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Celso Santebañes, el último ‘Ken’ de carne y hueso
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EL FENÓMENO DE LOS ‘BOY DOLLS’

Celso Santebañes, el último ‘Ken’ de carne y hueso

El fenómeno de las barbies de carne y hueso ha dejado de ser exclusivamente femenino. Cada vez son más los hombres que caen en esta delirante obsesión estética

Foto: El joven de 20 años Celso Santebañes. (Facebook/CelsoSantebañes)
El joven de 20 años Celso Santebañes. (Facebook/CelsoSantebañes)

El fenómeno de las barbies de carne y huesoha dejado de ser exclusivamente femenino. Cada vez son más los hombres que caen en esta delirante obsesión por la imagen y no dudan pasar por quirófano para transformarse en la versión humana de Ken, hasta el punto de que se ha generado una suerte de competición en la que cada día alguien da un paso más allá.

Si hasta este momento el trono de los boy dollsse disputaba entre Xiahn, unjoven brasileño de 25 años que se sometió a una decena de operaciones cosméticas para transformar totalmente su rostro, y Justin Jedlica, conocido como el “Ken humano”, ahora parece haberles salido un serio competidor. Se trata de CelsoSantebañes, un joven de origen mexicano, pero residente en Brasil, que ha invertido más de 50.000 dólares en operaciones para asemejarse al famoso novio de la muñeca Barbie.

El cambio radical que ha experimentado este joven llega hasta el punto de que, según él mismo ha admitido en su perfil personal de las redes sociales, “a veces, la gente se asusta al verme”. Sin embargo, su autoestima permanece alta: “No me importa, el mundo está lleno de gente con prejuicios”, tal y como ha comentado en su cuenta de Facebook.

Un rentable negocio

Los prejuicios no le han hecho cambiar de idea, aunque también puede tener que ver el hecho de que este Ken de 20 años sea modelo. Según ha informado la prensa local, desde que transformó su rostro le salen muchos más trabajos y “su caché ha aumentado hasta los 11.000 euros por bolo”.

El negocio no acaba aquí, pues también pretende sacar una línea de muñecos con su rostro, los "Celso Doll" con los que intentará competir contra el Ken original. Asimismo, según reveló en una entrevista concedida al diario británico Daily Mail, se encuentra en conversaciones con varias productoras de reality shows para participar en alguno de estos programas televisivos. Por lo pronto, en septiembre viajará a Los Ángeles para presentar su muñeco.

Para llegar a este parecido con Ken, el joven modelo se ha operado la nariz en cuatro ocasiones, la barbilla y la mandíbula. Además, se hizo implantes de silicona en el pechopara parecerse aún más al mítico muñeco, pareja de Barbie. Pese a ello, Santebañes planea volver a pasar por el quirófano para hacerse más cirugías: “Creo que soy el 90% de lo que quiero ser”.

Las mujeres que marcaron la pauta

Los precedentes femeninos de este fenómeno están encarnados por la joven ucranianaValeria Lukyanova, de 23 años, ysu compatriotaAnastasia Shpagina.Esta última tan sólo tiene 20 años y, según ella misma ha asegurado a sus fans,ha adelgazado más de 40 kilos y se ha quitado dos costillasparaconvertirse en la encarnación de un personaje de manga. Incluso se ha cambiado de nombre por uno de origen japonés (Fukkacumi).

Sus vídeos en Youtube cuentan con miles de visitas, sobre todo los tutoriales en los que enseña a sus seguidoras a maquillarse como ella (el llamado'Hada de las flores'ya ha sidoreproducido más de seis millones y medio de veces). El peligro para la salud de su extrema delgadez es evidente, pero que se haya convertido en un modelo a seguir por miles de adolescentes de todo el mundo ha encendido las alarmas entre padres, educadores y psicólogos.

Otra de las barbies más famosas es la estadounidenseBlondie Bennett, de 38 años. “El físico natural es aburrido.Me encantaría ser totalmente como una muñeca Barbie”, explicaba esta última a sus fans en Facebook, quien para convertir en realidad su obsesión ya se ha gastado unos 40.000 dólares en operaciones.

El fenómeno de las barbies de carne y huesoha dejado de ser exclusivamente femenino. Cada vez son más los hombres que caen en esta delirante obsesión por la imagen y no dudan pasar por quirófano para transformarse en la versión humana de Ken, hasta el punto de que se ha generado una suerte de competición en la que cada día alguien da un paso más allá.

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