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Así ligamos de verdad (según nuevos datos)
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VERDADES INCÓMODAS

Así ligamos de verdad (según nuevos datos)

Nuevamente el fundador de OkCupid muestra las tendencias para ligar de los usuarios de esta red social. Y que pueden exportarse al resto de personas

Foto: El 'Big Data' favorece la obtención de algunos datos que son complicados de cuantificar. (iStock)
El 'Big Data' favorece la obtención de algunos datos que son complicados de cuantificar. (iStock)

Llegan nuevos tiempos en el campo de la sociología y la interpretación de la sociedad. La irrupción de la era digital ha creado nuevos métodos que permiten interpretar nuestros gustos y hábitos de forma muchos más precisa que la tradicional entrevista que al fin y al cabo se caracteriza por su elevada subjetividad.

El ‘dataclismo’, término acuñado por Christian Rudder, muestra como el Big Data puede servir para obtener determinadas informaciones incómodas, que no se podrían obtener de otra forma, pues nosotros mismos no estaríamos dispuestos a exponer o las maquillaríamos por vergüenza o, simplemente, privacidad. Este concepto ya ha sido utilizado a efectos prácticos desde El Confidencial, pues junto a PornHub, ha publicado un artículo que retrata los hábitos pornográficos de los españoles.

Rudder ha utilizado este término para titular su libro con este nombre: Dataclysm: Who We Are (When We Think No One´s Looking) (Random House LLC). En su obra nos muestra la enorme cantidad de información que puede obtenerse de nosotros, como sociedad, sin que, como ciudadanos, seamos conscientes de ello.

Para demostrarlo Rudder no ha dudado ni un instante en utilizar su posición como fundador de OkCupid, red social especializada en la búsqueda de pareja amorosa, para indagar en sus bases de datos. Con ellos ha detectado los diferentes gustos de sus usuarios para así extrapolarlos a la sociedad en general. Aunque su libro explora numerosos detalles del mundo de las citas en internet, Rudder tiene información para dar y tomar, y su última tanda de datos ha sido publicada en The Guardian. Algunas de las conclusiones más llamativas son las siguientes:

Muy sorprendente, pero los datos no dejan lugar a duda. En OkCupid los usuarios blancos, tanto mujeres como hombres, entre sus cinco términos más utilizados están “mis ojos…” y “pelo…”. En cambio, entre los usuarios negros, latinos y asiáticos no figuran tales conceptos. Especialmente curioso es el caso de los hombres asiáticos, ya que la expresión más utilizada es “alto para ser asiático”. Cada cual maquilla lo que quiere, pero sería interesante saber cuál es la altura que ellos consideran media para un asiático y compararla con la real. Al fin y al cabo, todo el mundo es un poco fantasma cuando de flirtear se trata.

Posiblemente a la larga las personas decidan estar con aquellas parejas con las que se comparten intereses, se está más a gusto y se sienta una mayor vinculación interna. Pero no es así a las primeras de cambio. Los datos de OkCupid muestran, según sus medidas, que el número de mensajes que recibe cada persona aumenta de manera más o menos constante según se es más guapo, tanto en hombre como mujeres. Solo hay una excepción, aquellas personas especialmente guapas rompen los parámetros y reciben una cantidad de mensajes mucho más exagerada.

Este dato es muy significativo, especialmente si lo comparamos con los hombres. El sexo masculino estanca la edad preferible de su potencial pareja en la primera mitad de la veintena. Da igual que los varones tengan 20, 30, 40 o 50 años, su gusto ya no varía, las mujeres jóvenes son las preferidas por la gran mayoría. Mientras, la mujer busca un acompañante de una edad similar a la suya, con un pequeño matiz: las menores de treinta años suelen preferir una pareja algo mayor que ella, una vez que llegan a los 30 en su gusto se verá una mayor tendencia hacia los que son algo más jóvenes.

Llegan nuevos tiempos en el campo de la sociología y la interpretación de la sociedad. La irrupción de la era digital ha creado nuevos métodos que permiten interpretar nuestros gustos y hábitos de forma muchos más precisa que la tradicional entrevista que al fin y al cabo se caracteriza por su elevada subjetividad.

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