Una mujer de 105 años cuenta el secreto de la longevidad. Y come mucha grasa

De vez en cuando, aparece en el mercado (generalmente el editorial) una nueva dieta milagro que, como suele ser habitual, ofrece un rápido adelgazamiento por poco esfuerzo y en una breve cantidad de tiempo. Muchas de estas dietas han sido rebatidas por expertos y nutricionistas; otras tantas no parecen más que los viejos consejos de la abuela adaptados a la sociedad del siglo XXI. En este último grupo se clasifica la advertencia que ha realizado una anciana vecina de Texas, Pearl Cantrell, que durante la fiesta de su 105 cumpleaños –nació en 1908–, anunció a Today.com cuál había sido la clave para llegar a dicha edad.

“Trabajo duro y bacon” eran según la veterana estadounidense los dos ingredientes secretos que le habían permitido superar el siglo. “Me encanta el bacon”, proseguía. “Lo como todos los días. Y tiene que estar crujiente”. La compañía de alimentación Oscar Mayer no lo dudó dos veces después y, oliendo la publicidad que podían conseguir, garantizó a la anciana un suministro de bacon por el resto de sus días y le paseó durante el día de su cumpleaños en una de las caravanas creadas por la compañía, las Wienermobile. La hija de la famosa por un día, Anno Richards, indicó que había sido un gran día para su madre, que fue recibida como una heroína en su localidad natal.

Una vida peculiar

No se puede negar que Cantrell se ha mantenido en buena forma durante casi todos sus 105 años. Conducía su propio coche hasta el pasado mes de septiembre, cuando una enfermedad la hizo dejar de lado para siempre el automovilismo. En octubre, seguía saliendo a bailar, algo que repitió el día de su cumpleaños. Por todo ello, sus vecinos la consideran una “celebridad”.

Come dos rodajas de bacon por las mañanas y otras dos a la hora de la comidaCantrell dio luz a nueve niños a lo largo de su vida, aunque uno de ellos falleció cuando tenía ocho meses. Como ella misma asegura, come dos rodajas de bacon por las mañanas y otras dos a la hora de la comida. Parece ser que la afición de la anciana a dicho alimento grasoso viene de familia, ya que su padre trabajaba en la compañía local de cacahuetes, y en muchas ocasiones mataba él mismo cerdos con el objetivo de hacer bacon para su familia.

Por supuesto, hay que tomar con un poco de precaución el optimista consejo de Cantrell, aunque es cierto que es otro paso más en el proceso que puede acabar con la mala fama que tiene dicho alimento en la sociedad contemporánea. Los puntos negativos son evidentes: se trata de un alimento muy alto en calorías y que conduce rápidamente al engorde. Además, como la propia American Heart Association señala en sus recomendaciones, al tratarse de la parte que está entre la piel y la carne del cerdo, tiene altos niveles de colesterol, muchísima sal y pocos nutrientes, por lo que puede ser dañino para el corazón. Sin embargo, otros nutricionistas recuerdan que la panceta tiene un alto contenido proteínico, sodio, vitamina B3 y calcio, por lo que aunque su consumo ha de ser racional, quizá no se merezca la mala fama que arrastra.