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El concurso que no da un trofeo al ganador, sino un trabajo real
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“TE COLOCA EN LA LIGA LABORAL MUNDIAL”

El concurso que no da un trofeo al ganador, sino un trabajo real

Hace unos años habría parecido una propuesta peculiar, pero en el contexto actual, es cada vez más probable que iniciativas como la de Ernst & Young

Foto: El concurso que no da un trofeo al ganador, sino un trabajo real
El concurso que no da un trofeo al ganador, sino un trabajo real

Hace unos años habría parecido una propuesta peculiar, pero en el contexto actual, es cada vez más probable que iniciativas como la de Ernst & Young Abogados sean cada vez más frecuentes. Por segundo año consecutivo, la firma ha convocado los premios Young Tax Professional of the Year, que se postulan como “una puerta abierta al mercado de trabajo en un entorno internacional” y que consisten en, además de 6.000 euros y el reconocimiento del propio premio, un trabajo en la división internacional de la firma.

Como indica José Luis Risco, director de Recursos Humanos de Ernst & Young, lo que diferencia esta iniciativa de otras es su alcance mundial, ya que después de la selección del ganador nacional, este pasa a competir con los de otros 87 países de donde surge un ganador absoluto que colaborará directamente con las principales oficinas, localizadas en Londres, Washington y Hong Kong. En definitiva, parece otra manera alternativa de contratación y reconocimiento del talento donde todos salen ganando.

Pasar inmediatamente al panorama internacional es muy importante en un momento en el que el mercado español es tan complicadoEn un momento en el que cada vez es más complicado acceder a un mercado laboral que parece haber cerrado sus puertas para los recién licenciados y estudiantes de posgrado (precisamente a los que va dirigida la convocatoria), lo que ofrece es la posibilidad de entrar en el mundo laboral por la puerta grande. “Te coloca directamente en la liga mundial de los empleados”, indica Risco. “Además, es un valor añadido para los estudiantes, ya que se trata de una competición única. Pasar inmediatamente a la escena global es muy importante en un momento en el que el mercado español es tan complicado”.

¿El futuro de la contratación?

Otras propuestas similares han comenzado a proliferar en el entorno laboral. Quizá el más evidente sea el caso de Australia, que ofrecía “los mejores trabajos del mundo” como invitación a aquellos que se atreviesen a acudir al país austral. Si bien a diferencia del caso de Ernst & Young, se trataba de un país y no de una empresa, la voluntad de obtener el mejor talento y ponerlo a prueba es semejante.

La campaña lanzada por la oficina de turismo de Australia ofrecía “la posibilidad de viajar, mucho tiempo libre o cierta emoción” como reclamo para intentar que miles de jóvenes de todas las partes del globo se atraviesen a acudir el despoblado país y, de esa manera, aprovecharse del talento desperdiciado en otros lugares. Incluso el cantante Kid Rock llevó a cabo un proceso de selección en el que ofrecía un trabajo de 10.000 dólares y el salto a la fama a sus fans. Aunque es muy diferente a lo realizado por la firma, lo que cada vez está más claro es que mientras en un pasado los procesos de selección eran cerrados, en el futuro cada vez serán más abiertos y, con ello, las grandes firmas podrán elegir con más exactitud qué clase de profesional desean contratar.

Una relación beneficiosa para ambos

¿En qué salen ganando tanto el contratante como el contratador? “Buscamos el talento. Para nosotros, es una manera de identificar a los estudiantes que tienen un espíritu emprendedor y global”. La propia competitividad que favorece el concurso contribuye al esfuerzo del candidato, que a diferencia de lo que ocurriría con una entrevista de trabajo convencional, no ha de presentar unos credenciales previos o unas referencias, sino que depende únicamente de su esfuerzo y talento en localizar y desarrollar un caso sobre actualidad tributaria.

Los procesos de selección son cada vez más abiertos¿Y el contratado, qué gana, más allá del premio económico y un trabajo, que no es baladí hoy en día? “Te identifica como el mejor fiscalista del año, es un título único y algo que vas a desarrollar a lo largo de tu carrera”, indica, como si se tratase de una beca de excelencia o un premio honorífico. Parece ser, por lo tanto, una manera destinada a valorar el talento por encima de otros factores (oportunidad, relaciones personales, azar) que no deberían tener tanta importancia. En definitiva, lo que parece necesario en un momento complicado como el actual donde la mediocridad no puede salir adelante.

Lo que deben hacer los candidatos es presentar de aquí al 15 de junio un caso sobre actualidad tributaria que será valorado, a nivel nacional, por un jurado compuesto por directores fiscales de algunas empresas del Ibex 35, representantes de la Agencia Tributaria y socios de la firma legal. Una vez se pasa esta fase, la firma realiza un proceso de coaching con el objetivo de desarrollar las habilidades que permitan competir en la competición internacional, donde se habrá de presentar un tema fiscal ante un jurado compuesto por miembros de la IFA (International Fiscal Association), que será los que decidan el ganador mundial.

La puerta abierta para los líderes del futuro

Según el ganador de la Primera Edición, Carlos Ara, que cursaba un máster en Esade en el momento de presentarse, “el premio supuso un reconocimiento al esfuerzo realizado en el estudio de esta disciplina y, en general, un impulso para todos aquellos que estamos comenzando una carrera profesional en el ámbito fiscal”. Según cuenta desde la firma, Ara decidió invertir su premio en una matrícula para la Universidad de Stanford, donde se encuentra estudiando actualmente. Desde Ernst & Young aseguran que se encuentran en contacto con él en todo momento y que esperan su retorno para incorporarse a sus filas, donde será un trabajador más.

El espíritu emprendedor es lo más importante“Son los que están destinados a liderar Ernst & Young en un futuro, a viajar por todo el mundo con la firma”, indica Risco de los que se presentan al concurso, cuyo nivel indica que es muy alto. “Las capacidades que tienen los ganadores garantizan que pueden formar parte de una de las grandes firmas globales”. Precisamente, son estas empresas las que, con toda probabilidad, comenzarán a establecer competiciones de este tipo como la mejor cantera posible de futuros talentos.

Como señala Risco, son cuatro las capacidades que más se buscan entre estos candidatos. En primer lugar, “el espíritu emprendedor”, que se refleja en el caso elegido para exponer en la primera fase, y que es libre. En segundo lugar, Risco hace énfasis en el “espíritu de liderazgo” que se refleja en la capacidad de exponer este caso y venderlo ante el jurado. Otros dos factores relevantes son el manejo de los idiomas y el dinamismo, ya que como señala el experto, se trabajará en una firma internacional cuyos clientes son firmas multinacionales muy diferentes, de Coca-Cola a Repsol. Por eso, destaca que “el trabajador debe ser capaz de tomar decisiones muy rápidas”.

Hace unos años habría parecido una propuesta peculiar, pero en el contexto actual, es cada vez más probable que iniciativas como la de Ernst & Young Abogados sean cada vez más frecuentes. Por segundo año consecutivo, la firma ha convocado los premios Young Tax Professional of the Year, que se postulan como “una puerta abierta al mercado de trabajo en un entorno internacional” y que consisten en, además de 6.000 euros y el reconocimiento del propio premio, un trabajo en la división internacional de la firma.