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Antes fueron Lucy y Mary Jane, ahora es Molly la mujer de la que todos hablan
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''UN LOBO CON PIEL DE CORDERO''

Antes fueron Lucy y Mary Jane, ahora es Molly la mujer de la que todos hablan

“¿Alguien ha visto a Molly?” Cuando Madonna lanzó esta pregunta el pasado año desde el escenario del Ultra Music Festival, en Miami (Florida), desde luego que

Foto: Antes fueron Lucy y Mary Jane, ahora es Molly la mujer de la que todos hablan
Antes fueron Lucy y Mary Jane, ahora es Molly la mujer de la que todos hablan

“¿Alguien ha visto a Molly?” Cuando Madonna lanzó esta pregunta el pasado año desde el escenario del Ultra Music Festival, en Miami (Florida), desde luego que no estaba buscando a ninguna amiga llamada Margaret. Más bien, se estaba refiriendo a la palabra que, en argot, se refiere a la variante del éxtasis que está arrasando en todo el planeta. Las críticas no se hicieron esperar y el músico Deadmau5 acusó a la cantante de hacer apología de las drogas; por su parte, Paul Van Dyk señaló que era “la peor decisión de toda la carrera de Madonna”. La intérprete de «Like a Virgin» respondió señalando que estaba aludiendo a «Have You Seen Molly?» una canción de su amigo Cedric Gervais, pero era demasiado tarde: Molly estaba en boca de todos.

Curiosamente, el último disco de la cantante se llamaba MDNA (Interscope), que puede interpretarse como un guiño al MDMA (nombre con el que se conoce a la 3,4-metilendioximetanfetamina, más popularmente conocido como éxtasis). Y de forma también bastante llamativa, la policía de Florida reconoció que no había reparado en dicha droga hasta que Madonna la mencionó en dicho festival, así que quizá el efecto no fuese tan pernicioso como parecería en un primer momento.

Su consumo se ha doblado desde 2004Sea como fuere, el caso de Madonna no es aislado, y la droga se encuentra ligada íntimamente a música como el hip-hop o la música de baile electrónica. Como ocurrió con otras drogas con nombre de mujer –la célebre Mary Jane que daba nombre a la marihuana, o la Lucy del LSD–, ha jugado un rol esencial en la relación entre música y fiesta. En el último álbum de Jay-Z se puede escuchar un verso en el que canta “I don’t pop up Molly, I rock Tom Ford”. También aparece en otras canciones como «Mercy» de Kanye West, «Beez in the Trap» de Nicky Minaj, o en algunas canciones de 2 Chainz. La popularidad de Molly, que obtiene su nombre de la palabra “molécula”, crece exponencialmente, y generalmente se define como una variante más pura del éxtasis, que se presenta en forma de cristal o de polvo, aunque su pureza está en entredicho ya que generalmente es mezclada con otro tipo de drogas como las sales de baño

Un lobo con piel de cordero

El número de pacientes que han terminado en urgencias por culpa de esta droga ha crecido de manera directamente proporcional a su uso, mucho más extendido durante los últimos años, especialmente en Estados Unidos, donde unas 12 millones de personas la han consumido. En muchos casos, en festivales musicales, raves o conciertos de electrónica. Según los datos de la Drug Abuse Warning Network, las visitas a urgencias relacionadas con este producto se han doblado desde 2004. Tan grande es el boom de este compuesto que hasta The New York Times dedicó recientemente un reportaje en profundidad a Molly.

La leyenda sobre los efectos que produce el MDMA hace que sus potenciales efectos negativos sean infravalorados a favor de los positivos. Estos (calma la ansiedad, hace al que la consume más empático con lo que le rodea y agudiza les sentidos) no tienen ninguno de los matices negativos asociados, a priori, con la heroína, el crack o incluso la cocaína. Es una “droga del amor”, como muchos de los que la toman se refieren a ella.

