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¿Cuándo caduca mi comida?
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DESCONCIERTO ANTE LA ELIMINACIÓN DE LA FECHA LÍMITE

¿Cuándo caduca mi comida?

“Veo un yogur en una nevera y ya puede poner la fecha de caducidad que quiera que me lo voy a comer”, afirmó Miguel Arias Cañete

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¿Cuándo caduca mi comida?

“Veo un yogur en una nevera y ya puede poner la fecha de caducidad que quiera que me lo voy a comer”, afirmó Miguel Arias Cañete a principios de año. A penas tres meses después el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ha anunciado la eliminación de la fecha de caducidad de los yogures, lo que ha provocado el desconcierto entre los consumidores.

“¿No había que tirar la comida pasada de fecha?”, se cuestionan irónicos en Facua. La Asociación critica el cambio de opinión del Ministerio y exige garantías: “El consumidor necesita la seguridad de que un alimento que no tiene fecha límite es apto para el consumo. ¿Cómo va a saber ahora cuándo caduca su comida?”.

La fecha de caducidad y el consumo preferente

Aunque para algunos sea una obviedad, el 18% de los europeos no conoce la diferencia entre fecha de caducidad y consumo preferente, según la Comisión Europea. “En España, la sustitución de ambas calificaciones es un importante cambio para los hábitos alimentarios de los ciudadanos, acostumbrados a guiarse por una fecha concreta”, destaca la Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU), que demanda a las administraciones “la realización de campañas formativas e informativas” en torno a estos dos conceptos.  

Actualmente, todo alimento perecedero -aquel que tiene una vida útil de 2 a 30 días (lácteos y productos frescos)- debe ir etiquetado con la fecha de caducidad o fecha límite de consumo, después de la cual no se considerará comercializable y no será apto para el consumo. “Es el momento a partir del cual el producto puede tener riesgo microbiológico”, apunta Aurelio del Pino, director general de la Asociación de Cadenas Españolas de Supermercados (ACES).

Por su parte, el consumo preferente indica el periodo dentro del cual, en condiciones normales de manipulación y almacenamiento, el producto conserva inalteradas sus características iniciales. Después de esa fecha el alimento es apto para la alimentación humana y no ocasionará ningún problema para la salud. Si bien, a partir de esa fecha irá perdiendo paulatinamente sus propiedades organolépticas (sabor, aroma, textura). Esta calificación le corresponde a alimentos semiperecederos, que mantienen sus características entre 30 y 90 días (quesos, encurtidos, helados…) y los no perecederos, que duran entre 90 días y 3 años (alimentos congelados, legumbres y frutos secos, entre otros).

Aumenta la responsabilidad del consumidor

La Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (Fiab) destaca “la dificultad para fijar con exactitud matemática la fecha límite de consumo de un producto” por las muchas variables que intervienen en el proceso de deterioro: la calidad de las materias primas y su proceso de elaboración, las condiciones de almacenamiento y el manejo en el hogar.

En este sentido, fabricantes y distribuidores aseguran “conocer y cumplir” las condiciones en las que tiene que ser conservado un producto tanto en su transporte como durante el tiempo que permanece en las tiendas. Sin embargo, muestran su preocupación ante el Real Decreto 176/13 de 8 de marzo, que al eliminar la fecha de caducidad de algunos productos “deja al consumidor sin referencia y fía la idoneidad del producto a su modus operandi”.

“El consumidor necesita la seguridad de que un alimento que no tiene fecha límite es apto para el consumo, que no hay riesgo para su salud. ¿Cómo va a saber ahora cuándo caduca su comida?”

“El hecho de que existiera fecha de caducidad en los yogures u otros productos era una garantía”, reconocen fuentes del sector de la distribución. El secretario general, Luis Calabozo, de La Federación Nacional de Industrias Lácteas, insiste en la importancia de garantizar el “equilibrio entre la seguridad del consumidor y el prestigio de la marca”, algo que a su juicio pasa por no eliminar la fecha de caducidad de productos como el yogur y sí por la ampliarla de los 28 días actuales a 35.

Contra el desperdicio de comida

La nueva normativa forma parte de un plan estratégico presentado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Más alimento, menos desperdicio, que persigue reducir a la mitad, en 2025, los deshechos alimenticios. Según recordó Arias Cañete, la Comisión Europea estima que en Europa se pierden unos 89 millones de toneladas de alimentos al año, es decir 179 kilos de alimentos por cada habitante. Un escenario en el que España ocupa la séptima posición en el desperdicio de comestibles

Asimismo, señaló a los hogares como el lugar donde mayor desperdicio se produce, con un 42%, del que el 60% sería evitable; en los procesos de fabricación, un 39%; el 5% en la distribución y el 14% en la restauración y el catering. Sobre el desperdicio de los alimentos en los hogares, el 86,4% se debe a los alimentos sobrantes de las comidas, por raciones excesivas; el 63,6% a productos deteriorados por su mala conservación o exceso de tiempo y el 28,5% son productos caducados. Con el objetivo de reducir estos porcentajes, en ACES han publicado una guía que recoge recomendaciones para evitar el desperdicio en los hogares sin necesidad de eliminar la fecha de caducidad.

En este marco, el ejemplo del yogur resulta paradigmático para entender el desconcierto que las asociaciones de consumidores anuncian que se puede producir en los pasillos de los supermercados. "El yogur pasa de la noche a la mañana de caducar a no hacerlo. ¿Cómo es eso posible? Sin querer ser mal pensados todo parece indicar que hemos estado tirando comida creyendo que caducaba cuando no lo hacía", reflexiona uno de los portavoces de Facua. Una afirmación que coincide con las denuncias de asociaciones de la talla de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que ya habían alzado la voz ante las toneladas de alimentos que se desechan sin estar en mal estado.

“Veo un yogur en una nevera y ya puede poner la fecha de caducidad que quiera que me lo voy a comer”, afirmó Miguel Arias Cañete a principios de año. A penas tres meses después el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ha anunciado la eliminación de la fecha de caducidad de los yogures, lo que ha provocado el desconcierto entre los consumidores.