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“Mi mujer quiere más sexo que yo”. Claves para salir del apuro
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un problema más frecuente de lo que se cree

“Mi mujer quiere más sexo que yo”. Claves para salir del apuro

Parece, a bote pronto, que el problema de que la pareja femenina quiera más sexo que el varón no es muy frecuente, pero se dan numerosos casos

Foto: En ocasiones, los hombres tienen menos ganas de hacer el amor que las mujeres. (iStock)
En ocasiones, los hombres tienen menos ganas de hacer el amor que las mujeres. (iStock)

Si uno busca en Google “mi mujer quiere más sexo que yo” se encuentra automáticamente con una serie de resultados que se titulan: “mi mujer no quiere tener sexo conmigo” (o similares). Parece, a bote pronto, que el problema de que la pareja femenina quiera más sexo que el varón no es muy frecuente (o, al menos, no es muy frecuente consultarlo en internet).

Aunque estos casos sean minoritarios, es un problema que existe y al que se enfrentan algunas parejas. Las consultas, si bien se esconden entre la gran marea de preguntas que inquieren lo contrario, pueden hallarse también en la red, y no falta quien anhela saber qué hacer cuando su mujer posee un apetito sexual mucho más poderoso que el suyo.

Así le sucedía a un hombre casado de 34 años que preguntaba en The Guardianal respecto. “Tengo una bella mujer que quiere más sexo que yo”, decía el chico. “Estamos atrapados en un círculo vicioso en el que ella quiere hacer el amor pero no quiere dar el primer paso, y yo tampoco quiero dar el primer paso porque sé que ella quiere que lo dé. ¿Tengo algún tipo de bloqueo psicológico o debería estar tomando algún suplemento de testosterona?”.

¿Qué sucede realmente en este tipo de situaciones? ¿Es que acaso no puede el hombre desear una frecuencia sexual más reducida que la mujer?

En un artículode Psychology Today Michele Weiner-Davis daba una serie de consejos para las mujeres que tenían menos apetito sexual que sus maridos. ¿Qué pasaría si le damos la vuelta a la tortilla y los dirigimos a los hombres más inapetentes? Aquí van las directrices de Weiner-Davis, en versión reversible.

1. Considera la satisfacción sexual una prioridad en tu relación

A menudo en este tipo de situaciones eludimos afrontar el problema de cara. Weiner-Davis considera que “debes dejar de pensar que tienes una gran relación si el sexo no es satisfactorio”. En las relaciones de pareja que las cosas marchen bien en la cama es reflejo de que todo marcha bien y prueba de una complicidad y una intimidad compartida que se desarrolla con normalidad. De modo que, si tu mujer tiene más ganas que tú, lo último que debes hacer es eludir el contacto con ella.

2.Hazte una revisión médica

Probablemente no haya ningún problema y todas las partes de tu anatomía funcionen correctamente pero, por si acaso, nunca sobra que alguien te haga un chequeo y confirme que el problema no es meramente físico.

3. Consulta a un experto en la materia

Si pensamos en el ejemplo que citábamos anteriormente, la ayuda externa puede resultar muy útil: a veces estamos tan sumidos en nuestros propios problemas que no sabemos atajarlos con lucidez. El tema del sexo es complicado, y pueden mezclarse en torno a él laautoestima, la sensibilidad y el orgullo. Que alguien nos dé un consejo experto puede ser la mejor de las soluciones.

4. Preocúpate por los sentimientos de tu pareja

Probablemente tengas motivos más que válidos para no querer tener relaciones sexuales con tanta frecuencia, pero debes comprender que tu pareja puede sentirse, además de insatisfecha, dolida y rechazada. Debes ponerte en su lugar y ser considerado con sus sentimientos.

5. Supera el primer paso

Muchas veces, como cuando alguien va a salir a correr, lo difícil es vencer la pereza inicial. Pero una vez que estás metido en faena, disfrutas y olvidas el desapego previo. A veces sólo es cuestión de tener una buena disposición y ganas de tener ganas.

6. Céntrate en las excepciones

Tienes que pensar en qué momentos de tu vida has estado más excitado y por qué, qué había en aquella ocasión que la hacía diferente de las demás, excepcional. A menudo nuestra sexualidad o aquello que nos excita más no coincide con lo que estimula al resto, por eso debemos reflexionar para identificarlo y potenciarlo.

7. Experimenta con la novedad

Las relaciones sexuales se vuelven rutinarias cuando hacemos lo mismo una y otra vez. Buscar nuevas alternativas puede ser un modo placentero de abandonar el aburrimiento y de explorar para dar con aquello que más nos excita.

8. Habla

Claramente. Expón tus preferencias, di aquello que te encantaría hacer y aquello a lo que no piensas sucumbir en la vida. No es útil sólo porque al hacer explícito lo que deseas es más fácil para la otra persona cumplirlo, sino porque poder hablar abiertamente de nuestras preferencias más íntimas es indicador de un clima de confesión y confianza muy sano en la pareja.

9. Trabaja en tu relación

Si uno busca en Google “mi mujer quiere más sexo que yo” se encuentra automáticamente con una serie de resultados que se titulan: “mi mujer no quiere tener sexo conmigo” (o similares). Parece, a bote pronto, que el problema de que la pareja femenina quiera más sexo que el varón no es muy frecuente (o, al menos, no es muy frecuente consultarlo en internet).

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