Es noticia
Qué significa 'estar bueno': lo que gusta a las mujeres desde el año 1985 hasta 2014
  1. Alma, Corazón, Vida
EVOLUCIÓN DE LAS PREFERENCIAS FEMENINAS

Qué significa 'estar bueno': lo que gusta a las mujeres desde el año 1985 hasta 2014

Según la revista "People", Chris Hemsworth es el hombre más sexy del planeta. Pero los tiempos han cambiado mucho desde que lo era Sean Connery...

Foto: Tanto Sean Connery como Chris Hemsworth han sido elegidos el hombre más sexy del mundo por la revista "People".
Tanto Sean Connery como Chris Hemsworth han sido elegidos el hombre más sexy del mundo por la revista "People".

Todos los meses de noviembre, la prensa internacional aguanta su aliento ante la revelación de la identidad de uno de los hombres más codiciados del mundo. No, no se trata del más rico según la revista Forbes, ni de la Persona del Año según la revista Time, sino del hombre más sexy del mundo según la revista People. Este año, dicho honor ha recaído sobre Chris Hemsworth, el fornido marido de Elsa Pataky que da vida a Thor en la saga de Marvel.

Revisar la lista de los hombres más sexys –no mejores ni más guapos ni más deseados ni más follables, sino sexys– da una buena idea tanto de la evolución de los tiempos como de aquello que los grandes medios de comunicación consideraban aceptable antes y consideran aceptable hoy en día, en un mundo en el que ya no existe unanimidad ni siquiera para elegir a los tíos buenos.

Como pone de manifiesto un artículo publicado en la revista Slate, si quieres ser el hombre más sexy de la Tierra, más te vale tener unos 35 años, haber sido un veinteañero popular, ser divertido a la par que responsable, enérgico, vivir en un constante acto de autopromoción y, sobre todo, salvo en el caso de que seas Denzel Washington, no ser negro. Tampoco homosexual: este año, por primera vez, sonó entre los candidatos el nombre de Neil Patrick Harris. Una elección que habría cambiado paradigma no sólo por su orientación sexual, sino también porque encaja dentro del perfil del chico gracioso que tan poco suele aparecer en los listados de los chicos sexys.

Como explica Amanda Hess en dicho artículo, Hemsworth es un Frankenstein de todos los hombres deseables previos o que la revista no pudo convencer para aparecer en su portada con el objetivo de pegar un buen empujón a las ventas y la publicidad del número de noviembre-diciembre. “Tiene el pelo de Brad Pitt, el cuerpo de Ryan Reynolds, la prestancia de Adam Levine para ser perseguido y, como bonus, oportunidades de marketing en Marvel”. Pero casi ningún ganador hasta la fecha era como Hemsworth –desde luego, ninguno tan musculado, salvo quizá Channing Tatum–: su elección no es  completamente sorprendente, pero en los ochenta la revista no se habría atrevido a seleccionar al Schwarzenegger de turno. Como señalaba un artículo publicado en Gawker, “la de Hemsworth es una buena elección si te gustan los hombres rubios gigantes y aburridos”.

El hombre sexy no tenía por qué ser muy macho

Remontémonos a 1985, el año en el que fue nombrado el primer hombre más sexy del mundo, un australiano de ojos azules que se bajaba seis cervezas al día durante el rodaje de Mad Max: más allá de la cúpula del trueno. Efectivamente, se trataba de Mel Gibson, de quien la periodista Michelle Green escribió “ahí marcha, encorvado y solo, el hombre más sexy” y que en realidad no era más que “un borracho típico que iba de sex symbol internacional”. Fue el pistoletazo de salida para una lista de hombres “que caen bien a otros hombres, que pueden aparecer en la mesa de tomar café de tu abuela o en la cuenta de Tumblr de tu sobrina, sin ningún escándalo conocido, famosos y dispuestos a quitarse la camiseta en la portada de una revista y que les pregunten sobre su vida sexual”.

