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Las dos palabras que te conducirán al éxito o la felicidad. Y has de elegir
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Las dos palabras que te conducirán al éxito o la felicidad. Y has de elegir

La felicidad y el éxito no son siempre compatibles. ¿Qué actitud te llevará a una u otra meta? ¿Es posible compaginar ambos objetivos vitales?

Foto: Las personas aventureras, abiertas a nuevas experiencias, son más felices. (Corbis)
Las personas aventureras, abiertas a nuevas experiencias, son más felices. (Corbis)

Basta reflexionar un minuto para darnos cuenta de cuáles son las palabras más poderosas del abecedario: ¿Gracias? ¿Por favor? ¿Perdón? No, las palabras más poderosas, aquellas que mueven el mundo y marcan todas nuestras decisiones son “sí” y “no”, las primeras cuyo significado aprendemos, y las más universales.

En opinión de Eric Baker, experto en management y autor del blog sobre ciencias del comportamiento Barking Up The Wrong Tree, según predominen en nuestra vida el “sí” y el “no” seremos personas felices o exitosas, respectivamente. Esta es su curiosa teoría. Una invitación a la reflexión sobre las consencuencias que tiene vivir en afirmativo o negativo.

Para ser feliz, di “sí”

Decir “sí”, asegura Baker, es lo que nos abre puertas, lo que hace que nuestra vida fluya, lo que provoca que ocurran cosas. La actividad, el cambio y la novedad, son cuestiones importantes para alcanzar la felicidad. Nadie es plenamente feliz en la monotonía y el aburrimiento.

Numerosos estudios han demostrado que somos más felices cuando estamos ocupados

No hace falta leer farragosos estudios científicos, ni libros de autoyuda, ni el Power Point que te enviótu tía. Basta pensar qué cosas realmente nos hacen más felices, y veremos que son aquellos “pequeños placeres de la vida” que tanto gustaban a los románticos: una buena comida, un viaje, un regalo, una sonrisa, un beso… Quizás no tienen nada de elevado, pero estas pequeñas alegrías son las que construyen la felicidad en conjunto. Y nada de esto va a ocurrir diciendo “no”.

Numerosos estudios han demostrado que somos más felices cuando estamos ocupados. “No hacer nada” puede parecer atractivo si no paramos, pero llegado el momento es la peor de las desgracias. La gente más feliz, según Baker, es aquella que está muy ocupada pero no se agobia, y esa gente es, por lo general, aquella que ocupa su tiempo en actividades que le satisfacen, en el trabajo y fuera de este.

La gente más sociable, aquella que tiene cientos de planes todas las semanas, que no pasa ni media hora tirada en el sofá, es la más feliz. Decir “sí” a todo lo que podamos puede hacer que lleguemos exhaustos a la cama, y a veces podemos sentirnos abrumados, pero es mucho mejor para nuestro bienestar que decir “no”.

Esto, como apunta Barker, no significa que tengamos que decir que sí si un amigo nos propone robar un banco o probar la heroína, pero cuantas más actividades que nos agraden realicemos más felices seremos. Esto, claro está, tiene una contrapartida: al realizar tantas cosas distintas no seremos especialmente buenos en nada y, por tanto, no alcanzaremos el éxito.

Para tener éxito, di “no”

Warren Buffet dijo en una ocasión que “la diferencia entre la gente exitosa y la muy exitosa es que estos últimos dicen no a casi todo”. Sólo diciendo “no” podremos concentrarnos. Sólo aquellas personas que aprenden a decir “no” alcanzan el éxito. Decir “no” es, de hecho, una de las principales características de los genios, que dedican todo su tiempo al trabajo: un sacrificio inmenso que implica una importante merma en las relaciones sociales.

Se trata de una incómoda paradoja: hacer muchas cosas nos hace felices, pero también mediocres.Para ser un experto en cualquier cosa tienes que dedicar miles de horas a tu pasión, y son horas que no vas a emplear en hacer otras cosas. ¿Se trata de un callejón sin salida? ¿No es posible ser feliz y a la vez exitoso?

La cuadratura del círculo ¿es posible?

Parece que decir que “sí” a todo va a hacer de ti un tipo muy feliz, pero sin ningún logro destacable; por el contrario, diciendo que “no”, vas a lograr grandes objetivos, pero serás un solitario experto con una vida miserable. Por suerte, no todo en la vida es blanco y negro. Y nadie sobrevive si utilizar a diario el “sí” y el “no”.

Podríamos decir todo el rato que sí, pero entonces, lo más probable, es que no sobrevivamos por mucho tiempo

Para Barker, la cuadratura del círculo, aquello que nos permitirá ser a la vez felices y exitosos, reside en crear un espacio para centrarnos en el trabajo importante, en el que el “no” sea la norma, dejando el resto del tiempo para decir que “sí” a todo. El bloguero pone como ejemplo a Adam Grant, el profesor de negocios de moda en EEUU, que divide su calendario entre días en los que se concentra en el trabajo y sólo atiende emergencias, y días en los que está abierto a cualquier propuesta.

Por supuesto, lograr este balance es complicado, máxime en trabajos en los que, a diferencia de Grant, no puedes cerrar la puerta y pasar de todo el mundo. Pero merece la pena trabajar por encontrar el modo de ser felices sin que nuestras ambiciones caigan en saco roto. Al fin y al cabo, podríamos decir todo el rato que sí, pero entonces, lo más probable, es que no sobrevivamos por mucho tiempo.

Basta reflexionar un minuto para darnos cuenta de cuáles son las palabras más poderosas del abecedario: ¿Gracias? ¿Por favor? ¿Perdón? No, las palabras más poderosas, aquellas que mueven el mundo y marcan todas nuestras decisiones son “sí” y “no”, las primeras cuyo significado aprendemos, y las más universales.

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