El 'homeless' que se hizo millonario explica las claves para tener éxito
“La gente exitosa hace lo que la gente que no tiene éxito no quiere hacer”. Esta es una de las máximas sobre el triunfo que el emprendedor John Paul DeJoria
“La gente exitosa hace lo que la gente que no tiene éxito no quiere hacer”. Esta es una de las máximas sobre el triunfo que el emprendedor de orígenes griegos e italianos John Paul DeJoria explica en un vídeo recientemente publicado en Business Insider,y que resume bien la historia de su vida. Pocas personas han vivido un salto en su categoría social tan acentuado como el multimillonario, cuya fortuna personal está valorada en unos 3.000 millones de dólares, gracias a su trabajo en el mundo de la cosmética y las bebidas alcohólicas con sus compañías Paul Mitchell y Patron Spirits Company. “Trabajo, trabajo y sacrificio” parece ser el lema del emprendedor en el que, hasta los años ochenta, nadie confió.
Los padres de DeJoria se divorciaron en el año 1946, cuando apenas tenía dos años. Vendió postales navideñas junto a su hermano a la edad de nueve años para mantener la economía familiar y fue arrebatado de manos de su madre cuando las autoridades consideraron que no podía mantenerlos. De ella aprendió el valor del trabajo duro, así como la preocupación por los demás. En una entrevista con MyFoxAustin explica cómo, a pesar de vivir en una situación muy precaria, su madre animaba a los pequeños DeJoria a donar el poco dinero que tenían al Ejército de Salvación: “Recordad esto toda vuestra vida, no importa cuánto tengas o cuánto no tengas, siempre habrá alguien más necesitado”.
Ya de adulto, y tras pasar por las pandillas de Los Ángeles, terminó viviendo en la calle, con un niño de dos años. Y fue entonces, en la peor situación posible, cuando se dio cuenta de que la única solución era “hacer algo”. Ello le condujo a visitar pisos vacíos con el objetivo de recolectar las botellas vacías de refresco. Pasó por la Marina de los Estados Unidos, fue conserje y vendedor. A finales de los setenta, juntó unos 750 dólares para poner en marcha John Paul Mitchell Systems junto al peluquero Paul Mitchell. Aunque sería el negocio que cambiaría para siempre su vida, los inicios no fueron nada fáciles. Durmió en su coche durante semanas, y hasta dos años después, el proyecto no terminó de arrancar. La suya era una estrategia totalmente grassroots, como reconoce. Iba puerta por puerta buscando financiación, incluso los domingos.
El éxito será para todos o no será
En 1980, el paro en Estados Unidos se encontraba en el 10,5%, la inflación era del 12,5% y los intereses, en un 17%. La situación es peor ahora, pero como recuerda DeJoria, ello no debe detener a los futuros emprendedores, sino empujarlos a moverse. “Vale, la cosa no va bien, y no puedes hacer nada por cambiar los periódicos de ayer”, explica. “Pero puedes empezar de cero”. Una de las frases preferidas de DeJoria es “al final todo va a ir bien, y si la cosa no va bien, es porque no estás en el final”. Él mismo es el vivo ejemplo de cómo la vida americana sí da segundas (y terceras) oportunidades.
Como explica en un vídeo publicado en Bloomberg, el consejo más importante que puede dar a los futuros empresarios es estar preparado para los innumerables rechazos con los que se encontrarán. En segundo lugar, aprender de los errores, y DeJoria reconoce hacer cometido unos cuantos. Además, el empresario explica el éxito del tequila Patron como una victoria de la calidad por encima de la cantidad. Si tu producto no es lo suficientemente bueno, nunca conseguirás destacar entre el resto de la oferta. En último lugar, el éxito y el fracaso se distinguen en la disposición que tenemos a esforzarnos por conseguir los objetivos. “Si hay que trabajar los sábados y los domingos, hazlo”.
“Paz, amor y felicidad” son las tres palabras que utiliza para resumir su filosofía. El empresario es también uno de los filántropos más importantes de los Estados Unidos, y es consciente de lo complicado que lo tienen amplias capas de la sociedad americana, las mismas de las que proviene. “El éxito que no se comparte es un fracaso”, es otra de las máximas de este antimultimillonario que ha contribuido a la lucha contra el cáncer, el autismo, la diabetes, la leucemia, ha sido escudo humano contra el asesinato de animales y ha participado de manera activa en la eliminación de las minas antipersona en zonas de conflicto.
“La gente exitosa hace lo que la gente que no tiene éxito no quiere hacer”. Esta es una de las máximas sobre el triunfo que el emprendedor de orígenes griegos e italianos John Paul DeJoria explica en un vídeo recientemente publicado en Business Insider,y que resume bien la historia de su vida. Pocas personas han vivido un salto en su categoría social tan acentuado como el multimillonario, cuya fortuna personal está valorada en unos 3.000 millones de dólares, gracias a su trabajo en el mundo de la cosmética y las bebidas alcohólicas con sus compañías Paul Mitchell y Patron Spirits Company. “Trabajo, trabajo y sacrificio” parece ser el lema del emprendedor en el que, hasta los años ochenta, nadie confió.