Maduro detiene por espionaje a un cineasta norteamericano

El cineasta norteamericano Timothy Tracy se pasó viajando varias semanas por Venezuela para grabar las protestas de los opositores a Nicolás Maduro, en medio del convulso escenario político levantado tras las elecciones presidenciales. Cuando iba a regresar a EEUU con estos materiales audiovisuales, varios agentes del servicio de inteligencia lo detuvieron en el aeropuerto internacional Simon Bolívar de Caracas, justo antes de embarcar.

¿Quién es realmente Timothy Tracy? Para el Gobierno venezolano se trata, sin lugar a dudas, de un espía norteamericano. Una acusación con la que el ministro del Interior, Miguel Rodríguez Torres, justificaba su detención justo el día después de su ingreso en prisión el pasado 24 de abril. Una versión oficial que ha sido rechazada por una buena parte de los cineastas y artistas del país latinoamericano. En un comunicado enviado ayer a los medios y firmado por destacados profesionales del sector audiovisual venezolano, se daba cuenta de la faceta profesional de Tracy como realizador de series y documentales.

El texto remataba solicitando al Gobierno su “puesta en libertad porque se trata de un profesional cuya tarea ha sido interrumpida bruscamente por motivos políticos”. La reacción del gremio se ha hecho esperar varios días, según ellos, con el objeto de contrastar sus informaciones sobre el ciudadano norteamericano, quien llevaba viviendo en Caracas desde el pasado mes de Octubre “para realizar un documental sobre la política venezolana”.

La Conexión Abril entre 'falsas' ONGs y la oposición

Las acusaciones más graves que pesan ahora sobre él son las de participación en operaciones de espionaje. Las principales pruebas aportadas por el ministro del Interior son las más de 500 cintas que se encontraban en el domicilio del “gringo” y sus conexiones económicas con ONGs extranjeras dedicadas a “financiar las manifestaciones contra el Gobierno”. Conexión Abril es el nombre con el que los servicios secretos han denominado a la operación iniciada el pasado mes de Octubre.Llevaba viviendo en Caracas desde el pasado mes de Octubre para realizar un documental sobre la política venezolana

A pocos venezolanos se les han pasado por alto las similitudes de la Conexión Abril con la trama de la oscarizada película Argo, de Ben Affleck, aunque su desenlace haya sido bien distinto. Hasta el momento, el presidente Barack Obama ha tratado de esquivar públicamente este espinoso caso, mientras que ninguno de los grandes medios norteamericanos se ha atrevido a tratarlo en profundidad.

La única manifestación de Obama se produjo durante su gira por Centroamérica y se limitó a calificar las acusaciones que pesan sobre Tracy como “ridículas”. Maduro no tardó en contestar a Obama señalando al Gobierno norteamericano como promotor de las violencia en las calles del país y anunció que había sido él personalmente quien ordenó el arresto de Tracy.

La tensión diplomática entre Venezuela y EEUU ha aumentado un grado más con el caso Tracy, después de que el pasado mes de marzo se expulsasen a dos agregados militares de la embajada norteamericana. Una vez más, las acusaciones se basaron en que promovían “proyectos desestabilizadores”. Unas prácticas de las que la historia reciente de América Latina no ha estado exenta y que Wikileaks ha divulgado mediante numerosos informes secretos. El último, un cable de la embajada norteamericana fechado en 2004 y en el que se define como principal estrategia de EEUU en Venezuela “la penetración en las bases políticas del chavismo”.

El “chivo expiatorio”

Varios de los estudiantes que participaron en las protestas del pasado mes de abril, y que el propio Tracy entrevistó, han salido ahora en su defensa. Gaby Arellano, miembro de la organización estudiantil Operación Soberanía, explicó a los medios extranjeros que se había reunido con Tracy para ofrecerle su versión sobre la política venezolana: “No creo que hayamos hecho nada ilegal, pero él está siendo utilizado como chivo expiatorio para encubrir los verdaderos problemas que enfrenta nuestro país”.

El portavoz del Departamento de Estado norteamericano, William Ostick, rechazó categóricamente las acusaciones del Gobierno venezolano y vinculó las “tensiones internas” al estrecho margen en los resultados de las últimas elecciones. Al mismo tiempo, guardó silencio sobre la estrategia a seguir para liberar a Tracy, limitándose a confirmar que están “tratando de ayudarlo”.

El padre del ciudadano norteamericano acusado de terrorismo, Emmet Tracy, explicó en unas declaraciones a Associated Press que su hijo solo estaba grabando un documental y que su motivo para regresar a EEUU no era más que celebrar en familia su 80 cumpleaños.