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La primera generación de clase media que vivirá mucho peor que sus padres
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TENDRÁN QUE RECURRIR A LAS HERENCIAS

La primera generación de clase media que vivirá mucho peor que sus padres

“Esta es la primera generación que vivirá peor que la de sus padres”. Esta manida afirmación parece haber sido refrendada por un reciente estudio británico

Foto: Los nacidos en los 60 y los 70 dependerán de la fortuna de sus padres. (Corbis)
Los nacidos en los 60 y los 70 dependerán de la fortuna de sus padres. (Corbis)

“Esta es la primera generación que vivirá peor que la de sus padres”. Todos hemos oído esta afirmación con relativa frecuencia durante el último lustro, desde que la crisis económica comenzó a golpear las expectativas de las generaciones más jóvenes, que ahora mismo se enfrentan a tasas de paro que superan el 50%. Sin embargo, apenas existen estudios que demuestren una tesis que necesita atender a variables muy diferentes para ser demotrada.

Por primera vez, una investigación británica ha sido capaz de responder en una encuesta a dicha cuestión y afirmar que los nacidos durante los años sesenta y los setenta tienen unas expectativas de futuro mucho peores que las de sus padres, especialmente en lo que concierne a la jubilación. El estudio, realizado por el Instituto de Estudios Fiscales (IFS) inglés, recuerda que la tendencia instaurada tras la Segunda Guerra Mundial por la cual cada generación esperaba vivir mejor que la precedente puede haberse revertido.

Un cambio ¿permanente?

El estudio señala que la generación analizada, la de los nacidos en los sesenta y los setenta –es decir, lo que en Estados Unidos equivaldría a los baby boomers–, que ahora tienen entre 43 y 53 años, necesitarán apoyarse en la herencia familiar si quieren disfrutar de una jubilación más relajada que la de sus padres. El cambio se ha producido durante la última década, ya que aquellos un poco más mayores no se han visto perjudicados en el mismo grado que estas generaciones.

Las generaciones más jóvenes probablemente tendrán que recurrir a la herencia de sus padres

Tres factores principales explican el cambio de tendencia: la reforma de las pensiones, el estancamiento de los sueldos y la subida de precio de los hogares. El estudio asegura que la generación analizada tiene menos casas en propiedad que sus predecesoras. Además, sugiere que si bien no goza de datos sobre las generaciones más jóvenes, las de los ochenta y los noventa, es poco probable que la situación cambie de manera significativa para ellos.

Andrew Hood, uno de los investigadores que han participado en el estudio, señala que “desde la Segunda Guerra Mundial, sucesivas generaciones han disfrutado de mayores ingresos y estándares de vida más altos que los de sus padres”. Algo que parece haber terminado para siempre, ya que “las generaciones más jóvenes probablemente tendrán que recurrir al dinero heredado para vivir mejor que sus padres en el retiro”.

La quinta que no pudo ahorrar

La encuesta pone de manifiesto una peculiaridad de la nueva generación que la distingue de sus mayores. Los nacidos entre 1960 y 1980 gozaron de más ingresos durante su juventud, pero gastaron todo el dinero adicional que recibieron a lo largo de toda su carrera profesional. A los 30 años, indica el estudio, los ingresos medios de alguien nacido durante los años setenta era un 20% superior a los de alguien nacido durante los 60, un 52% superior a alguien nacido durante los 50 y un 77% superior a los de alguien nacido durante los 40.

El destino económico de las generaciones nacidas en los sesenta y los setenta depende de manera relativa de la fortuna de sus padres

¿Qué pasó entonces? El grupo de investigación cree que aún hay que investigar más para conocer este desfase generacional a la hora de ahorrar, aunque el cambio en las costumbres y en la mentalidad de consumo que se produjo en los años ochenta puede tener mucho que ver. Como explica Hood, esta quinta no ahorró apenas nada del dinero que ganaron cuando eran 'jóvenes adultos', quizá por confiar en recibir una herencia más cuantiosa que la que generaciones previas disfrutaron.

“Sólo un 28% de las personas nacidas durante los años cuarenta podían esperar recibir herencia, pero la cifra se eleva al 70% entre las personas nacidas en los años setenta”, explica el autor. Curiosamente, aquellas personas que esperan recibir una herencia suelen juntarse en una relación con otras personas que también creen que recibirán una significativa cantidad de dinero. “El destino económico de las generaciones nacidas en los sesenta y los setenta depende de manera relativa de la fortuna de sus padres”.

La encuesta señala que las familias que procedían en un pasado de entornos más privilegiados notarán en un menor grado el efecto de este cambio de tendencia. “Las herencias esperadas se distribuyen de manera desigual y son más altas para aquellos que ya son ricos”, explica Hood. “El resultado sugiere que la rápida mejora en los resultados económicos de las nuevas generaciones que hemos visto en las últimas décadas puede haberse detenido”.

Un debate internacional

Dicha investigación sale a la luz en un momento en el que Reino Unido debate sobre algunos de los aspectos sensibles que toca, especialmente en lo que respecta a la continua escalada del coste de la vida en el país británico. Ed Miliband, líder del Partido Laborista inglés, se ha mostrado particularmente crítico con el empobrecimiento de las clases bajas y medias británicas.

Las nuevas generaciones se enfrentan a una creciente incertidumbre económica y personal

Una encuesta realizada en España a comienzos de este mismo año por el II Barómetro de la Familiapuso de manifiesto que el 64% de los jóvenes considera que va a vivir peor que sus padres. Una opiniónrefrendada, en el sentido inverso, por estos últimos, que comparten en un 64,2% la opinión de sus descendientes. Sin embargo, se trata de apreciaciones subjetivas.

Según la Encuesta de Condiciones de Vida realizada en 2012, de los adultos que llegaban a fin de mes con dificultad cuando eran adolescentes, el 13,5% se encuentra actualmente en riesgo de pobreza.Además, los datos de paro juvenil, que más del 20% de los españoles vivan por debajo del nivel de la pobreza o la desaparición de los ahorros familiares de generaciones pueden ser pistas de aquello que depara a los más jóvenes españoles en un futuro.

Pero no sólo a ellos.Libros como Baby Bust: New Choices for Men and Women and Work in Family (Wharton Digital Press) de Stewart Friedman ya anticipan un futuro en el que la incertidumbre vital y económica a la que han de enfrentarse los millenialsdetodo el primer mundo hará descender las tasas de natalidad.

“Esta es la primera generación que vivirá peor que la de sus padres”. Todos hemos oído esta afirmación con relativa frecuencia durante el último lustro, desde que la crisis económica comenzó a golpear las expectativas de las generaciones más jóvenes, que ahora mismo se enfrentan a tasas de paro que superan el 50%. Sin embargo, apenas existen estudios que demuestren una tesis que necesita atender a variables muy diferentes para ser demotrada.

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