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“La liberación de los presos es parte de todo proceso de negociación”
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MAIREAD MAGUIRE, PREMIO NOBEL DE LA PAZ

“La liberación de los presos es parte de todo proceso de negociación”

La Premio Nobel Mairead Maguire explica qué podría aprender España de la pacificación de Irlanda del Norte que ella misma impulsó

Foto: Mairead Maguire interviene en la ceremonia de apertura de la 13 edición de la Cumbre de Premios Nobel de la Paz en Varsovia (EFE)
Mairead Maguire interviene en la ceremonia de apertura de la 13 edición de la Cumbre de Premios Nobel de la Paz en Varsovia (EFE)

“El aliento de Dios corría a través de ella como la brisa del verano. Ella era una sonrisa. Ella era una oración. Era infinitamente valiente, saliendo a la calle y entrando en las casas de los 'enemigos' con un rostro alegre”. Estas son las palabras que la cantante Joan Baez dedicó a Mairead Maguire, fundadora de la organización Gente por la Paz, destinada a buscar una solución pacífica al conflicto de Irlanda del Norte y ganadora del Premio Nobel de la Paz en 1976 junto a su compañera Betty Williams.

En los pasillos, se habla con admiración del discurso de Maguire en la apertura de la XIII Cumbre de los Premios Nobel de la Paz celebrada en Varsovia y patrocinada por Mazda, y más de uno admite que se le han saltado las lágrimas ante su elocuencia. Su larga trayectoria como activista no abarca únicamente el conflicto norirlandés, pero es el que vivió –y sufrió– en primera persona, y a partir del cual podemos extraer útiles conclusiones en nuestro país, también golpeado por las luchas internas.

“Teníamos una sociedad muy dividida y un conflicto étnico muy politizado. Tardamos en darnos cuenta, después de un montón de violencia, de que esta no funciona, que el único camino es la paz”, explica a El Confidencial. “Una vez conseguido esto, necesitamos dialogar y sentarnos a negociar. Cuando empezamos en 1976, miles de personas empezaron a movilizarse a favor de la paz, lo que fue muy importante para allanar el camino para los políticos. La gente dijo no a la violencia y sí al diálogo”.

La posibilidad de una reconciliación

Si hay alguien que pueda hablar de temas como el perdón sin frivolizar ni sermonear, esa es Corrigan-Maguire. En 1976, sus tres sobrinos murieron atropellados por un fugitivo del IRA, Danny Lennon. Años después, su hermana, Anne, se suicidaría, incapaz de superar la pérdida, y Mairead se casaría con su cuñado, que la acompaña en su visita a Varsovia, casi treinta años después de la tragedia. ¿Es posible el perdón en tales circunstancias?

Los presos son parte de la comunidad y tienen que salir”

“Creo que en el proceso de Irlanda del Norte hay muchos ejemplos de familias que han sido golpeadas por los grupos paramilitares y que en el proceso de paz han dicho ‘perdonamos a los que han arrebatado la vida de mi familia’. Es lo que ocurrió con mi marido, cuyos tres hijos murieron”, señala Maguire. “Desde el primer día dijo ‘los perdono’, tenemos que seguir adelante y aprender a dejar estar las cosas”.

“Otro ejemplo. Cuando comenzó el proceso de paz en Irlanda del Norte, se dijo que algunos presos deberían ser liberados, pero hubo quien dijo ‘no, no deberían’. Sin embargo, hubo quien dijo que sí, que eran parte de la negociación. Son parte de la comunidad y tienen que salir”, cuenta. Maguire explica que ese fue un importante paso en la pacificación de Irlanda del Norte.

Sobre el odio y el diálogo

Uno se pregunta, escuchando el discurso de Maguire, si no es la excepción a la regla, una mujer con una poderosa fuerza de voluntad que le permite perdonar donde otros odiarían. “Supongo que vengo de una familia muy religiosa, que siempre ha creído de manera muy firme en la paz, así que tengo unos antecedentes muy claros”, explica. “Veíamos como los jóvenes cogían sus armas y consideraban que la violencia era el único camino. Nuestro mensaje era que no nos oponíamos a sus objetivos, pero que si querían una buena sociedad tenían que hacerlo por otros medios, es decir, a través de la resistencia pacífica y el diálogo”.

