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Nueva bofetada a la Ley de Seguridad: la UE exige que no se castigue a la prostituta
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SEGÚN UNA RESOLUCIÓN DEL PARLAMENTO EUROPEO

Nueva bofetada a la Ley de Seguridad: la UE exige que no se castigue a la prostituta

Europa enmienda al Gobierno: no se debe penar a la prostituta, sino al cliente. "Pretenden llevarnos a los clubes", dice Lucía, que ejerce desde hace 10 años

Foto: Manifestación contra la Ley de Seguridad Ciudadana convocada el 15 de febrero por Hetaira. (Foto: Efe)
Manifestación contra la Ley de Seguridad Ciudadana convocada el 15 de febrero por Hetaira. (Foto: Efe)

Lucía tiene 40 años y lleva más de 10 ejerciendo la prostitución. Cuatro de ellos en la carretera, hasta 2010, y hoy en las afueras de un polígono cerca de Madrid. Sabe bien lo que vende y lo que quiere: "Quiero libertad. Quiero tener la libertad de ejercer en lo que quiero, sin molestar a nadie,y de no hacerlo si no quiero. Los que legislan no nos escuchan. ¿Hablan con nosotras? Nunca. Y, sin embargo, cuando aprueban un reglamento, dicen que es por nosotras. Que quede claro que no vendemos nuestro cuerpo: vendemos un servicio. Igual que si limpio una escalera no estoy vendiendo mis manos", recalca.

Desde Europa ha llegado esta semana una resolución quecompromete uno de los proyectos del Gobierno español que aborda el tema de la prostitución. Se trata del polémico anteproyecto de Ley de Seguridad Ciudadana, que, entre muchas otras cosas, tipifica como infracción grave "el ofrecimiento, solicitud, negociación o aceptación de servicios sexuales retribuidos" en espacios públicos de uso de menores o en los que estas actividades puedan suponer un riesgo a la seguridad vial, es decir, en las carreteras. Según esta redacción, las multas, de 1.000 a 30.000 euros, se impondrían no sólo al cliente, sino también a la prostituta.

Es ese punto precisamente el que ahora rechaza Europa, que en laresolución aprobada el pasado miércoles "subraya que no debe penalizarse a las personas que ejercen la prostitución y pide a todos los Estados miembros que deroguen la legislación represiva" contra ellas, además de instarles a no desarrollar nuevas medidas en ese sentido. La primera conclusión es clara: el anteproyecto de Ley de Seguridad Ciudadana, atacada desde muchos otros frentes y por muchos de sus artículos -ha sido bautizada como 'ley mordaza'-, no respeta esta disposición del Parlamento Europeo.

Una prostituta, en el Bois de Boulogne (París, Francia). (Reuters)

"Esto es un trabajo, lo quieran ver o no. Y nosotras siempre hemos demandado un sitio en el que trabajar sin molestar ni ser molestadas, porque tampoco es plato de nuestro agrado incomodar a los vecinos o estar donde hay niños", narra Lucía, que no cuenta con más 'chulo' que sus obligaciones: "Mis proxenetas sonmis facturas del gas, de luz, de alquiler... Este no es un trabajo fácil, y no tiene nada de glamour, por mucho que algunos intenten dárselo: el único glamour está en el momento en que pagas la factura y tienes con qué calentarte", recalca. Lucía asegura que en la calle, bajo el sol y la lluvia,hay muchas como ella, con libertad para hablar con el cliente y pactar con él el servicio, y con capacidad para decir: 'Esto lo hago; esto no'. Las hay también con proxenetas y víctimas de la trata. Pero asegura que esa libertad que pueden tener en las carreteras algunas como ella es algo que no existe, ni de lejos, en los clubes:"Allí quien pone las normas es el dueño", señala; "allí tengo que compartir con él el 50% de las ganancias, y allí se imponen determinadas cosas como normas de la casa: hacer ciertos trabajos, por ejemplo, sin preservativo".

Las 'sex boxes' de Zúrich (Suiza), donde las prostitutas pueden ejercer. (Efe)Lucía asegura que desde hace un tiempo se siente menos segura, y no más protegida, por las leyes. "Ahora nos acosan. No podemos hablar tranquilamente con el cliente de qué vamos a hacer o qué no, y cada vez tenemos que ir más lejospara prestar un servicio". De 9 a 3, o de 11 a 7, según la estación del añoy la luz que la acompañe. Es el horario de la carretera, que evita la noche "porque la desgracia puede ser a cualquier hora, pero la oscuridad puede ser más propicia". Lucía compara su trabajo, como ella defiende que se llame y considere, con el del taxi: "Hay que salir a trabajar, a ver qué tal se da el día. Uno consigues siete clientes y al siguiente, ninguno. Yo el viernes pasado me volví sin nada a casa, porque las proposiciones que me hicieron no me gustaron", cuenta. Y dice que sí, que a veces bajo la lluvia se plantea que estaría mejor en otro trabajo, "pero como cualquier trabajador de cualquier oficio".

La cuestión para esta prostitutaes que tanto el anteproyecto de Ley de Seguridad Ciudadana -que pena a prostitutas y clientes- como la resolución europea -que propone penalizar sólo a estos últimos- lo que pretenden y consiguen es"aorillar" a las prostitutas, sacarlas de la calles, afincarlas en los clubes."Al final, quien penaliza al cliente me penaliza a mí también. Estas regulaciones nos llevan a la indefensión. Nos quitan espacios y no nos dan soluciones", relata esta prostituta. María José López Armesto, presidenta de la primera cooperativa de prostitutas en España, Sealeer, difiere de la visión de Lucía sobre la prostitución de carretera -"allí todas tienen su proxeneta", dice-, perocoincide con ella en las soluciones: "El Gobierno tendría que ver esto desde otra perspectiva. Deberían habilitarse sitios para que pudieran ejercer. Y en vez de pagar multas, deberían pagar ese alquiler".

Lucía tiene 40 años y lleva más de 10 ejerciendo la prostitución. Cuatro de ellos en la carretera, hasta 2010, y hoy en las afueras de un polígono cerca de Madrid. Sabe bien lo que vende y lo que quiere: "Quiero libertad. Quiero tener la libertad de ejercer en lo que quiero, sin molestar a nadie,y de no hacerlo si no quiero. Los que legislan no nos escuchan. ¿Hablan con nosotras? Nunca. Y, sin embargo, cuando aprueban un reglamento, dicen que es por nosotras. Que quede claro que no vendemos nuestro cuerpo: vendemos un servicio. Igual que si limpio una escalera no estoy vendiendo mis manos", recalca.

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