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Las ciudades con los hoteles más limpios y más sucios del mundo, en dos gráficos
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Las ciudades con los hoteles más limpios y más sucios del mundo, en dos gráficos

En un mundo ideal, todos los hoteles olerían a rosas y podríamos ver nuestro reflejo en el mármol del cuarto de baño. Pero la realidad es bien distinta

Foto: La limpieza es uno de los factores más importantes a la hora de elegir un hotel u otro. (iStock)
La limpieza es uno de los factores más importantes a la hora de elegir un hotel u otro. (iStock)

En un mundo ideal, todos los hoteles estarían limpios como una patena, olerían a rosas y podríamos ver nuestro reflejo en el mármol del cuarto de baño. Pero la realidad es bien distinta y cada hotel sigue sus propias reglas de limpieza, a veces sin cumplir unos estándares mínimos.

Con el objetivo de averiguar en qué ciudades abundan los hoteles limpios, Hotel.info ha realizado una revisión de las opiniones de más seis millones de clientes. Como recuerda la organización, la limpieza es uno de los factores fundamentales a la hora de elegir un hotel u otro. Tokio se lleva la palma ya que, como recuerda la nota de prensa que publicó el estudio, “los hoteleros en Tokio salen muy bien parados en comparación con otras grandes ciudades”. Le acompaña en la lista Varsovia, de la que aseguran que “se puede comer en sus suelos”.

En la parte más baja de la lista se encuentran ciudades como Río de Janeiro, a pesar de que el Mundial celebrado el pasado año debería haber obligado a los hoteleros a mejorar la calidad de sus establecimientos. Londres y Oslo la acompañan en el podio de las ciudades más sucias.

Como recuerda la organización, si queremos que los hoteles mejoren sus servicios, no hay nada como quejarse de “una manera educada pero firme” al propio hotel o al operador local. No basta con informar al recepcionista, sino que es preferible derivar todas las quejas al responsable del hotel y, en caso necesario, adjuntar fotografías y documentos que acrediten la mala práctica del centro.

En un mundo ideal, todos los hoteles estarían limpios como una patena, olerían a rosas y podríamos ver nuestro reflejo en el mármol del cuarto de baño. Pero la realidad es bien distinta y cada hotel sigue sus propias reglas de limpieza, a veces sin cumplir unos estándares mínimos.

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