Cuáles son las preguntas que no nos atrevemos a hacer a los demás

Google Poético es la versión española de Google Poetics, creación de Sampsa Nuotio y Raisa Omaheimo, y gestionada por Laura Preger y Jonatan Scheines. La idea es original, poética y curiosa.

Surge a raíz de hallar poesías en los textos generados a través del sistema de autocompletar búsqueda de Google. Al comenzar a escribir algo en el cuadro de búsqueda, un algoritmo propone una serie de sugerencias, intentando predecir lo que el usuario está a punto de escribir. Pues bien, alguna mente creativa, curiosa, malpensante, surrealista o todo a la vez vio un día en la combinación de todas las ofertas de Google para completar la frase un resultado gracioso, absurdo, dadaísta, conmovedor e, incluso, con regularidad métrica.

Así, gracias a la combinación del algoritmo del buscador, se generan “poemas” que el usuario puede fotografiar. Deberá entonces enviar una captura de pantalla y, si el sitio web considera que tiene la calidad poética necesaria, lo añadirá a su archivo.

Los deseos ocultos de los usuarios

Más allá de la evidente originalidad y de la curiosidad que pueda suscitar la propuesta, debemos recordar que el sistema de autocompletar de Google está basado en las búsquedas previas de los usuarios de todo el mundo. Es decir: revela aquello que alguna vez alguien se atrevió a preguntarle al omnisciente buscador.

Hay muchas cosas que nunca le preguntaríamos a un conocido, a un amigo, a nuestra novia o a nuestro padre, pero nada nos avergüenza frente a la invitación de la pantalla silente.

“¿Por qué estoy solo?”, “¿Por qué no puedo bajar de peso?”, “¿Es muy pronto para decir te amo?”… son algunas de las preguntas que podemos observar. Así, el proyecto, más que relevancia poética tiene importancia sociológica o antropológica, pues muestra las más ocurrentes, absurdas, disparatadas o vergonzosas preguntas que algún ser humano del planeta, desde algún punto del globo, le hizo a Google.

El buscador acepta y recoge estas preguntas, y también otras muchas cosas, como canciones populares, títulos de libros o nombres de famosos, dando lugar a resultados de lo más divertidos.

En la propia página web se afirma: “Por supuesto, Google no es Shakespeare, ni García Lorca ni Borges. No puede revelar lo desconocido pero sí lo que nos preocupa internamente, nuestros miedos y prejuicios, nuestros secretos, nuestros deseos y anhelos como individuos contemporáneos”.

Merece la pena curiosear y sorprenderse de que alguien haya escrito alguna vez en la barra blanca del buscador cosas como “Me gustaría ser tu gato”, “Si me miraras jugar al fútbol”, “Me cago en el amor”, "Tengo pérdidas de color marrón", “Estoy pensando seriamente en comerme a su esposa”, “Godzilla era un dinosaurio”, “Cómo hacer el amor”, "La vida es bella online" o “En qué lugar se da el día jueves antes que el miércoles”.