Es noticia
El aire que respiramos en el metro puede ser muy perjudicial para la salud
  1. Alma, Corazón, Vida
TANTO COMO EL DE LA SIDERURGIA

El aire que respiramos en el metro puede ser muy perjudicial para la salud

Expertos de la Universidad de Southampton han encontrado evidencias significativas de que trabajar en el metro o viajar a menudo en él puede generar problemas para

Foto: El aire que respiramos en el metro puede ser muy perjudicial para la salud
El aire que respiramos en el metro puede ser muy perjudicial para la salud

Expertos de la Universidad de Southampton han encontrado evidencias significativas de que trabajar en el metro o viajar a menudo en él puede generar problemas para la salud, ya que las partículas de polvo que respiramos en las estaciones son ricas en metales, penetran fácilmente en los pulmones y pueden causar daños en el sistema cardiovascular o en el cerebro, según aseguró al Daily Mail Matt Loxham, uno de los investigadores que realizaron el estudio.

Muchos informes señalaban que los soldadores y, en general, quienes trabajaN en el sector siderúrgico podían sufrir daños en su salud debido a que el aire que respiraban contenía partículas de metales como el hierro, el cobre o el níquel. Sin embargo, se ha investigado mucho menos sobre los efectos potenciales de estar sometido al aire del metro durante periodos constantes cuando puede tener consecuencias similares.

Los responsables del estudio consideran que las explicaciones del metro no son suficienteslos investigadores recogieron el aire de una estación de metro de Europa occidental, y lo compararon con la cantidad y cantidad de polvo que contenían otras muestras, tomadas de las estufas de leña o de túneles de carretera con tráfico denso, demostrando que las partículas del metro eran muy ricas en metales, especialmente en hierro y cobre, que el polvo era capaz de generar moléculas reactivas que son fundamentales para los efectos tóxicos y que cuanto menor era el tamaño de las partículas, mayores eran sus peligros. Mientras el polvo grueso se adhiere usualmente a los pasajes nasales y a la tráquea, y un polvo más fino penetra hasta el aparato respiratorio, el ultrafino es capaz de evadir la barrera protectora que recubre las vías respiratorias y así, afectar también al sistema cardiovascular, all hígado, al cerebro o a los riñones.

Según los investigadores, el elevado nivel de la actividad mecánica en el metro y sus altas temperaturas son clave en la generación de este polvo rico en metal, lo cual, aseguró Loxham, debe ser investigado más exhaustivamente dado el gran número de viajeros diarios con que cuentan los metros occidentales y los peligros potenciales a los que se exponen.

Howard Collins, director de operaciones del metro de Londres ha negado, en declaraciones al diario británico, que estos niveles de polvo puedan dañar a los usuarios y al personal, ya que los niveles de minerales detectados están dentro de los límites de seguridad, y ha atacado las bases desde las que se ha realizado el estudio.

Los investigadores, no obstante, insisten en que necesitan más datos y más investigación para conocer con exactitud la potencialidad dañina del aire del metro y que las explicaciones de los gestores del metro de Londres no son suficientes.

Expertos de la Universidad de Southampton han encontrado evidencias significativas de que trabajar en el metro o viajar a menudo en él puede generar problemas para la salud, ya que las partículas de polvo que respiramos en las estaciones son ricas en metales, penetran fácilmente en los pulmones y pueden causar daños en el sistema cardiovascular o en el cerebro, según aseguró al Daily Mail Matt Loxham, uno de los investigadores que realizaron el estudio.