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"Una dieta me curó la diabetes"
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UN PERIODISTA BRITÁNICO ASEGURA QUE ES POSIBLE REVERTIR LA ENFERMEDAD

"Una dieta me curó la diabetes"

Dicen que un periodista nunca debe ser noticia. Pero a Richard Doughty, especialista en comunicación y reportero de The Guardian, no le ha quedado más remedio.

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"Una dieta me curó la diabetes"

Dicen que un periodista nunca debe ser noticia. Pero a Richard Doughty, especialista en comunicación y reportero de The Guardian, no le ha quedado más remedio. El año pasado fue diagnosticado con diabetes tipo 2, la clase más común de diabetes que sufren las personas que no logran producir la suficiente insulina para mantener su glucosa en niveles aceptables. Gran parte de las personas a la que se diagnóstica con diabetes de tipo 2 sufre obesidad, el mayor factor de riesgo, pero también hay quienes la sufren por cuestiones genéticas, algo que es particularmente pronunciado entre las comunidades de Asia del sur.

Doughty nunca había tenido sobrepeso, practicaba deporte regularmente, y no bebía alcohol en exceso, pero tal como ha explicado en un artículo en primera persona, un chequeo médico rutinario reveló que tenía diabetes: “En diez años podría ser dependiente de la insulina, y la diabetes podría afectarme a la vista, los pies, los oídos y el corazón, además de tener un 36% más probabilidades de morir antes de tiempo”.

El periodista, quizás por defecto profesional, empezó a buscar todo tipo de información sobre la enfermedad, hasta que dio con un estudio elaborado por el profesor Roy Taylor de la Universidad de Newcastle en el que se sugería que la diabetes de tipo 2 podía revertirse con una dieta hipocalórica de sólo 600 calorías diarias. La investigación, llevada a cabo con un grupo de 11 voluntarios obesos, nueve hombres y dos mujeres, consiguió que estos se libraran de la diabetes para siempre.

La teoría de los investigadores de Newcastle se basa en la idea de que una dieta muy restrictiva hace que nuestros cuerpos consuman sus reservas internas de grasa. Al consumir la grasa que obstruye el páncreas éste puede volver a generar insulina con normalidad, y los niveles de glucosa pueden volver a estabilizarse.

Una dieta extrema

Pese a que Doughty estaba quizás demasiado delgado para mantener una dieta tan restrictiva decidió que seguir el régimen propuesto por Taylor era su última baza para librarse de la diabetes y, tras conseguir el apoyo de su médico de cabecera y la del propio investigador, decidió seguir la dieta a rajatabla.

En once días Doughty perdió cuatro kilos y acabó con la diabetesDurante 8 días el periodista se alimentó sólo con tres litros de agua al día, 200 calorías a base de suplementos alimenticios (sopas y batidos) y 200 calorías provenientes de vegetales. El objetivo: perder la sexta parte del peso que tenía antes de que le diagnosticaran la diabetes. En poco más de una semana los niveles de glucosa de Doughty bajaron de más de 108 mg/dl a 77,47. Dado que estaba empezando a sufrir estreñimiento y un gran cansancio, y la dieta estaba funcionando, Taylor le invitó a subir las calorías de la dieta.

Sólo tres días después, once después de comenzar el régimen, Doughty alcanzó un nivel de glucosa de 73,87,mg/dl y volvió a comer de forma saludable, pero con normalidad. Había perdido más de cuatro kilos, pasando de 60 a 56 kilogramos. Dos meses después le dieron la buena nueva: el tratamiento de choque había funcionado, la diabetes había desaparecido, y la glucosa se mantenía estable en torno a los 90 mg/dl, por debajo del umbral de 108 que se considera patológico.

Una idea con largo recorrido

La investigación sobre el impacto de una dieta severa en los pacientes diagnosticados con diabetes sigue estudiándose, pero cada vez más personas han decidido seguir la investigación de Taylor por su cuenta y riesgo. Después de que la televisión británica diera cuenta del experimento de Taylor, muchos diabéticos decidieron hacer dieta y algunos lograron deshacerse de la enfermedad. Es el caso de Paul Dolby, que contó su historia al Daily Mail. Perdió 14 kilos y medio en seis meses y, aunque no logró librarse del todo de la diabetes, ha conseguido dejar atrás la insulina y mantener la enfermedad a raya con una medicación mínima. En su reportaje Doughty habla de otros tres casos de personas comunes que, tras conocer la investigación de Taylor, se pusieron a dieta y se libraron de la diabetes. Pero ¿vale esta solución para todo tipo de pacientes?

Tras la publicación de la investigación de Taylor, muchos doctores aseguraron que la dieta sólo funcionaría entre pacientes obesos, cuya diabetes tuviera que ver con una alimentación inadecuada y excesiva, y siempre que los hábitos de vida saludables se mantuvieran en el tiempo. Ahora parece que la dieta podría ayudar a muchas más personas, pero se sigue sin saber a ciencia cierta cuanto tiempo tienen que mantenerse los enfermos a dieta, de que tipo tiene que ser después, y hasta qué punto esta podría ser peligrosa en determinados pacientes.

Dicen que un periodista nunca debe ser noticia. Pero a Richard Doughty, especialista en comunicación y reportero de The Guardian, no le ha quedado más remedio. El año pasado fue diagnosticado con diabetes tipo 2, la clase más común de diabetes que sufren las personas que no logran producir la suficiente insulina para mantener su glucosa en niveles aceptables. Gran parte de las personas a la que se diagnóstica con diabetes de tipo 2 sufre obesidad, el mayor factor de riesgo, pero también hay quienes la sufren por cuestiones genéticas, algo que es particularmente pronunciado entre las comunidades de Asia del sur.