El 'martes de suicidio' se refiere al día en el que se produce el bajón del éxtasisDe lo que no se suele hablar es de sus efectos secundarios, quizá porque son menos evidentes que en el caso de otras drogas. Uno de los más claros en un primer momento, y que aparece repetido hasta la saciedad en las canciones anteriormente reseñadas, es la excesiva sudoración a la que suele dar lugar, asociada con el aumento de temperatura corporal que causa. Aunque, por supuesto, la cosa no queda ahí: según un estudio realizado en 2012 en la escuela de medicina de la Universidad de Miller, tres veinteañeros fueron atendidos por hemorragias cerebrales después de consumir Molly. Ninguno de ellos había padecido con anterioridad esta clase de problemas, lo cual ponía en tela de juicio la supuesta inocuidad de esta droga, que debido a que suaviza sus efectos con el tiempo, apenas produce adicción.

Además de causar deshidratación o problemas cardiacos, también puede dar lugar a esos bajones anímicos que llevaron a la aparición del término “Suicide Tuesday”, es decir, “martes de suicidio”, por ser aquel día de la semana en el que se solía experimentar el bajón químico que seguía a todo fin de semana de euforia. A largo plazo, se cree que el consumo de la droga puede ocasionar confusión, problemas de sueño o pérdida de memoria, especialmente si se consume junto a otras drogas como la marihuana. Por supuesto, lo peor que puede ocurrir es que haya sido cortada con otras sustancias y sigamos pensando que estamos tomando éxtasis puro.

No todos los científicos que han investigado el MDMA se muestran de acuerdo con esta visión alarmista. John Halpern, psiquiatra de la Universidad de Harvard, señala que Molly no perjudica los procesos cognitivos de los que la toman, al contrario que ocurre con el alcohol, tal y como defendió en una investigación publicada en febrero de 2011. Lo cual, indicaba en el estudio, no quiere decir que el éxtasis no sea dañino, ya que “puede contener contaminantes peligrosos, no hay etiquetas de aviso, no hay supervisión médica, y en algunos casos, la gente es dañada físicamente e incluso muere de sobredosis”, aunque sea algo poco frecuente.

Vieja historia, nuevos protagonistas

El MDMA o éxtasis fue sintetizado por primera vez en Alemania en 1914. Sin embargo, su primer momento de gloria se produjo a partir de la década de los años setenta, aunque aún no fuese utilizada como una droga recreativa. Más bien al contrario, su función era terapéutica: debido a los efectos de relajación y empatía que produce en sus consumidores, era empleada para facilitar la comunicación con los pacientes y la confesión de sus problemas. Como señala el National Institute of Drug Abuse, llegó a ser llamado “la penicilina del alma”, por el uso que tenía entre psiquiatras a finales de los ochenta y comienzos de los noventa.

Fue prohibida en Estados Unidos en 1985Todo cambiaría con la llegada de los años noventa, la era de la música electrónica de baile y los grandes festivales, el entorno propicio para el consumo de esta sustancia. También los parqués de Wall Street, donde, junto con la cocaína, era la droga preferida de los corredores de bolsa, aunque fuese declarada ilegal en 1985. Durante unos años, el éxtasis desapareció, hasta que volvió en forma de Molly. Durante los últimos años, la droga también ha retornado a los circuitos médicos, y se está volviendo a experimentar con ella como una forma de aliviar el estrés post traumático y la ansiedad en pacientes terminales de cáncer. Como sugieren las últimas noticias, Molly aún dará mucho de que hablar.

“¿Alguien ha visto a Molly?” Cuando Madonna lanzó esta pregunta el pasado año desde el escenario del Ultra Music Festival, en Miami (Florida), desde luego que no estaba buscando a ninguna amiga llamada Margaret. Más bien, se estaba refiriendo a la palabra que, en argot, se refiere a la variante del éxtasis que está arrasando en todo el planeta. Las críticas no se hicieron esperar y el músico Deadmau5 acusó a la cantante de hacer apología de las drogas; por su parte, Paul Van Dyk señaló que era “la peor decisión de toda la carrera de Madonna”. La intérprete de «Like a Virgin» respondió señalando que estaba aludiendo a «Have You Seen Molly?» una canción de su amigo Cedric Gervais, pero era demasiado tarde: Molly estaba en boca de todos.