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La causa real de la obesidad que todas las dietas suelen olvidar
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La causa real de la obesidad que todas las dietas suelen olvidar

Todas las dietas alimenticias para adelgazar se centran en las restricciones puramente nutricionales y, solo en algunas ocasiones, van acompañadas de la recomendación de realizar algún

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La causa real de la obesidad que todas las dietas suelen olvidar

Todas las dietas alimenticias para adelgazar se centran en las restricciones puramente nutricionales y, solo en algunas ocasiones, van acompañadas de la recomendación de realizar algún tipo de ejercicio físico. Sin embargo, el sobrepeso es un fenómeno con muchas aristas, entre las que sobresale la vertiente emocional. Uno de los factores que más influyen en el sobrepeso según los psicólogos, pero reiteradamente olvidado por los nutricionistas. Y es que las alteraciones psicológicas provocan cambios fisiológicos a largo plazo. Tanto es así, que las personas emocionalmente inestables tienen el doble de posibilidades de engordar que el resto, según las conclusiones de un estudio publicado en la revista científica Psychological Science y financiado por el Instituto norteamericano del Envejecimiento. “Mente y cuerpo son un continuum, por lo que los cambios en uno afectan al otro y viceversa”, siendo el aumento o reducción de la masa corporal uno de los efectos más visibles, según explica Angelina Sutin, psicóloga de la Universidad de Florida y autora principal del estudio.

El estrés y el nerviosismo son las dos patologías que más influyen en el sobrepeso, y es que de ellas se deriva una considerable falta de autocontrol que nos lleva a comer de forma más impulsiva, sentirnos menos saciados. Además pueden provocar la ralentización del metabolismo. Al mismo tiempo, las fluctuaciones en el peso corporal también potencian los cambios de humor y pueden afectar negativamente a nuestra salud mental a largo plazo, aunque esta conclusión del estudio se ha presentado en forma de hipótesis a la espera de ratificarla en futuras investigaciones.

Entre los participantes del estudio que aumentaron significativamente de peso –cerca de 2.000 pacientes del servicio epidemiológico del Hospital de Baltimore– se dio la coincidencia de que eran más susceptibles a tener baja la autoestima y mucha más inseguridad a la hora de tomar decisiones. “Con la edad, tendemos a ser más reflexivos y dejamos de tomar decisiones a la ligera, pero a los participantes del estudio que aumentaron de peso les costaba el doble decantarse por una opción que al resto de participantes que se mantuvieron en su peso ideal”, añade Sutin.

El círculo vicioso del descontrol

A pesar de que las personas que aumentaron de peso eran más conscientes que el resto de las decisiones que tomaban, esta actitud no fue suficiente para autocontrolarse con la comida. “Las personas con sobrepeso tienden a pensar dos veces antes de llevarse a la boca un segundo pastel, pero aún así presentan más dificultades para resistirse a las tentaciones”, apunta la autora principal del estudio. Una actitud que podría estar vinculada a la presión grupal y al miedo al qué dirán.Cuerpo y mente son un continuum, por lo que los cambios en uno afectan al otro y viceversa

La incapacidad para controlarse ante los antojos culinarios potencia todavía más el estrés y los cambios de humor debido al sentimiento de culpabilidad. Una inestabilidad emocional que tiene como consecuencia los cambios fisiológicos anteriormente referidos y que convierte estas actitudes en un círculo vicioso del que es muy complicado salir.

Los cambios de humor nos hacen engordar, y engordar nos irrita haciendo que volvamos otra vez a la rueda, por lo que cuanto más pase el tiempo, más peso ganaremos y menos fuerza de voluntad tendremos para cumplir con un régimen alimenticio.

El estudio dirigido por Sutin se ha centrado solamente en el sobrepeso, pero la tesis principal que da cuenta de la interacción entre cuerpo y mente abre la puerta a una multitud de hipótesis y nuevas vías de investigación. De hecho, el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de EEUU ha colaborado económicamente con este estudio.

Todas las dietas alimenticias para adelgazar se centran en las restricciones puramente nutricionales y, solo en algunas ocasiones, van acompañadas de la recomendación de realizar algún tipo de ejercicio físico. Sin embargo, el sobrepeso es un fenómeno con muchas aristas, entre las que sobresale la vertiente emocional. Uno de los factores que más influyen en el sobrepeso según los psicólogos, pero reiteradamente olvidado por los nutricionistas. Y es que las alteraciones psicológicas provocan cambios fisiológicos a largo plazo. Tanto es así, que las personas emocionalmente inestables tienen el doble de posibilidades de engordar que el resto, según las conclusiones de un estudio publicado en la revista científica Psychological Science y financiado por el Instituto norteamericano del Envejecimiento. “Mente y cuerpo son un continuum, por lo que los cambios en uno afectan al otro y viceversa”, siendo el aumento o reducción de la masa corporal uno de los efectos más visibles, según explica Angelina Sutin, psicóloga de la Universidad de Florida y autora principal del estudio.