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"Esto ya lo he vivido": las hipótesis científicas que explican los 'déjà vu'
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LOS MISTERIOS DEL CEREBRO

"Esto ya lo he vivido": las hipótesis científicas que explican los 'déjà vu'

“Esto ya lo he vivido antes” es una expresión que solemos escuchar con relativa frecuencia, al igual que la respuesta más habitual en estos casos: “Será

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"Esto ya lo he vivido": las hipótesis científicas que explican los 'déjà vu'

“Esto ya lo he vivido antes” es una expresión que solemos escuchar con relativa frecuencia, al igual que la respuesta más habitual en estos casos: “Será un déjà vu”. Siete de cada diez personas declaran haber vivido, al menos, uno de estos perturbadores episodios, pero su generalización no ha sido suficiente para consensuar una única explicación científica, aunque las diversas teorías (neuropsicológicas, orinológicas o incluso parapsicológicas) sí han permitido conocer mejor este fenómeno cognitivo.

Todas las hipótesis coinciden en vincular los déjà vu a una anomalía psíquica que nos produce la sensación de estar viviendo una realidad ya experimentada con anterioridad. El primer científico en reportar este fenómeno fue Émile Boirac en su ensayo L'Avenir des sciences psychiques (‘El futuro de las ciencias psíquicas’), describiendo estas experiencias en personas que sufrían epilepsia.

La investigación con este tipo de pacientes relacionó los déjà vu con un tipo de actividad convulsiva en el lóbulo temporal, una parte del cerebro asociada a la percepción sensorial y a la memoria. Esta tesis defiende que se trata de una especie de solapamiento del sistema neuronal responsable de la memoria a corto plazo con los de la memoria a largo plazo. Es decir, que los sucesos pertenecientes al presente se perciben, aunque solo sea durante unas décimas de segundo, como si fuesen del pasado. Una disfunción que se ocasionaría más habitualmente en las personas con algún tipo de trastorno psíquico.

Del inconsciente al consciente

Las teorías neuronales son, a día de hoy, las que más aceptación han tenido entre la comunidad científica. De entre ellas destaca la que explica los déjà vu como un retraso en el recorrido óptico, por lo que serían el resultado de la percepción retardada en el cerebro de una imagen.La incapacidad para recordar el origen de una experiencia previa provoca una sensación de familiaridad con la realidad presente

Las investigaciones sobre este sujeto de estudio han destacado por su escasez, principalmente, debido la imposibilidad de recrear este tipo de fenómenos en el laboratorio (las últimas recreaciones se han llevado a cabo mediante el método de la hipnosis). Una de las primeras científicas en intentarlo fue la profesora de psicología cognitiva de la Universidad de Colorado Anne Cleary. Según sus estudios, los déjà vu se producen cuando nos viene a la memoria un recuerdo que no acaba de generarse correctamente, como si nos fallase la memoria. El ejemplo que más emplea es el del museo del Louvre.

“Imagínese que lo visita por primera vez y mira hacia la pirámide de la entrada. En ese momento, su cerebro activa recuerdos de películas que han filmado esa misma imagen o fotografías de libros”, pero no los llegamos a relacionar con la fuente original. Según explica Cleary, “la incapacidad para recordar el origen de la experiencia primaria provoca una sensación de familiaridad con la realidad que se está viviendo”.

Recreaciones en laboratorio

La familiaridad entre las imágenes que tenemos en el subconsciente y las que estamos viviendo en ese momento sería el resultado de nuestra incapacidad temporal para configurar los parámetros espacio-temporales. Para probar esta hipótesis, la psicóloga cognitiva trató de inducir artificialmente los déjà vu a un grupo de voluntarios. Para ello utilizó el famoso juego de simulación llamado Los Sims, mediante el que construyó dos escenas con experiencias diferentes pero con un diseño similar. El resultado tras experimentar ambos escenarios fue que “los voluntarios tuvieron una mayor sensación de déjà vu y tuvieron dificultades para recordar la fuente original de esa experiencia previa”.Los sucesos pertenecientes al presente se pueden percibir como si se hubiesen producido en el pasado debido a un fallo neuronal

La psicóloga Edward Titchener ya propuso una teoría similar en 1928 para explicar este tipo de episodios, aunque poniendo énfasis en los automatismos. “Cuando cruzamos la calle miramos instintivamente hacia la izquierda, pero si algo llama la atención a nuestra derecha dirigimos la mirada hacia esa dirección. Al mirar luego otra vez a la derecha nuestro cerebro puede haberse olvidado del primer vistazo, por lo que la imagen que percibimos nos produce la sensación de algo familiar, ya vivido, aunque en realidad solo es que lo acabamos de ver”, apuntaba Titchener.

Otras teorías con menos base científica sostienen que los déjà vu son fruto del recuerdo de un sueño almacenado en el inconsciente y que nos vuelve a la memoria al experimentar una situación con elementos similares durante la vigilia. En este caso, se trata de un recuerdo que no se corresponde con la realidad porque nunca ha sucedido. Son solo una idealización inconsciente.

Los tres tipos de déjà vu: conocimientos, sentimientos y lugares

El médico Arthur Funkhouser, que centró una buena parte de sus investigaciones en analizar este fenómeno, ha clasificado los déjà vu en tres tipos distintos: los déjà vécu, los déjà sentí, y los déjà visité. Para distinguirlos es importante identificar la fuente de la sensación (ideas, sentimientos o lugares). Los primeros los define como una sensación en la que se incluye una gran cantidad de detalles y que percibimos exactamente como si se hubiesen producido en otra ocasión anterior. Algo así como si nos estuviésemos anticipando a lo que va a pasar o lo que se va a decir.

Los déjà sentí son similares a los del primer del tipo, pero no permanecen en la memoria de la persona que los experimenta, sino que se trata solo de una sensación más que de una construcción mental de un acontecimiento. Por último, los déjá visité son experiencias que se producen con menos frecuencia y que responden a la sensación de conocer un lugar que nunca antes habíamos visitado. Llevado al extremo, una persona podría saber moverse intuitivamente por una ciudad en la nunca antes se había estado.

“Esto ya lo he vivido antes” es una expresión que solemos escuchar con relativa frecuencia, al igual que la respuesta más habitual en estos casos: “Será un déjà vu”. Siete de cada diez personas declaran haber vivido, al menos, uno de estos perturbadores episodios, pero su generalización no ha sido suficiente para consensuar una única explicación científica, aunque las diversas teorías (neuropsicológicas, orinológicas o incluso parapsicológicas) sí han permitido conocer mejor este fenómeno cognitivo.