Los beneficios para la salud de la Nueva Dieta Nórdica

A la dieta mediterránea le ha salido un fuerte competidor. Se trata de la Nueva Dieta Nórdica, como la han apodado los nutricionistas, y sus beneficios para la salud son iguales o mejores que los de la mediterránea, según defienden varios estudios científicos. Basada en el consumo elevado de pescado azul, vegetales, cereales, frutos del bosque y aceite de colza reduce el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y aumenta los niveles del colesterol bueno, como han demostrado los resultados de la investigación Effects of an isocaloric healthy Nordic diet publicada en el Journal of Internal Medicine.

En dicho estudio, llevado a cabo por una treintena de médicos de varias universidades y hospitales públicos de Noruega y Suecia, participaron un centenar de pacientes con problemas cardíacos. Todos ellos se sometieron durante medio año a una estrictica dieta nórdica, en la que tenían prohibido el consumo de carne roja y lácteos bajos en grasas y se limitaba el azúcar al mínimo. En el mismo estudio se creó otro grupo de control, cuyos miembros no tenían problemas de salud y realizaron una dieta más laxa, que les permitía consumir mantequilla en lugar de aceite y carnes rojas, aunque el número de calorías era el mismo para ambos grupos.

La conclusión tras analizar los resultados fue que “la Nueva Dieta Nórdica reduce en un 10% el riesgo de sufrir enfermedades coronarias”. Para los investigadores no hay duda de que la clave para reducir el colesterol malo consiste en aumentar el consumo de pescado azul, que contiene ácidos grasos omega-3, y reducir el de carne roja, con ácidos grasos saturados. Otra de las conclusiones más destacables del estudio fue que este tipo de dieta reduce entre un 20 y un 40% las posibilidades de contraer diabetes de tipo 2, así como la obesidad.

Los puntos débiles de la dieta

De entre los numerosos estudios que desde hace un par de años tratan de dar cuenta de los beneficios de la dieta nórdica, existen algunos de ellos que advierten sobre el alto contenido de mercurio en algunos pescados, sobre todo si se consumen crudos, como suele ser el caso del salmón. Así lo advierte una investigación de Claude Mona, de la Universidad de Copenhague, en la que subraya la necesidad de comer distintas variedades de pescados cocinados para reducir los niveles de mercurio y conseguir una mayor aportación de diferentes vitaminas y minerales.La dieta nórdica reduce entre un 20 y un 40% las posibilidades de contraer diabetes de tipo 2

Uno de los puntos débiles de la dieta nórdica frente a la mediterránea es que no se ha podido demostrar que mejore la presión sanguínea o la sensibilidad a la insulina, dos factores directamente relacionados directamente con el síndrome metabólico. Por otra parte, la dieta nórdica tampoco está indicada para adelgazar.

La singularidad de la dieta propia de los países escandinavos está muy alejada aún de los hábitos alimenticios de los españoles, además de que incluye alimentos, como las bayas u otros frutos del bosque, que no forman parte de nuestra alimentación cotidiana. Además, no son pocos los nutricionistas que advierten sobre la falta de equilibrio alimentario al no poder consumir ciertos tipos de productos como los derivados lácteos o la carne roja. Por último, el precio de la cesta de la compra también es mucho más elevado en el caso de la dieta nórdica que en el de la mediterránea.