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El catálogo de cosas que nunca debes hacer, según Charlie Sheen
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El catálogo de cosas que nunca debes hacer, según Charlie Sheen

Las nuevas tecnologías nos han convertido en maleducados, aseguran muchos, y no sólo porque parezca imposible mantener una conversación mirando a los ojos de la otra

Foto: El catálogo de cosas que nunca debes hacer, según Charlie Sheen
El catálogo de cosas que nunca debes hacer, según Charlie Sheen

Las nuevas tecnologías nos han convertido en maleducados, aseguran muchos, y no sólo porque parezca imposible mantener una conversación mirando a los ojos de la otra persona. Nos hemos acostumbrado a solucionar nuestros problemas a través de correos electrónicos o mensajes cortos de móvil. Sin embargo, sigue existiendo una serie de situaciones sociales que aún somos conscientes que no pueden solucionarse de esa manera, sino que tienen que hablarse cara a cara. Una de ellas es el anuncio de un despido, que al igual que ocurriría con una ruptura amorosa, es un asunto tan delicado que debe permitir el calor personal que implica la cercanía física. Por supuesto, exigir a una compañera que abandone su trabajo no es algo que deje en buen lugar a nadie, menos aún si es por mensaje móvil y va acompañado de insultos. Pero no todo el mundo piensa así. Al menos, Charlie Sheen no.

Según informa la prensa americana, el polémico actor americano protagonista de Anger Management ha utilizado sus artimañas para conseguir que su compañera en la serie, Selma Blair, sea despedida. El motivo de la controversia han sido unos comentarios realizados por la actriz de 40 años en los que, supuestamente, ponía en tela de juicio la ética de trabajo de su partenaire (entre otras razones, por llegar tarde a los rodajes), y que la actriz trasladó a los productores ejecutivos del programa de televisión. Selma Blair interpreta el papel de terapeuta de Sheen en la serie, que a su vez, da vida a Charlie Goodson, un jugador de béisbol que, como ocurría con James Gandolfini en Los Soprano, se sometía a terapia para poner remedio a su comportamiento violento.

Sheen amenazó con no volver a la serie si Blair no era despedidaLa respuesta de Sheen no se ha hecho esperar, haciendo poco honor al título de la serie (“el manejo de la ira”), y ha conseguido terminar con el recorrido de Blair en la serie. Por ejemplo, amenazando con no volver al set de la serie si su compañera no era despedida, ya que Sheen consideraba que la auténtica estrella de la serie era él. Además, parece ser que el actor había enviado previamente a la protagonista de Hellboy (Guillermo del Toro, 2004) un mensaje salido de tono en el que la llamaba “zorra” (“cunt”), según ha dado a entender Deadline, en el que además le exigía que abandonase la serie cuanto antes. Una nota de prensa publicada por la productora de la serie, Lionsgate, aseguraba que la actriz no volvería a aparecer en la sitcom pero que, de todas formas, le deseaban lo mejor.

Charlie Sheen saltó a la primera plana de la prensa rosa (y amarilla) después de que su mujer Brook Mueller lo denunciase por malos tratos, y desde entonces, cada cierto tiempo es objeto habitual de polémica. En muchos casos, hasta tal punto que se ha sugerido que este tipo de comportamientos no tienen otro objetivo que el de promocionar su figura y ayudarlo a recuperar su fama perdida (por mucho que le hayan perjudicado profesionalmente). Sea inocente o culpable, lo que resulta claro es que Sheen no tiene ninguna clase de tapujo a la hora de dejar cadáveres en su camino hacia no se sabe muy bien dónde, sin ningún escrúpulo.

Las nuevas tecnologías nos han convertido en maleducados, aseguran muchos, y no sólo porque parezca imposible mantener una conversación mirando a los ojos de la otra persona. Nos hemos acostumbrado a solucionar nuestros problemas a través de correos electrónicos o mensajes cortos de móvil. Sin embargo, sigue existiendo una serie de situaciones sociales que aún somos conscientes que no pueden solucionarse de esa manera, sino que tienen que hablarse cara a cara. Una de ellas es el anuncio de un despido, que al igual que ocurriría con una ruptura amorosa, es un asunto tan delicado que debe permitir el calor personal que implica la cercanía física. Por supuesto, exigir a una compañera que abandone su trabajo no es algo que deje en buen lugar a nadie, menos aún si es por mensaje móvil y va acompañado de insultos. Pero no todo el mundo piensa así. Al menos, Charlie Sheen no.