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La (adictiva) razón por la que no podemos evitar picar entre horas
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EL BAJO ÍNDICE GLUCÉMICO, LA CLAVE

La (adictiva) razón por la que no podemos evitar picar entre horas

El consumo de carbohidratos altamente procesados genera adicción. Los mecanismos cerebrales que se activan desde el momento en el que se ingieren este tipo de alimentos,

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La (adictiva) razón por la que no podemos evitar picar entre horas

El consumo de carbohidratos altamente procesados genera adicción. Los mecanismos cerebrales que se activan desde el momento en el que se ingieren este tipo de alimentos, hasta cuatro horas después, son los mismos que entran en funcionamiento tras el consumo de sustancias estupefacientes, según un reciente estudio publicado en el último número de la revista científica American Journal of Clinical Nutrition por un grupo de investigadores del Hospital Infantil de Boston.

Los zumos altamente procesados, las galletas, los cereales o, incluso el pan, estimulan las regiones cerebrales implicadas en las conductas de recompensa y castigo. Como consecuencia, se dispara el apetito y el riesgo de padecer obesidad, tal y como se subraya en las conclusiones del estudio. Por tanto, el consumo de estos alimentos está regulado por los centros neuronales del placer que contienen dopamina.

El médico David Ludwig, autor principal de la investigación y director de la New Balance Foundation Obesity Prevention Center, recuerda que esta parte del cerebro (denominada científicamente como núcleo accumbens) es la responsable de las conductas adictivas y, por tanto, “está ligada al abuso de sustancias y a la dependencia”.

El motivo por el que picamos entre horas

Para obtener estos resultados, los investigadores analizaron una serie de imágenes cerebrales de personas con obesidad obtenidas mediante resonancias magnéticas funcionales (MRI). A partir de estas imágenes pudieron observar la actividad de esta zona del cerebro y determinar así su influencia en las conductas alimentarias.La zona del cerebro que se activa con estos alimentos está ligada al abuso de sustancias y a la dependencia

El experimento se llevó a cabo con personas obesas a las que se dividió en dos grupos. Al primero de ellos se les pidió que tomasen un batido que contenía carbohidratos de digestión rápida (alto índice glucémico). Al segundo grupo se le dio un batido con las mismas calorías, sabor y dulzura, pero con la diferencia de que los carbohidratos que contenía eran de digestión lenta (bajo índice glucémico), en lugar de rápida.

Tras haber consumido los batidos, los participantes del primer grupo experimentaron un mayor aumento de los niveles de azúcar en sangre que los del segundo grupo. Unos niveles que, cuatro horas más tarde, cayeron a los índices normales previos. Esta disminución drástica de la glucosa en sangre se asocia con una serie de disfunciones en el apetito que, básicamente, se traducen en un hambre excesiva.

Tratamientos más eficaces contra la obesidad

A diferencia de otros estudios previos, el equipo dirigido por Ludwig no solo evaluó las reacciones cerebrales producidas justo después de comer, sino durante varias horas después. Otro de los aspectos más novedosos que aporta este estudio es el hecho de que son los niveles de glucosa, y no otros factores dietéticos como las calorías, los culpables de alterar la función cerebral y potenciar el apetito.

Para luchar contra la obesidad, apunta el director del de la New Balance Foundation Obesity Prevention Center, “debemos promocionar las dietas basadas en el consumo de alimentos con bajo índice glucémico, pues ayudan a reducir los antojos alimentarios y controlar el impulso que las lleva a comer en exceso”.

El autor principal de la investigación es consciente de que la tesis de la adicción a la comida “continúa siendo provocadora, pero cada vez está más clara, lo que no quita que debamos seguir realizando estudios observacionales y epidemiológicos”. Al mismo tiempo, Ludwig apunta la necesidad de trasladar estos resultados a la comunidad médica para mejorar los tratamientos a los pacientes que necesitan bajar de peso.

El consumo de carbohidratos altamente procesados genera adicción. Los mecanismos cerebrales que se activan desde el momento en el que se ingieren este tipo de alimentos, hasta cuatro horas después, son los mismos que entran en funcionamiento tras el consumo de sustancias estupefacientes, según un reciente estudio publicado en el último número de la revista científica American Journal of Clinical Nutrition por un grupo de investigadores del Hospital Infantil de Boston.