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Acuéstate con tu jefe: los 8 trucos para ligar importados de los años 60
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SEGÚN LA EDITORA DE COSMOPOLITAN

Acuéstate con tu jefe: los 8 trucos para ligar importados de los años 60

Helen Gurley Brown pasó a la historia al redefinir los roles femeninos durante los años 60 y proporcionar unos curiosos consejos sobre cómo conquistar a los hombres

Foto: Peter Sellers en "El guateque", dirigida por Blake Edwards en 1968.
Peter Sellers en "El guateque", dirigida por Blake Edwards en 1968.

Helen Gurley Brown ha pasado a la historia comouna de las mujeres que contribuyeron a redefinir los roles femeninos durante los años sesenta, gracias a su trabajo al frente de la publicación Cosmopolitan entre 1965 y 1997. La autora de Sex and the Single Girl(1962), una guía para solteras, se caracterizaba por su sinceridad a la hora de dar consejos, así como por su defensa de la independencia femenina tanto sexual como laboral. Un libro clásico que, entre otras cosas, fue recomendado por el creador de Mad Men Matthew Weiner a su casting antes del rodaje de la serie.

No era exactamente lo que se puede considerar una feminista: muchos de sus consejos suenan a día de hoy anticuados, cuando no contraproducentes. Eran otros tiempos, y a veces, la emancipación femenina pasaba por emular modelos masculinos o por utilizar el sexo como moneda de cambio, algo que también han defendido las seguidoras de Gurley como Catherine Hakim, autora de Capital erótico. El poder de fascinar a los demás (Debate). Algunos de los consejos de la autora han sido recogidos en un artículo publicado por Alternet, a los que se han añadido otras enseñanzas típicas de las revistas femeninas de la época.

Acuéstate con tu jefe

En su clásico Sex and the Single Girl, Helen Gurley Brown no se andaba con muchos rodeos y recordaba que no hay nada como acostarse con un superior. Aunque no todo son ventajas, se trata de una buena forma de encontrar a un hombre interesante y contribuir a la productividad de la empresa: “Una chica enamorada de su jefe terminará KO los siete días de la semana, pero deseará que hubiese más días. ¡Duro para ella pero maravilloso para losnegocios!”

A los hombres se les conquista por el estómago

Puede parecer un consejo muy tradicional para la lanzada Gurley, pero esta no dudaba en dedicar 13 páginas de su libro a resumir algunas de las mejores recetas que debía conocer la mujer soltera que, eso sí, debía comer poco no sólo por mantener la línea sino también por no parecer una comilona a ojos del hombre. Ya te hartarás cuando estés sola en tu casa, sugería la autora.

Los hombres casados son buena compañía

H. Gurley Brown hablaba sin ningún tapujo de las relaciones extramatrimoniales, al menos de las de los hombres. Estos se convertían en una buena opción siempre y cuando no se convirtiesen en nuestra única fuente de placer. Los hombres casados eran, por lo tanto, “amigos y confidentes, ocasionalmente una buena cita y de vez en cuando buenos amantes (¡si viven a miles de kilómetros de ti y te prometen visitarte sólo una o dos veces al año!)”. La autora era plenamente consciente de los quebraderos de cabeza que podía traer una relación con un hombre de familia.

La belleza está sobrevalorada

Suponemos que este consejo de Gurley encantaría a los millones de lectoras de Cosmopolitan que, lo fuesen o no, no se considerarían las más bellas del mundo. La autora recordaba que para que los hombres fijen su vista en ti, no era necesario que seas la más guapa de la fiesta, sino que basta con aprovechar lo que Dios te ha dado. “Lo que tienes que hacer es trabajar con la materia prima que tienes, es decir, tú misma, y nunca rendirte”, concluía.

Tienes que ser la segunda persona más sexy de la fiesta

Un fragmento extraído del libro de Ellen Peck How to Get a Teen-age Boy and What to Do with Him when You Get Him (algo así como “cómo ligar con un adolescente y qué hacer con él cuando lo conquistes”; hoy raramente veríamos publicado algo así) sugería un puñado de reglas para aquellas jóvenes que quisieran triunfar en una fiesta. En primer lugar, llevar una ropa semejante a la de las demás chicas, ni mejor ni peor. Regla número 2: nunca debemos pasarnos con nuestra ropa, puesto que llamaremos demasiado la atención. Regla número 3: intenta que sea otra la que se lleve todas las miradas, te irá mejor. ¿Por qué? Porque la más guapa de la fiesta “va a hacer que los chicos se sientan ligeramente autoconscientes sobre acercarse a ella”. Y ahí es donde entras tú en juego.

Si mueve el pie, le gustas

La obsesión por traducir el lenguaje no verbal a términos sexuales llega hasta nuestros días. Un artículo de Playboy citaba “un estudio único del psicólogo clínico John A. Blazer” en el que se sugería que si una chica balancea su zapato, es que buscaba algo.

Ni se te ocurra salir de casa sin los labios pintados

Este prototutorial sobre maquillaje alerta sobre los grandes riesgos que corres si no te dignas a pintarte los labios antes de salir de casa. Si prefieres ir más natural, debes utilizar brillo de labios en su lugar. Debemos recordar que se trata de la gran era del maquillaje, pero llama la atención que se sea muchísimo más permisible con el maquillaje de ojos que con el de los labios. Otro libro llamado Veiled Remarks: a Curious Compendium for the Nuptially Inclined aconseja a las chicas esperar 15 minutos después de prepararse para estar frescas como una rosa, así como cocinar para su amado… siempre y cuando el plato esté ya preparado para cuando este llegue, hambriento, a casa.

Si todo el mundo está borracho, es hora de jugar al parchís

El libro Party out of Bounds, publicado en 1967, es una breve guía de emergencia para todos aquellos que, en un guateque, se dan cuenta de que la cosa se les ha ido de las manos. Al fin y al cabo, “las fiestas se convierten a menudo en situaciones desagradables”, por lo general, “por no haberse planeado suficientemente”. Eso no quiere decir que hayamos tenido que bajar al chino a comprar hielos cada hora, sino que no se disponen de los juegos y pasatiempos necesarios, lo que ha hecho que los jóvenes se concentren en el alcohol y en los tocamientos picarones. La solución es proponer algún divertido pasatiempo o cocinar unas hamburguesas o unas palomitas. Eso mantendrá a todo el mundo lejos del pecado.

Helen Gurley Brown ha pasado a la historia comouna de las mujeres que contribuyeron a redefinir los roles femeninos durante los años sesenta, gracias a su trabajo al frente de la publicación Cosmopolitan entre 1965 y 1997. La autora de Sex and the Single Girl(1962), una guía para solteras, se caracterizaba por su sinceridad a la hora de dar consejos, así como por su defensa de la independencia femenina tanto sexual como laboral. Un libro clásico que, entre otras cosas, fue recomendado por el creador de Mad Men Matthew Weiner a su casting antes del rodaje de la serie.

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