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Descubren la razón por la que los hombres del tiempo se equivocan con frecuencia
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PERFECCIONANDO EL PARTE METEOROLÓGICO

Descubren la razón por la que los hombres del tiempo se equivocan con frecuencia

Las predicciones del tiempo tienen una importancia capital para nuestro devenir cotidiano pero siguen fallando más que una escopeta de feria. ¿Por qué?

Foto: Roberto Brasero, uno de nuestros más conocidos hombres del tiempo. (Antena 3)
Roberto Brasero, uno de nuestros más conocidos hombres del tiempo. (Antena 3)

Desde el nacimiento mismo de la humanidad hdemos tratado de averiguar la evolución del tiempo. Al fin y al cabo, las lluvias, el viento, el calor o el frío han condicionado, y siguen condicionando, nuestra vida. Las predicciones del tiempo tienen una importancia capital para nuestro devenir cotidiano: condicionan el trabajo de millones de personas (de los conductores de las máquinas quitanieves a los agricultores), limitan nuestra capacidad de transporte y son decisivas en la toma de decisiones militares. No es de extrañar, por tanto, que la meteorología sea una de las ciencias más antiguas de la humanidad, pero cae sobre ella una eterna losa. Pese a los enormes avances logrados a lo largo del tiempo, sigue siendo una de las especialidades más imprecisas.

A día de hoy, seguimos siendo incapaces de saber con exactitud el tiempo que hará pasado mañana, y no digamos dentro de una semana. ¿Por qué, pese a los enormes adelantos tecnológicos, el hombre del tiempo sigue equivocándose? Es la pregunta que han tratado de contestar un equipo de investigadores de la Universidad de Tel Aviv, dirigido por el profesor Pinhas Alpert, antiguo jefe de la unidad meteorológica de las fuerzas armadas israelíes.

Los errores son causados por los mismos fenómenos

“Teniendo en cuenta mi experiencia en la predicción meteorológica, los errores en los partes del tiempo llevan preocupándome muchísimo tiempo”, reconoce Alpert en la nota de presentación del estudio. “Desde que ingresé en la Universidad de Tel Aviv, en 1982, he estado buscando una forma de cuantificar los factores dominantes que causan errores en las predicciones meteorológicas. Hasta ahora, no ha habido un análisis exhaustivo de estos. Se habían estudiado separadamente, pero no combinados. He decido cuantificar y jerarquizar estos factores para las diferentes regiones, ofreciendo una información muy valiosa para la comunidad científica”.

El trabajo de Alpert y sus colegas, que se ha publicado esta semana en la revista Land, analiza los datos recogidos entre 1979 y 1993 en decenas de miles de estaciones meteorológicas y las relaciona con los errores en las predicciones, cuantificando las causas –naturales y humanas– de estos fallos.

Los investigadores han indentificado una serie de factores que afectan por igual a la imprecisión de las predicciones meteorólogicas en todas las regiones analizadas (que incluyen Europa, África del Norte, el Mediterráneo, Asia y Asia del Este). Los factores dominantes que enturbian los partes son:

  • Cambios en el uso de la tierra.
  • Cambios en la topografía.
  • Cambios en la composición de las partículas de la atmósfera.
  • Alteraciones en la densidad de población.

“Por ejemplo, cuando Ia tubería de las aguas nacionales de Israel cruzó el norte del Néguev [el desierto situado al sur de Israel], en junio de 1964, cambió la configuración del terreno”, explica Alpert. “Después de un periodo relativamente corto de tiempo, el desierto empezó a florecer, lo que afectó a la generación de nubes, las precipitaciones y la temperatura. Es difícil para los meteorólogos incorporar cambios como este. En efecto, este sencillo cambio en la cubierta vegetal alteró por completo el clima del norte del Neguev, y los modelos de predicción existentes tuvieron dificultades para adaptarse a ello, lo que condujo a predicciones erróneas”.

Los factores identificados por los científicos israelitas son críticos en todas las regiones, pero en algunos lugares son determinantes. Los investigadores han calificado las variables en tres grupos (oro, plata y bronce) en función de su importancia a la hora de alterar las predicciones meteorológicas.

El profesor Albert cree que su clasificación será muy útil para los meteorólogos, que podrán crear modelos de predicción más precisos. Estos modelos van mejorándose sobre la serie histórica, pero no tienen en cuenta las alteraciones descritas por Albert que, ahora, podrán incorporarse a las predicciones para hacerlas más precisas.

Desde el nacimiento mismo de la humanidad hdemos tratado de averiguar la evolución del tiempo. Al fin y al cabo, las lluvias, el viento, el calor o el frío han condicionado, y siguen condicionando, nuestra vida. Las predicciones del tiempo tienen una importancia capital para nuestro devenir cotidiano: condicionan el trabajo de millones de personas (de los conductores de las máquinas quitanieves a los agricultores), limitan nuestra capacidad de transporte y son decisivas en la toma de decisiones militares. No es de extrañar, por tanto, que la meteorología sea una de las ciencias más antiguas de la humanidad, pero cae sobre ella una eterna losa. Pese a los enormes avances logrados a lo largo del tiempo, sigue siendo una de las especialidades más imprecisas.

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