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Sin vergüenza ni pudor: las cinco proposiciones de boda más curiosas
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EL "SÍ, QUIERO" EN TIEMPOS DE INTERNET

Sin vergüenza ni pudor: las cinco proposiciones de boda más curiosas

Internet y las redes sociales han contribuido a que nuestra vida sea más pública que nunca. Algo que también ha llegado al mundo del matrimonio

Foto: Lo romántico no siempre está reñido con lo mediático. (Corbis)
Lo romántico no siempre está reñido con lo mediático. (Corbis)

Internet y, con él, las redes sociales, han contribuido a que nuestra vida sea más pública que nunca: somos los protagonistas de nuestro Twitter, nuestro Facebook, nuestro Instagram, nuestro blog, etc. Como consecuencia directa, muchos momentos que tradicionalmente formaban parte de la vida privada de las personas han pasado a ser de índole pública. Algunos están en Youtube, y han recorrido las pantallas de todo el mundo.

Una de las acciones que da lugar a montarse una película al más puro estilo hollywoodiense y que ha pululado por internet con más éxito es la proposición matrimonial. No es de extrañar, pues el acto lo contiene todo: heroicidad, suspense, romance, emoción y, en muchas ocasiones, tintes de musical.

No obstante, no deja de resultar curioso, pues el momento en que uno emite la célebre pregunta es íntimo, velado, para dos. En estos casos modernos y cibernéticos, ni el novio –que es quien siempre lleva la iniciativa de montar el consabido vídeo– ni ella parecen vergonzosos o tímidos. Más bien ocurre al revés: sólo al espectador, en algunos momentos, puede surgirle una cierta vergüenza ajena, fruto de lo impúdico de airear así un momento tan íntimo.

Pero de shows vive el hombre moderno, y de grabarlos, subirlos y compartirlos se alimenta. De modo que aquí van las cinco proposiciones de matrimonio más curiosas en versión 2.0:

1. La más elaborada

Justin, de 29 años, es actor y director audiovisual, y decidió que no podía dejar de lado todas sus capacidades a la hora de preguntarle a su novia, Emily, aquello de "Will you marry me?". El vídeo ya supera los dos millones de visitas en Youtube, y contiene de todo: parodias de videoclips, canciones, persecuciones, el chico que no llega y la chica sonriente y rubia que mira a cámara. Finalmente, Justin llega al restaurante en el que Emily está viendo el film y, con toda su familia delante, le pide que se case con él, en el mismo lugar donde tuvieron su primera cita. El vídeo, romántico y también muy cursi, roza lo obsceno cuando Justin acude a la tumba del padre de Emily para pedirle la mano de su hija.

2. Los carteles

Todos recordamos aquella famosa escena de la película Love Actually en la que un chico se declara a una chica llamando a su puerta y, sin hacer el menor ruido, sosteniendo una serie de carteles que iba pasando y que contenían las frases que expresaban su amor.

Algo muy parecido, romántico y con un toque de humor, hizo Tim con su novia Audrey. Ella estaba cenando en un restaurante cuyas puertas eran de cristal. Desde detrás del mismo, Tim fue pasando una serie de carteles con frases y dibujos que explicaban cómo nunca creyó en el matrimonio hasta que la conoció a ella. Al final Audrey, sonriente y conmovida, se levanta para besarle y recibir un ramo de flores del que será su esposo. Es, quizás, la más sencilla de todas, pero el famoso film da cuenta de lo efectivo de la estrategia.

3. Las luces

Un vídeo casero, de lo más normal, de Marzo y su novia Lisa, que van andando por la calle, de noche. En un momento dado él le pide a ella que llame a un amigo. El amigo responde y, acto seguido, cuelga. Instantes más tarde el espectador comprende que se trataba de la señal: cuando Lisa mira a un rascacielos cercano, las ventanas del mismo se iluminan de manera que la pregunta "Lisa, will you marry me?" aparece iluminada en el gigantesco edificio. Tras un grito agudo y prolongado, Lisa responde, eufórica, que sí.

4. El cine

Ginny va, una tarde cualquiera, al cine con su hermano a ver una película. Su sorpresa será gigante cuando, en los anuncios previos a que comience el film, aparece el supuesto tráiler de su propia historia de amor: en pantalla gigante, su novio Matt le pide a su padre la mano de su hija. La reacción de la novia, en tiempo real, se ve en el vídeo al tiempo que el propio tráiler, que termina con una carrera del novio para llegar a los cines y besar a la que será su esposa. Metaficción al más puro estilo Hollywood.

5. El musical

Probablemente ésta sea la proposición más divertida y trabajada de todas las que aquí aparecen (y son sólo unas pocas de las muchísimas que hay en internet). Incluye toda la parte de show y espectáculo y, no obstante, está hecho de la manera más casera posible: no hay programas de televisión ni de radio ni cines ni luces que ayuden en el asunto. La novia se sienta en la parte de atrás de una furgoneta y se pone unos cascos. Al son de la canción que está escuchando, verá pasar ante sus ojos amigos y familiares que elaboran una suerte de videoclip, que termina con el novio, de chaqueta y de rodillas, preguntándole que si quiere casarse con él. Ella –oh misterio, oh suspense– responde que sí.

Internet y, con él, las redes sociales, han contribuido a que nuestra vida sea más pública que nunca: somos los protagonistas de nuestro Twitter, nuestro Facebook, nuestro Instagram, nuestro blog, etc. Como consecuencia directa, muchos momentos que tradicionalmente formaban parte de la vida privada de las personas han pasado a ser de índole pública. Algunos están en Youtube, y han recorrido las pantallas de todo el mundo.