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¿Egoísta o pardillo? Cómo querer a la persona más importante
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¿Egoísta o pardillo? Cómo querer a la persona más importante

Buscar tu felicidad y sentirte bien no es ser egoísta. Es más, es importante para estar bien contigo mismo. Consejos para aprender a amarte más y ser más feliz

Foto: Tres consejos para empezar a cuidar mejor la persona más importante de nuestras vidas: nosotros mismos. (iStock)
Tres consejos para empezar a cuidar mejor la persona más importante de nuestras vidas: nosotros mismos. (iStock)

¿Somos egoístas? Pese a que aparentemente el individualismo está desembocando, en cierto modo, en un egoísmo global en el que las personas apenas parecen preocuparse por los demás, la realidad es que no es nada común sentirnos seguros de nosotros mismos ni querernos no lo suficiente.

De cara a nuestras relaciones y actividades diarias, en general, nos cuidamos poco.

Puede que ocurra de forma inconsciente o se trate de una simple coincidencia vital, pero son demasiadas laspersonas que llenan sus vidas de relaciones sentimentales absurdas y dañinas, se ponen excusas relacionadas con el actual ritmo de vida que “impiden” practicar deporte habitualmente o mantener una dieta sana, se sienten profesionalmente acabados cuando ni si quiera acaban de empezar… Y todo esto se traduce en que las personas se aman poco.

Existen sencillas técnicas de autoayuda con las que podemos reforzar nuestra personalidad y sentirnos más fuertes y estables para empezar a cuidar mejor la persona más importante de nuestras vidas: nosotros mismos.

Qué podemos hacer para querernos más

Dado que las circunstancias no ayudan demasiado a mejorar esta situación de desasosiego generalizado, tener en cuenta consejos como los que ofrece la periodista Deborah Ward en Psychology Today pueden resultarnos útiles para aprender a querernos a nosotros mismos.

En su opinión “a menudo creemos que nos amamos a nosotros mismos y sin embargo, nuestras acciones y reacciones, y nuestras vidas, sugieren lo contrario”. Y no le falta razón. Es fundamental hacer, pensar y transmitir aquellas cosas que te ayudan a crecer como persona para conseguir “cumplir tus sueños y para desarrollar relaciones saludables y felices con los demás”.

Dejemos a un lado el truco de dar pena y buscar que sean los demás quienes nos entiendan, respeten y den amor y cariño mientras nos compadecemos de nosotros mismos.

Hasta que no aprendamos a cuidarnos y querernos más, es difícil que los demás puedan alcanzar a conocernos. Tenemos que conocer con qué pequeñas –o grandes– cosas somos capaces de ser felices, y, ya de paso, transmitírselas a los demás.

Estos tres consejos te ayudarán aestar más seguro y orgulloso de ti mismo, procurar hacer las cosas que te hacen sentir bien y evitar aquellas actitudes y comportamientos –propios y ajenos– que te desagradan. Así conseguirás rodearte de gente que te aprecia y respeta y darles lo mismo que ellos te dan.

1. No te dejes en un segundo plano: cuídate a ti igual que a los demás

A menudo nos desvivimos en hacer felices a las personas que nos rodean sin plantearnos si hacer todas esas cosas satisfacede alguna forma nuestras necesidades. Claro que hacer sentir feliz a los demás nos va a hacer felices, pero sin pasarnos por alto a nosotros mismos.

No te engañes, buscar tu felicidad y sentirte bien no es ser egoísta. Es más, es importante para estar bien contigo mismo y, por ende, con los demás.

2. Establece tus propios límites: no dejes que se obvien tus sentimientos

La autora plantea que escribamos en una lista las cosas que necesitamos emocionalmente y aquellas que nos molestan que nos hagan los demás. De esta manera, estableceremos los límites en base a lo que es importante para nosotros sin consentir que los que nos rodean los pasen por alto.

Gracias a esta lista quedan claros tus sentimientos y lo que te hace sentir feliz y “cuando alguien ignora lo que es importante para ti o cruza su límite, sabrás por qué te duele”. Esto no quiere decir que no aprendamos a perdonar, pero para querernos más a nosotros mismos es fundamental no dejar que nadie pase por alto nuestras necesidades y que si se las saltan repetidamente o no las respetan, quizás no estemos rodeados de las mejores compañías.

3. Haz las cosas que te hacen sentir tú mismo

“En primer lugar, debes averiguar lo que te hace sentir bien”. Aunque suene a obviedad, muchas veces terminamos por interiorizar los gustos de los demás como si fuesen los nuestros porque no nos hemos parado a pensar que actividades nos hacen sentir bien.

Quizás limpiar el baño o hacer la declaración de la Renta –frente a viajar, leer o ir al cine– sean las tuyas. Para gustos los colores, y lo más importante es que no dejes que nadie te critique por tus aficiones y gustos.

Al que no le guste, que no mire. Pero para querernos más a nosotros mismos tenemos que ser precisamente nosotros mismos, no un personaje adaptado a las necesidades de los que nos rodean.

¿Suena demasiado bonito? Todo es probar a cuidarte y pensar en ti y no sólo en los demás.

Aunque quizás deban abstenerse aquellas personas que no ven más allá de su propio ombligo –no te sorprendas, las conoces y sabes que abundan–, que lo mismo se marcan un Narciso y terminan enamorándose de sí mismas.Busca el equilibrio.

¿Somos egoístas? Pese a que aparentemente el individualismo está desembocando, en cierto modo, en un egoísmo global en el que las personas apenas parecen preocuparse por los demás, la realidad es que no es nada común sentirnos seguros de nosotros mismos ni querernos no lo suficiente.

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