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La importancia de empezar bien el día: qué desayunan seis famosos
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A CHURCHILL LE GUSTABA EL WHISKY

La importancia de empezar bien el día: qué desayunan seis famosos

Dicen que el desayuno es la comida más importante, y hay quien se lo toma muy en serio. ¿Cuáles son los hábitos alimenticios de las personas más exitosas?

Foto: ¿Está detrás de un buen desayuno el secreto del éxito? (Corbis)
¿Está detrás de un buen desayuno el secreto del éxito? (Corbis)

En la interminable discusión sobre cómo debe ser una alimentación saludable, el desayuno es uno de los asuntos sobre los que hay mayores discrepancias. Para gran parte de nutricionistas se trata de la comida más importante del día, pues condiciona enormemente la dieta que vamos a tener a lo largo de la jornada: si nos quedamos con hambre, es muy probable que acabemos comiendo más de la cuenta.

Tradicionalmente los nutricionistas han insistido en la importancia de tomar un buen desayuno, rico en vitaminas y carbohidratos, que nos permita afrontar con fuerza la jornada, pero en la actualidad cada vez hay más científicos que recomiendan desayunos ricos en grasas y proteínas, y sin apenas carbohidratos.

Como siempre, este tipo de discusiones acaban saltando a la palestra cuando los medios se hacen eco de que tal o cual famoso desayuna todos los días sardinas –por poner un ejemplo– y asegura que le va de maravilla. Esto, de entrada, no quiere decir absolutamente nada. Hay celebrities, como Gwyneth Paltrow, con unas opiniones muy polémicas y peligrosas sobre la alimentación, pero hay otros famosos, con estrictas rutinas alimenticias, que pueden servirnos de inspiración para seguir una dieta más saludable (siempre teniendo en cuenta que, por ejemplo, un deportista necesita muchas más calorías que alguien que se pasa el día sentado en una silla).

Richard Branson

(Efe)

Todas las mañanas el fundador del grupo Virgin desayuna una macedonia y un bol de muesli. Aunque el empresario ha reconocido en más de una ocasión que no logra ser muy constante con la vida sana, cree que seguir una buena alimentación y practicar ejercicio es indispensable para abarcar más actividades: “Cuando estoy sano y fuerte puedo lograr cualquier cosa; puedo trabajar mucho, mi mente está más fina”.

Brooke Burke

(Efe)

Las modelos y actrices tienen un trabajo que les obliga a seguir una dieta muy estricta, pero no todas son tan defensoras del desayuno como Brooke Burke. En su opinión, nadie debería saltarse nunca el desayuno.

La estadounidense se bebe un cuarto de litro de agua nada más levantarse y, tras esto, prepara batidos para toda la familia. El suyo en concreto está compuesto por un cuarto de litro de agua de coco, una taza de frutas del bosque, una cucharada de ácidos grasos omega-3, una cucharada de proteína en polvo y otra de extractos de vegetales verdes.

LeBron James

placeholder (Efe)

La superestrella de la NBA sigue una estricta dieta rica en calorías, condición indispensable para poder darlo todo en la cancha, pero también plagada de frutas y verduras. Y es que para mantener un cuerpo de dos metros y 113 kilos hay que desayunar en condiciones. En concreto, James se zampa todas las mañanas un bagel con crema de cacahuete, un vaso de 200 ml de zumo de naranja, un puñado de fresas y dos plátanos.

Justin Timberlake

placeholder (Reuters)

El popular cantante y actor estadounidense desayuna dos veces. En primer lugar se toma unos gofres con mantequilla de almendras y unos huevos revueltos (todo muy ligero). Después se va a practicar ejercicio y a la vuelta se come otro huevo revuelto y un batido de proteínas. ¿Por qué no está gordo? Fácil. “Como hago tanto ejercicio puedo comer de forma copiosa”, presumía en la revista Bon Appetit.

Muchas personas creen que cada vez comemos peor, pero viendo algunos perfiles históricos, deberíamos replantearnos tan atrevida afirmación.

Winston Churchill

placeholder

El desayuno del premier británico nos parecería hoy una auténtica exageración, y desde luego lo era. No en vano, sufrió dos ataques al corazón, y el segundo de ellos le ocasionó una severa trombosis cerebral que acabó con su vida. Como contó The Telegraph, todas las mañanas el orondo primer ministro se zampaba, en primer lugar, un huevo escalfado, una tostada con mantequilla, algo de jamón, un café con leche, una jarra de leche fría y algo de embutido. Después, por si esto fuera poco, Churchill se servía un pomelo (con azúcar), un zumo de naranja y un whisky con soda. Después de comer, como no, se lavaba las manos y se fumaba un puro.

Margaret Thatcher

(Efe)

A diferencia de Churchill, la otra gran figura de la política británica del siglo XX pasaba de puntillas por la primera comida del día. La dama de hierro reconoció en una entrevista con The Sun, en 1979, que no solía desayunar nada. Y eso que sólo dormía una media de cuatro horas al día. Como mucho, aseguraba, se tomaba un café y medio pomelo. “No necesito un gran desayuno para tener energía el resto del día”, aseguraba.

En la interminable discusión sobre cómo debe ser una alimentación saludable, el desayuno es uno de los asuntos sobre los que hay mayores discrepancias. Para gran parte de nutricionistas se trata de la comida más importante del día, pues condiciona enormemente la dieta que vamos a tener a lo largo de la jornada: si nos quedamos con hambre, es muy probable que acabemos comiendo más de la cuenta.

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