Es noticia
Una española en el epicentro del ébola: “En otro lugar no habría sido tan catastrófico”
  1. Alma, Corazón, Vida
ASÍ SE ORGANIZAN EN UN HOSPITAL DE SIERRA LEONA

Una española en el epicentro del ébola: “En otro lugar no habría sido tan catastrófico”

La doctora Marta Lado Castro-Rial dejó su plaza en el Hospital de Torrejón para embarcarse en un proyecto en Sierra Leona. La epidemia le ha pillado de lleno

Foto: La doctora Marta Lado Castro-Rial imparte una clase en el hospital de Sierra Leona.
La doctora Marta Lado Castro-Rial imparte una clase en el hospital de Sierra Leona.

Su compromiso está fuera de cualquier duda. Después de varias estancias en África como cooperante, aprovechando sus vacaciones y su tiempo libre, decidió que era el momento de implicarse más a fondo en la defensa de la salud del continente negro. En marzo, la doctora gallegaMarta Lado Castro-Rial, de 35 años, dejó su plaza de internista en el Hospital de Torrejón (Madrid) para embarcarse en un proyecto de colaboración en Sierra Leona. Allí le sorprendió el estallido del ébola y allí seguirá hasta que concluya su trabajo, el próximo mes de marzo.

“Hemos confirmado ya 683 casos y han fallecido, hasta el momento, 254 personas, menos del 50% de mortalidad. Pero es muy probable que haya más casos y más muertes no declaradas. El sistema de vigilancia es complejo y no llega a todas las zonas del país”, explica la doctora Lado.

Sierra Leona es uno de esos países que Dios borró de su agenda. Asolada durante nueve años por una guerra civil (2001-2009) que se cebó con la población y que desplazó a la mitad de sus habitantes,es una nación paupérrima, como sus vecinos de África Occidental. En este triste ranking ocupa el segundo lugar en el mundo. Cerca de un 70% de sus cuatro millones de habitantes vive por debajo del umbral de la pobreza.

El proyecto de la doctora Lado, patrocinado por el King´s College, la colocacomo líder clínico para fortalecer y dar asesoramiento y soporte al Hospital de Connaught,el centro de referencia del país. “Trabajamos conjuntamente con nuestro colegas sierraleoneses para reforzar el funcionamiento del centro sanitario. En estos meses hemos creado el triaje (clasificación de los pacientes según gravedad) en el servicio de Urgencias con la sala de resucitación, establecido consultas externas para especialidades, clases y talleres de práctica clínica para estudiantes de Medicina y sesiones semanales de casos clínicos para residentes”.

Se trata, explica, de una colaboración a largo plazo, de hasta 15 años, para reforzar la estructura sanitaria del país y que sus hospitales alcancen estándares europeos, en el que participan personal médico, voluntarios, gestores y especialistas de salud pública. Pero todo se ha paralizado por la epidemia del ébola.

La doctora gallega, especializada en enfermedades infecciosas, comprende la alarma de la opinión pública europea, pero lamenta que falte perspectiva para entender la realidad de la zona. “El brote es algo realmente horrible, pero lo verdaderamente terrible es la situación de base en la que se produce. En otro contexto no hubiera sido, quizá, tan catastrófico. Me encantaría que se supiera y se asimilara que el problema fundamental es la falta de medios, de personal y la desorganización del sistema sanitario. Un brote como este lo pone más en evidencia”.

El día a día en un hospital repleto de enfermos de ébola

Marta Lado y su equipo suelen detectar cada día entre cinco y siete pacientes sospechosos de contagio, queson ingresados en una unidad de aislamiento. Una vez confirmado el caso positivo, es trasladado a los hospitales de Kenama y Kailahun, donde está centralizado el operativo contra el ébola. En ellos se les suministra hidratación, antitérmicos y antibióticos con paracetamol mientras se esperan los resultados, cubriendo otras causas de fiebre y diarrea.

“Estamos trabajando mucho entre formación, sensibilización y equipamiento de todos los centros de salud y hospitales del país, al mismo tiempo que entrenamos al personal sanitario… pero esdifícil pasar del papel a la realidad”,relata la doctora Lado. “En el día a día te topas con el miedo del personal médico que no quiere ver pacientes, y siempre es difícil encontrar médicos y enfermeros. Además se necesita material como guantes, batas, máscaras, gafas, medidas de barrera para ver pacientes de un modo seguro”.

Los centros pequeños, a diferencia de los hospitales donde trabaja la doctora española, están mucho más expuestos al posible contagio.

La especialista se muestra prudente con los nuevos tratamientos experimentales, como el aplicado a Miguel Pajares, el religioso español fallecido recientemente por la enfermedad: “Creo que todo ensayo clínico con nuevos fármacos debe hacerse de forma cauta y no debería utilizarse como arma mediática. No es un tratamiento comprobado ni aprobado,hay que tener cuidado con la información que se difunde porque puede confundir a la población”.

Sí, en cambio, es más optimista sobre la posible extensión de la enfermedad a Europa o EEUU. “No creo que haya riesgo de extensión en absoluto, puede aparecer algún caso aislado pero se detectaráenseguida cuando se tenga en cuenta el dato epidemiológico de su viaje a África Occidental y, entonces, se controlará”.

Pese a la situación dramática que atraviesa Sierra Leona, Marta Lado no tiene miedo, “pero sí respeto y mucha compasión y empatía con lo que está ocurriendo. Este es un país increíble por su gente, naturaleza, playas y cultura, da mucha pena ver que les cuesta tanto salir adelante; primero la guerra y ahora esto…”

“Hay que promover realmente la evolución de estos países y facilitarles el cambio y el desarrollo, pero sin los conceptos del colonialismo previo, con sus medios y sus características propias, pero no podemos seguir con los ojos cerrados frente África”, reclama.

Elcontrato de la doctora Lado le compromete con Sierra Leona durante un año: “Luego ya se verá. Este país y su gente me ha robado completamente el corazón, completamente. La vida aquí es una delicia, a pesar incluso del ébola”.

Su compromiso está fuera de cualquier duda. Después de varias estancias en África como cooperante, aprovechando sus vacaciones y su tiempo libre, decidió que era el momento de implicarse más a fondo en la defensa de la salud del continente negro. En marzo, la doctora gallegaMarta Lado Castro-Rial, de 35 años, dejó su plaza de internista en el Hospital de Torrejón (Madrid) para embarcarse en un proyecto de colaboración en Sierra Leona. Allí le sorprendió el estallido del ébola y allí seguirá hasta que concluya su trabajo, el próximo mes de marzo.

El redactor recomienda