Uno de cada cuatro casados está pensando en divorciarse ya y su pareja no lo sabe

Los juzgados españoles tramitan al año más de 100.000 divorcios y, aunque los abogados de familia tienen trabajo todos los meses, enero es, junto a septiembre, los meses en los que más separaciones se efectúan. Las vacaciones no suelen sentar bien a los matrimonios infelices, que en muchos casos acaban tarifando en estas fechas.

Según la ONG británica OnePlusOne, que se dedica a ayudar a los matrimonios y familias con problemas, uno de cada cuatro esposos considera en secreto la posibilidad de romper con su pareja en Navidades, y en los primeros días del año, después de las vacaciones de Navidad, son más proclives a dar el paso. Navidad y Año Nuevo actúan como catalizador.

El abogado británico Andrew Newbury ha explicado en The Daily Mail que en su despacho tramitan el doble de divorcios en enero que durante el resto del año. “Dos semanas en casa pueden añadir presión sobre las parejas y si las expectativas puestas en la Navidad no se cumplen puede aparecer un sensación de decepción que hace que nos replanteemos nuestra vida”, explica Newbury. “Mucha gente descubre además que su pareja ha tenido una aventura, ya sea porque ve un mensaje o porque su compañero le anuncia que tiene una nueva relación. Para otros, que llevan mucho tiempo pensando en un divorcio, el cambio deaño es el momento para comenzar de nuevo”.

Según el estudio de OnePlusOne, seis de cada diez personas admiten tener problemas en su relación, pero sólo el 23% busca ayuda entre amigos, familiares o profesionales, y a estos últimos sólo acuden un 5%.

Una decisión que se barrunta durante mucho tiempo

La directora de OnePlusOne, Penny Mansfield, explica que la gente raramente decide divorciarse o separarse de forma súbita, y es una decisión que se medita durante meses sino años. “Buscar ayuda al principio, cuando empezamos a experimentar los primeros pensamientos sobre la separación, puede ser el primer paso para resolver los problemas y hacer que disminuya las probabilidades de divorciarse”, asegura Mansfield.

“Para mucha gente, el estrés adicional de la Navidad y el inicio del año hace que afloren los problemas y acaben tomando la decisión de divorciarse”, explica Mansfield.

Los más perjudicados en estas situaciones de divorcio suelen ser los niños. Según una reciente encuesta de la misma ONG, un tercio de los niños de entre 14 y 18 que sufren el divorcio de sus padres aseguran que uno o ambos han tratado de ponerles en contra de su padre o madre. ¿La solución para evitar esto? En primer lugar, tratar de que la separación sea amistosa, y si no, al menos evitar los juicios acudiendo a la medicación familiar o la terapia colaborativa, que reducen el estrés que una separación provoca en los niños.