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Sanidad recomienda extraer las prótesis mamarias PIP
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AÚN SE DESCONOCEN SUS EFECTOS A LARGO PLAZO

Sanidad recomienda extraer las prótesis mamarias PIP

La recomendación a las portadoras no tienen carácter de urgencia y se aconseja que se realice de forma planificada por el cirujano y la paciente

Foto: Las portadoras deberán contactar con su cirujano para someterse a una revisión. (Corbis)
Las portadoras deberán contactar con su cirujano para someterse a una revisión. (Corbis)

El Ministerio de Sanidad ha emitido una recomendación pública a las portadoras de las prótesis mamarias denominadas Poly Implant Prothèse (PIP), para que las retiren, aunque “sin carácter de urgencia” y siempre "de forma planificada por el cirujano y la paciente”. Unas recomendaciones que llegan un año después a la reacción de otros países, como es el caso de Francia. Estas prótesis están fuera del mercado desde 2010, cuando se confirmó el peligro por su alta tasa de rotura a los 10 años de su implantación.

La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha ratificado que no existe un mayor riesgo sanitario para las personas portadorasde prótesis PIP frente a las portadoras de otras prótesis mamarias, a pesar de que estos implantes se fabricaron con un gel de silicona diferente al declarado y evaluado, lo que puso en duda sus garantías por la agencia francesa del medicamento que, más tarde, confirmó la existencia de un fraude.

Procedimiento de actuación para las afectadas

En marzo de 2012 la AEMPS publicó el protocolo para la explantación, que contenía unos formularios de seguimiento a rellenar por el cirujano con el fin de recabar información sobre el comportamiento de estas prótesis en España. Transcurridos 18 meses,el Centro Nacional de Epidemiología, dependiente del Instituto de Salud Carlos III, ha realizado un informecon el análisis de los datos recibidos, correspondientes a 3.000 pacientes. En función de los datos recogidos, la AEMPS recomienda inicialmente a las personas portadoras de prótesis mamarias quecomprueben, a través de la tarjeta de implantación o el informe clínico, si se trata de las PIP. En caso de haberla extraviado, o si tuviesen dudas, deben solicitar una cita en el centro en el que se sometieron a la intervención para planificar un seguimiento adecuado.

Aunque no haya sintomatología clínica ni se detecta deterioro de las prótesis, la AEMPS aconseja igualmente planificar la explantación

Las portadoras deberán contactar con su cirujano para someterse a una revisión de sus prótesis y comprobar el estado de las mismas. El seguimiento, recomienda Sanidad,debe incluir control ecográficoy, en caso de no obtenerse una información concluyente, realizar una resonancia magnética. En caso de quese detecte o sospeche la rotura de prótesis, debe explantarse. Si no hay sintomatología clínica ni se detecta deterioro de las prótesis, la AEMPS aconseja igualmente planificar la explantación preventiva.

No obstante, el ministerio puntualiza que "los cirujanos deberán valorar las circunstancias individuales de las pacientes por si existieran razones médicas que aconsejen no realizar la explantación". El Ministerio también ha contactado con la Federación de Clínicas Privadas para que el sector privado ofrezca el tratamiento y seguimiento adecuados a sus pacientes, de acuerdo a las nuevas recomendaciones.

Una vida útil mucho menor

Una de las mayores preocupaciones de los cirujanos son las numerosas preguntas sin respuesta que siguen quedando en el aire respecto a los efectos a largo plazo sobre la salud de las prótesis PIP. Los componentes que se han localizado hasta el momento no son tóxicos, perola mayoría de cirujanos recomiendan que se retireny, en el caso de rotura, que se extraiga deforma urgente el gel de los tejidos implantados.

El porcentaje de ruptura de estas prótesis oscila entre el 7 y el 12%, mientras que en las demás está entre el 0,5 y el 1%

El porcentaje de rotura de estas prótesis oscila entre el 7% y el 12%, por lo quese deberían cambiar en un plazo de tres a cinco años tras su implantación. Unas cifras mucho más elevadas que lasde otras marcas del mercado, cuyo porcentaje de ruptura se encuentra entre el 0,5% y el 1%, por lo que su vida útil aumenta de los 20 a los 25 años.“Todavía se necesita que se realicen muchos más análisis de las prótesis cuando están implantadas para examinar las condiciones de temperatura y su impacto sobre el cuerpo”, según explicaba a este respecto en la prensa británica Rajiv Grover, presidente de la Asociación Británica de Cirujanos Plásticos, quien exigía a la compañía responsable “una respuesta más completa a la comunidad médica y, en particular, a los afectados”.

Cuando se rompe la prótesis y el gel se infiltra en elsistema linfático, se desconoce cuál puede ser el efecto sobre el organismo a largo plazo. Sin embargo, sí se ha confirmado que provoca unefecto irritante inmediato cuando entra en contacto con los tejidos.Además, en muchos casos, produce reacciones inflamatorias.

Efectos a largo plazo

Los últimos en alzar la voz contra los “implantes fraudulentos” han sido los científicosAndré MenacheyVictoria Martindale, en un duro artículo publicado en elJournal of the Royal Society of Medicine. Su mayor preocupación se centra en un producto químico utilizado en la prótesis que supuestamente actúa como un interruptor endocrino, lo que “podríatener graves efectos en las embarazadas porque dificultaría el desarrollo del fetoen el útero”.

Menache apunta en las conclusiones que la mayoría de lasmujeres que recibieron los implantes mamarios estaban en edad reproductivapor lo que anima a las autoridades públicas a seguir investigando los posibles riesgos de estas prótesis. En el texto los científicos alegaban también que, pese a no conocerse con exactitud toda la composición de las prótesis, sí se sabe que la silicona de base usada para su fabricación era de tipo industrial, además de contener aditivos para carburantes.

El Ministerio de Sanidad ha emitido una recomendación pública a las portadoras de las prótesis mamarias denominadas Poly Implant Prothèse (PIP), para que las retiren, aunque “sin carácter de urgencia” y siempre "de forma planificada por el cirujano y la paciente”. Unas recomendaciones que llegan un año después a la reacción de otros países, como es el caso de Francia. Estas prótesis están fuera del mercado desde 2010, cuando se confirmó el peligro por su alta tasa de rotura a los 10 años de su implantación.

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