Como señala el artículo, y al igual que ocurre con otras listas anuales –de los Oscar a los Grammy pasando por cualquier ranking de reveleaciones– se dan cita lo previsible (que, en este caso, son los “tíos buenos” representados por Channing Tatum) con algún que otro outsider, como Sean Connery o JFK Jr., una categoría en la que también habría encajado el protagonista de Guardianes de la galaxia Chris Pratt en caso de haber sido seleccionado este año como se rumoreó. El mérito de dicha franquicia, atractiva tanto para la propia revista como para la celebridad elegida, se debe a una mujer, Pat Ryan, ya que como reconoce su sucesor, Jim Gaines, a ningún hombre se le habría ocurrido dicha idea (¿cómo iba un hombre a pesar en el atractivo de otro hombre, por Dios?). Eso sí, por lo general, se trataba de una lista para mujeres pero ideada por hombres.

Los siguientes hombres del año definen de una forma peculiar la voluntad de nadar y guardar la ropa de los años ochenta. Si bien cachas como Tatum o Hemsworth han demostrado que la longitud del bíceps y la cuadratura de la mandíbula son cualidades más que suficientes para resultar atractivos, en el pasado estaba bien ser un truhán pero también un señor, y no sólo por el curioso parecido entre Kennedy Junior y Julio Iglesias. La portada dedicada al actor Harry Hamlin de La ley de Los Ángeles mostraba que se podía “presentar a un hombre adulto en el centro de una fantasía preadolescente: arrojaba a las lectoras un caramelito visual al mismo tiempo que neutralizaba la timidez que rodeaba a las mujeres excitadas”.

Las características del hombre que gusta a las mujeres… y los hombres

¿Qué hacía alguien como JFK Jr. en la lista de los hombres más sexys? Como explica en el artículo de Slate Victoria Balfour, la encargada de escribir su perfil, desde luego, no era porque fuese demasiado atractivo. Pero tenía algo muy importante a su favor: era un Kennedy, es decir, entroncaba con una larga estirpe de hombres glamurosos y poderosos que, además, contribuyeron a cambiar la imaginación colectiva estadounidense. Además, era mono y su padre había sido asesinado. En definitiva, era el sueño dorado de cualquier estrategia de marketing, lo que hizo romper todos los récords de ventas.

Y Sean Connery, que estaba a punto de cumplir los 60 cuando apareció en 1987 en la protada de la revista? Para empezar, era un hombre que gustaba a otros hombres, y muy poco a muchas mujeres, que recordaban sus polémicas declaraciones sobre el maltrato femenino de 1965, cuando aseguró a Playboy que no había nada malo en golpear a una mujer. Connery era recibido con aplausos por otros hombres, había sido James Bond y era calvo. En definitiva, como decía la portada en la que apareció, “un hombre que no necesita fingir”. Sin embargo, la autenticidad del maduro desapareció durante los años noventa, cuando la media de edad de los ganadores comenzó a disminuir sensiblemente, salvo en dos honrosas excepciones: Nick Nolte y Harrison Ford, que venció a los 55 años.

Los años noventa fueron de jóvenes guaperas como Tom Cruise, Patrick Swayze o Brad Pitt, pero también de George Clooney, que ha escalado dos veces hasta lo alto de la lista y que, de todas formas, siempre ha tenido menos edad que la que su pelo blanco sugería. Es la era de la juventud, lo que ha provocado que primen elecciones quizá poco previsibles, como la de Johnny Depp, frente a la de hombres de mayor edad. Una representación, quizá, de las preferencias de la demografía de las lectoras de la revista, definidas en Slate como “clase media blanca de las afueras de las ciudades”. Como recordaba la presentadora Elaine Lui, la gallina va antes que el huevo. “No se trata del hombre más atractivo para las lectoras, sino del hombre más sexy para la revista People”. ¿O es que acaso alguien había reparado con anterioridad en que la mole de Hemsworth fuese medianamente atractiva? 

Todos los meses de noviembre, la prensa internacional aguanta su aliento ante la revelación de la identidad de uno de los hombres más codiciados del mundo. No, no se trata del más rico según la revista Forbes, ni de la Persona del Año según la revista Time, sino del hombre más sexy del mundo según la revista People. Este año, dicho honor ha recaído sobre Chris Hemsworth, el fornido marido de Elsa Pataky que da vida a Thor en la saga de Marvel.

Hombre Vida sexual
El redactor recomienda