La verdadera razón por la que nunca consigues mantener una dieta

Un régimen, tal como explica la RAE, no deja de ser un conjunto de normas referentes al tipo y cantidad de alimentos que debe ingerir una persona. Y como todo conjunto de normas, éste deja de funcionar si las quebrantamos.

Por mucho que nos empeñemos en buscar mecanismos para justificar lo contrario, una dieta sólo funciona si la cumplimos de forma estricta, y fracasa si nos olvidamos de ella, aunque sea dos días a la semana. Y esto es, según una encuesta que acaba de presentar la compañía dietética Forza Suplements, lo que le ocurre al 73% de las personas que están siguiendo una dieta: que la abandonan por completo a partir del viernes por la tarde.

Durante el fin de semana muchos nos entregamos con los brazos abiertos al exceso: cenas con los amigos, copas, comidas familiares… El número de calorías consumidas se multiplica y pensamos que recuperaremos lo perdido entre semana. Pero no es cierto. La mayoría de dietas suelen situarse por debajo de las 2.500 calorías al día para hombres y 2.000 para mujeres. Basta una comida copiosa con los amigos, seguida de unas copas, y una pequeña cena para que el consumo de calorías por día se dispare a las 3.500. Todos esto sin contar las calorías de aquellos que se van de parranda hasta las 6 de la mañana…

Una de cada tres personas que siguen una dieta la abandona durante el fin de semana

La encuesta elaborada por la empresa británica asegura que el 57% de los hombres consumen 10.000 calorías durante el fin de semana: 3.500 el viernes, 3.500 el sábado y 3.000 el domingo. Y el 46% de las mujeres consumen más de 8.000 calorías: 2.5000 el viernes, 3.5000 el sábado y 2.000 el domingo. Según el estudio, las mujeres se controlan el último día del fin de semana porque les entra remordimiento debido a los excesos del viernes y sábado, un arrepentimiento que en los hombres es inexistente.

Picoteo, cañas, pizza…

Como aseguran todos los expertos en nutrición, el mayor peligro para las dietas es el picoteo incontrolado, que se escapa a la pauta marcada por los regímenes y, además, suele tener un alto contenido en calorías. El fin de semana, aunque no salgamos, acabamos en el sofá, comiendo frente a la tele y en unos horarios distintos a los acostumbrados. Siete de cada diez personas reconocieron en la encuesta que suelen pedir, además, algún tipo de comida para llevar –la pizza y el telechino son las principales opciones–, que no es precisamente la opción más ligera.

Si por la noche nos lleva la pereza, por el día nos rendimos al puchero materno. Cerca del 70% de los encuestados explicaron que el fin de semana suelen tener, al menos, una comida familiar en la que las calorías suelen campar a sus anchas. Sí, podríamos llamar a nuestra madre para explicarles que estamos a dieta, pero pocos resisten la tentación de atiborrarse del guiso familiar.

El alcohol y el picoteo incrotalado es siempre lo que más engorda

El resultado de todo esto es que, pese a que un 85% de las personas sigue fielmente las dietas de lunes a martes, el 73% las abandonan durante todo el fin de semana. Pese a las diferencias entre sexos, hombres y mujeres superamos en tres días el consumo recomendado para los cuatro días restantes de la semana. Y así es imposible adelgazar.

Trucos para sobrevivir al fin de semana

Teniendo en cuenta lo difícil que resulta continuar con la dieta el fin de semana, debido principalmente a nuestros múltiples compromisos sociales, para muchos la única solución, además de encerrarse en casay tirar a la basura todos los folletos de comida rápida, pasa por elegir alternativas saludables en nuestras rutinas festivas.

Si salimos de tapeo y queremos que el consumo de calorías no se dispare la mejor opción con la que contamos es consumir refrescos light, cerveza sin alcohol o, simplemente, agua. Respecto a las tapas y raciones debemos intentar huir de todos los fritos y patatas y apostar por preparaciones tradicionales como la sepia a la plancha, las verduras a la parrilla, el pulpo a la gallega, las setas o el lacón, todas ellas alternativas más saludables que unas bravas o un plato de oreja.

Si seguimos estos consejos podemos preservar nuestra dieta sin renunciar a salir de casa. Todo es cuestión de actitud, perseverancia y tener una idea clara: el alcohol y el picoteo incontrolado es siempre lo que más engorda.