Es noticia
Qué debes hacer para picar entre horas sin engordar
  1. Alma, Corazón, Vida
COMER RICO Y SANO

Qué debes hacer para picar entre horas sin engordar

Cada vez nos preocupamos más por nuestra alimentación, lo que lleva a que cometamos algunos errores como prescindir de algunas comidas

Foto: Picar entre horas no es malo... Si sabes cómo. (iStock)
Picar entre horas no es malo... Si sabes cómo. (iStock)

Picar entre horas es un maravilloso lujo que a todos nos encanta y no hay nada de malo en ello. Sin embargo, es muy habitual que nos culpemos por ello. Y, a veces, no nos falta razón.

Los pequeños aperitivos no solo no son malos para nuestra alimentación, sino que pueden tener una repercusión positiva en nuestro organismo. El principal problema es nuestra forma de plantear este snack, pues habitualmente tratamos de prescindir de él, hasta que pasan varias horas desde la comida y entonces caemos rendido a cualquier fuente calórica que nos encontremos.

Esta actitud es doblemente perniciosa, ya que por un lado cuando no lo hagamos es muy posible que lleguemos a la hora de la comida con mayor sensación de hambre y cometamos un abuso alimenticio. Por otro lado, cuando lo tomemos y no lo tengamos planeado, lo más habitual es que acabemos arrasando o tomando el bollo más insano que pueda haber en la máquina de vending.

Caer en este error es justamente lo contrario a los que debe ser la alimentación entre horas. Una buena dieta se basa en tres comidas más fuertes (cada una con sus respectivos objetivos) y dos más leves que son las que pueden equivaler a un aperitivo y una merienda. Plantearse realizar saludablemente estos dos snacks es una gran medida para controlar mejor nuestra alimentación y lograr mantener unos hábitos más provechosos.

Qué podemos tomar

Lo más importante a la hora de disfrutar un refrigerio tal y como apunta la dietista Susan McQuillan en Psychology Today es dejar a un lado la habitual relación que hacemos entre refrigerio y bolsas de patatas fritas con abundante sal, bollería industrial, galletas con aditivos y demás productos que abusen de este tipo de contenidos. Sin embargo en los últimos años ha habido un auténtico boom de productos con bajos contenidos calóricos que aportan nutrientes más saludables y necesarios para nuestro día a día.

McQuillan opina que hemos de pensar que son como minicomidas y planearlas de tal forma que hagan pequeñas aportaciones de proteínas, carbohidratos, grasa… A veces lo mejor es tomar productos tan naturales como un par de trozos de queso, unas almendras, o un yogur con una pieza de fruta o cereales.

Tampoco hemos de olvidar nuestras tradiciones. Muchas veces olvidamos que las comidas más naturales son aquellas que comían nuestros abuelos. Un bocadillo con algo de embutido y un chorrito de aceita de oliva es de lo más sano que podemos llevarnos a la boca, siempre y cuando no tenga un tamaño desproporcionada y utilicemos un buen pan con un índice glucémico acorde, en vez de panes industriales que utilicen harinas de mala calidad, conservantes y colorantes.

Pero si se quiere innovar y probar cosas nuevas, McQuillan propone recurrir a productos no tan conocidos en España como los bagel integrales (una especie de rosquilla de pan) o gofres integrales. Estos pueden acompañarse con cualquier cosa, el bagel pega con productos salados, quesos y verduras. Mientras, el gofre integral puede tomarse con yogur y frutas. Incluso, puede aprenderse de las recetas vegetarianas pues la soja, el tofu y las algas son un interesante recurso.

Trucos para introducir estos snacks

Sea lo que sea, McQuillan señala la importancia de una cuidadosa planificación, pues dejar al azar nuestros refrigerios es lo peor que podemos hacer. Elegir los alimentos que vamos a consumir introduciendo aquellos que consideremos necesarios y eliminando los más perjudiciales es la dinámica a seguir. De todas formas, para aquellas personas más impulsivas y con menos facilidad para seguir las costumbres, McQuillan propone cuatro pautas a seguir.

  • Utilizar en pequeñas cantidades los grupos alimenticios principales.
  • No tener comida basura en casa para evitar caer en la tentación.
  • Introducir las comidas entre horas en la rutina y asignarlas un horario.
  • Ser creativo y probar nuevas cosas para no aburrirse.

Picar entre horas es un maravilloso lujo que a todos nos encanta y no hay nada de malo en ello. Sin embargo, es muy habitual que nos culpemos por ello. Y, a veces, no nos falta razón.

La felicidad se demuestra andando Bienestar
El redactor recomienda