Si la gente se queda atrapada en el pasado, no puede mirar al futuro

Es fácil hablar del perdón, se le sugiere a Maguire, pero seguramente no todo el mundo pueda convivir con aquellos que en el pasado atacaron a sus familias. “Lo importante fue que las dos partes de la comunidad dividida empezasen a caminar en la misma dirección. La gente empezó a cruzar las fronteras para resolver las diferencias con la otra comunidad. Si la gente se queda atrapada en el pasado, no puede mirar al futuro”.

Sin embargo, para cerrar el libro definitivamente es necesario también reconciliarse con el pasado. “Tras una situación conflictiva, era necesario reconocer que había gente que iba a necesitar consuelo. Así que el gobierno puso en marcha programas para ayudar a la gente que estaba traumatizada. Otra cosa que hizo el gobierno fue crear un programa que consistía en que cada familia pudiese contar su historia y lo que le había ocurrido a sus seres queridos, algo muy importante para ellos”.

Del Ulster a Gaza

Durante los últimos tiempos, Maguire ha centrado su actividad en algunos de los polos más convulsos del planeta, como son Israel o Siria, país que visitó este mismo verano, y en el que aboga por la no intervención de agentes externos. “Los ciudadanos tienen la responsabilidad y el derecho de resolver sus propios problemas. No hay que permitir una intervención militar, sólo empeoraría las cosas”.

Hay que desmilitarizar Europa y gastar el dinero en otras cosas

Quizá pueda parecer excesivo aplicar también la fórmula del diálogo a un entorno como del Siria, en el que las complicaciones son tantas que pueden crear extrañas alianzas, los intereses extranjeros, muy claros, y las matanzas, diarios. Sin embargo, Maguire cree que como en el caso de Irlanda del Norte existen un factor esencial: “es muy importante que Siria no sea dividida, el país debe permanecer unido para resolver la situación”.

Sin embargo, las injerencias extranjeras están complicando el proceso. No sólo por parte de “gobiernos como los occidentales o Qatar”, que están proporcionando armas a los rebeldes, sino por “la llegada de miles de yihadistas extranjeros que están intentando derrocar al gobierno” y que afirma haber visto llegar en manadas durante su visita a Siria. Para Maguire, la solución pasaría por intentar tranquilizar a las partes y convocar elecciones el próximo año.

En lo referente a Palestina e Israel, Maguire tiene claro que la responsabilidad es de este último, que “ha violado las leyes durante los últimos 60 años”. Además, recuerda que “ha bombardeado Siria dos veces los últimos meses” y define la geopolítica de Oriente Próximo como un 'apartheid': “Los palestinos mueren y están siendo destruidos.Hay que decirle a las Naciones Unidas y a los gobiernos que paren la militarización de Israel que está siendo empleada en ocupar a los palestinos”.

Para terminar, y cuando se le pide a Maguire una solución para la crisis europea, la alma máter del Trinity College lo tiene claro: “hay que desmilitarizar Europa y gastar el dinero en otras cosas”. Un tema que, confiesa, ha hablado con su mejor amiga en España, la Reina Sofía.

“El aliento de Dios corría a través de ella como la brisa del verano. Ella era una sonrisa. Ella era una oración. Era infinitamente valiente, saliendo a la calle y entrando en las casas de los 'enemigos' con un rostro alegre”. Estas son las palabras que la cantante Joan Baez dedicó a Mairead Maguire, fundadora de la organización Gente por la Paz, destinada a buscar una solución pacífica al conflicto de Irlanda del Norte y ganadora del Premio Nobel de la Paz en 1976 junto a su compañera Betty Williams.

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