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Cómo evitar el dolor de espalda (y las horas en que te puedes hacer daño)
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TE ESTÁS CARGANDO TUS LUMBARES

Cómo evitar el dolor de espalda (y las horas en que te puedes hacer daño)

Te levantas de la silla, estiras el brazo para coger algo de una estantería o te agachas para cargar un paquete y… Crack. Hasta luego lumbares. ¿Cómo evitarlo?

Foto: El dolor de espalda crónico es una de las principales causas de absentismo laboral por enfermedad. (iStock)
El dolor de espalda crónico es una de las principales causas de absentismo laboral por enfermedad. (iStock)

La mayoría de nosotros hemos experimentado ese momento en el que la espalda empieza a dolernos de pronto sin saber muy bien qué movimiento hemos hecho. Te levantas de la silla, estiras el brazo para coger algo de una estantería o te agachas para cargar un paquete y… Crack. Hasta luego lumbares, dorsales e incluso cuello.

Una desagradable molestia que puedes evitar, al menos si corriges determinadas costumbres que una investigación llevada a cabo en la Universidad de Sídney asegura que pueden triplicar los ataque repentinos de dolor de espalda.

El estudio, dirigido por la doctora Manuela L. Ferreira, analiza las principales causas que provocan estas dolencias y si la manipulación de la espina dorsal podría resultar un alivio o no para los casos crónicos.

Además de las conclusiones relativas a la efectividad de la terapia de manipulación espinal en pacientes con este tipo de dolencias, que finalmente no se considera más efectiva que los tratamientos con fármacos antiinflamatorios no esteroides (AINE) para reducir el dolor o el uso de para mejorar el dolor lumbar crónico, los investigadores encontraron la franja horaria en la que corremos mayores riesgos de hacernos daño en la espalda así como cuáles son éstos y cómo se pueden evitar.

Doloridos desde primera hora

Según la investigación, las posibilidades de tener una afección lumbar repentina se triplican antes de la hora de comer. Somos más vulnerables al dolor de espalda entre las 7 de la mañana y las 12 del mediodía, precisamente durante la jornada laboral.

Según Ferreira, “alrededor del 40% de los esguinces y distensiones que tuvieron lugar durante los meses en los que estuvieron realizando el estudio se produjeron entre las 8 y las 11 de la mañana”.

Los discos espinales y cervicales se llenan de líquido durante la noche por lo que “durante las primeras horas del día estarán potencialmente más susceptibles de dañarse cuando estamos cargando algo”, explica la doctora.

Cargarse la espalda

Los ataques repentinos de dolor de espalda suelen derivar de los movimientos brucos que hacemos al cargar algo inadecuadamente y el estado previo de nuestra espalda suele ser determinante para evitar ese malestar. Como explica Jenny Hope en el Daily Mail, “si estamos previamente cansados tendremos tres veces más posibilidades de dañarnos la espalda al mover o levantar algo”.

Según los investigadores, al levantar cargas es cuando mayor riesgo corremos de dañarnos las cervicales y lumbares. Además del estado en el que tengamos la espalda, hacerlo desde una posición incómoda aumenta ocho veces las probabilidades de terminar con dolores.

Mantener una postura correcta y saludable y aprender a cargar adecuadamente, es tan importante como tener nuestra espalda en buena forma física. Tengamos la edad que tengamos.

De hecho, contrariamente a lo esperado, los investigadores encontraron que las probabilidades de que una persona de 60 años se hiciese daño al levantar una carga pesada eran cinco veces menor que en las personas de 20 años “probablemente porque han aprendido a hacerlo bien”, explican en el estudio.

La importancia de prestar atención

Por la mañana y al cargar, son dos de las claves para saber en qué momento y debido a qué nuestra espalda corre riesgo de dañarse. Se puede evitar aprendiendo a coger peso adecuadamente, pero el estudio hace hincapié en la importancia de estar atentos a lo que hacemos: distraerse mientras se está haciendo un esfuerzo físico aumenta 25 veces más el riesgo de dañarnos las lumbares o columna.

“Los resultados de este estudio son únicos ya que demuestran por primera vez que incluso una breve exposición a una serie de factores físicos y psicosociales puede aumentar considerablemente el riesgo de dolor de espalda crónico”, opina Ferreira: “El mensaje clave es que la gente debe tener cuidado al levantar peso porque una breve exposición a cargas pesadas, posturas incómodas o distracciones pueden desencadenar un episodio de dolor de espalda”, añade la doctora.

El coste del dolor de espalda crónico

En España, según la Encuesta Nacional de Salud 2011- 2012, uno de cada seis adultos padece algún tipo de enfermedad crónica siendo el dolor de espalda lumbar el trastorno más frecuente. De hecho, el 18,6% de los adultos de más de 15 años declararon padecer este tipo de dolencia seguida de un 18,5% que padecían de hipertensión arterial.

Según el fisioterapeuta Dylan Morrissey, de la Universidad Queen Mary de Londres, “el dolor de espalda crónico es una de las principales causas de absentismo laboral por enfermedad en Reino Unido” por lo que tratar de determinar las causas que lo provocan y un buen plan de prevención ayudarían a ahorrar mucho dinero tanto a los servicios nacionales de salud como a los empresarios y ciudadanos.

La mayoría de nosotros hemos experimentado ese momento en el que la espalda empieza a dolernos de pronto sin saber muy bien qué movimiento hemos hecho. Te levantas de la silla, estiras el brazo para coger algo de una estantería o te agachas para cargar un paquete y… Crack. Hasta luego lumbares, dorsales e incluso cuello.

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