Es noticia
¿Cómo podemos reducir la ansiedad con la que vivimos?
  1. Alma, Corazón, Vida

¿Cómo podemos reducir la ansiedad con la que vivimos?

Podemos definir la ansiedad como el estado de ánimo que se genera cuando imaginamos que nos vamos a encontrar con un problema en el futuro y

Podemos definir la ansiedad como el estado de ánimo que se genera cuando imaginamos que nos vamos a encontrar con un problema en el futuro y que vamos a ser incapaces de resolverlo. Como vemos, la ansiedad es la consecuencia de una utilización incorrecta de la imaginación. Empezamos a sufrir hoy por lo que en realidad no sabemos si ocurrirá o no en el futuro.

Existe una gran división en nuestra mente. Por un lado, está lo que se denomina la mente del ego y que tiene que estar permanentemente enfocada en el pasado o en el futuro. Por otra parte, está la mente del ser que está enfocada en lo único real, que es el momento presente. Si reflexionamos un poco, enseguida descubriremos lo que nos cuesta estar en lo que hacemos y la tendencia de nuestra mente a volar al pasado o al futuro. La capacidad de enfocarse en el momento presente, sea tomándose una ensalada, leyendo un libro o montando en bicicleta, nos lleva a lo que se denomina la atención plena o mindfulness. Cuando llegamos a este estado de concentración, todo fluye de una manera natural, nuestra inteligencia actúa de una manera mucho más precisa y nosotros nos sentimos serenos y relajados. 

La mente del ser está enfocada en lo único real: el momento presente

Los estudios que se han hecho con voluntarios que se entrenaron en este tipo de práctica durante veinte minutos al día y a lo largo de ocho semanas han demostrado cambios sustanciales a nivel del tejido cerebral. Si no hubieran sido cambios significativos, no habría habido manera de medirlos. Utilizando técnicas de neuroimagen, se pudo comprobar un aumento en la función del área prefrontal izquierda del cerebro. Este área no sólo es esencial para tomar buenas decisiones, aprender y ser creativo, sino que además es el área que controla los núcleos amigdalinos del cerebro, que son la base de nuestra ansiedad y nuestros miedos. Esto quiere decir que un entrenamiento para llevar nuestra atención al momento presente a lo largo de ocho semanas y durante veinte minutos al día, potencia muchas de las capacidades más importantes de nuestro cerebro y además nos hace sentirnos más valientes y confiados.

La atención focalizada

Otro de los efectos que se ha observado tras la práctica de este tipo de entrenamiento es la mejora en el funcionamiento del sistema inmunológico, que nos protege frente a bacterias, virus y tumores. En algunos de los mejores hospitales del mundo se enseña a los enfermos a que practiquen este tipo de ejercicios para hacer frente con más éxito a su enfermedad.

Hay muchas personas que me han comentado su incomodidad practicando estos ejercicios de atención plena. Las razones son diversas. En una sociedad caracterizada por las prisa y por la capacidad de hacer varias cosas al mismo tiempo como es la nuestra, no se recibe con agrado la propuesta de dedicarte plenamente a eso que estás haciendo y a nada más. Tal vez sea ésta una de las razones que expliquen la subida espectacular de los cuadros de ansiedad en los últimos quince años. Hay veces que nos movemos mucho y avanzamos muy poco. 

Cuando me siento a escuchar a alguien, esa persona y ese momento se convierten para mí en todo mi mundoPor eso creo que es importante, aunque nos cueste, hacer estos ejercicios que nos permiten estar plenamente en el aquí y el ahora. Imaginémonos el impacto que, por ejemplo, tiene para una persona a la que estamos escuchando al experimentar nuestra atención plena y no la mirada perdida de alguien que se siente tal vez obligado a estar ahí escuchando, pero que preferiría estar en otro lugar. Nunca olvidaré las palabras de uno de mis maestros, el Dr. Poster, cuando me dijo: “Cuando me siento a escuchar a alguien, esa persona y ese momento se convierten para mí en todo mi mundo”.

Yo sé que es importante consultar nuestra experiencia pasada y proyectar estrategias para el futuro. Sin embargo, esto no debe de ser la excusa para olvidarnos del momento presente. Como dice el maestro de Kung Fu Panda: “El ayer es historia, el mañana es misterio, pero el hoy es un regalo y por eso, lo llamaremos presente”.

Podemos definir la ansiedad como el estado de ánimo que se genera cuando imaginamos que nos vamos a encontrar con un problema en el futuro y que vamos a ser incapaces de resolverlo. Como vemos, la ansiedad es la consecuencia de una utilización incorrecta de la imaginación. Empezamos a sufrir hoy por lo que en realidad no sabemos si ocurrirá o no en el futuro.