades)”. En su opinión, introducir el porno de forma crítica en los programas de educación sexual para adolescentes de 15 y 16 años puede ayudar a los estudiantes a entender la diferencia entre lo real y lo ficticio.

“Queremos que nuestros hijos tengan vidas sexuales excitantes y gratificantes, así que un diálogo de mente abierta y constructivo es la mejor forma de asegurarnos de que son capaces de tomar decisiones por sí mismos”, añadía. A diferencia de lo que ocurre con gran parte de la educación sexual que se imparte en países como el nuestro, la misión de estas nuevas metodologías no debe ser asustar a los jóvenes ante los peligros del sexo, sino darles las herramientas necesarias para comprender mejor las relaciones sexuales.

¿No quieres que tus hijos vean porno? Demasiado tarde

Como explica Graugaard, muchos padres rechazan este propuesta puesto que consideran que sus hijos deben mantenerse lejos del porno todo el tiempo posible. Pero lo más probable es que, tarde o temprano, lleguen a él de forma furtiva, en sus propios ordenadores, o a través de sus amigos, no con la guía de un adulto que sea capaz de poner en contexto dichos vídeos. Las estadísticas están de su lado: según una encuesta realizada en los países nórdicos, el 99% de los niños y el 86% de las niñas han visto porno a los 16 años. Si no puedes vencer al enemigo, únete a él, para explotarlo desde dentro.

En dicho programa de la televisión danesa, el presentador habló con otros estudiantes, que se mostraron a favor de la decisión como una forma de ayudarles a comprender las diferencias entre lo que presenta una película porno y la realidad cotidiana. Menos convencidos se muestran en Inglaterra, donde los miembros del parlamento están planteando una reforma que contemple la introducción de la asignatura de educación sexual en el currículo escolar.

Según el presidente de la Campaña para la Educación Real, Chris McGovern, esto debería ser decidido por los padres, que son quienes realmente saben qué necesitan sus hijos: “No creo que Reino Unido se encuentre cerca de lo que está siendo propuesto en Dinamarca, porque crearía un clamor en contra entre los padres”, ha explicado. Aunque reconoce el auge del sexting a la hora de ser utilizado como un arma para el acoso escolar es un problema moderno cada vez más acuciante, también señala que “este profesor danés no entiende el dañino impacto que el porno puede causar en los más pequeños”.

Si a usted le comunicásemos que su hijo va a ver, entre la lección de matemáticas y la de lengua, unos cuantos vídeos porno, seguramente se llevaría las manos a la cabeza. ¿Es eso lo que le enseñan en el colegio? ¿Para qué sirve que vea esas guarrerías? ¿No tiene ya suficiente con lo que ve por la tele? Sin embargo, esto es lo que propone el sexólogo Christian Graugaard, de la danesa universidad de Aalborg, en unas declaraciones a la cadena nacional de televisión DR. Pero basta con detenerse a escuchar su argumentación para darnos cuenta de que, aunque no compartamos sus premisas, tiene más sentido de lo que parece.

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