Paralizan el desahucio que la princesa Letizia trató de evitar

Nieves Gómez y sus dos hijos de siete y nueve años no dormirán esta noche en la calle. El desahucio –previsto por la comisión judicial para las 13:00 horas de hoy– que la princesa Letizia trató de frenar enviando una carta al Ministerio de Justicia, ha quedado aplazado oficialmente a las 13:50 horas. Al grito de “sí se puede”, un centenar de vecinos, así como miembros de Stop Desahucios y de la asamblea del 15-M del barrio de Arganzuela, pusieron fin a la agonía de esta madre separada, que en esos momentos estaba procediendo a encadenarse a la puerta de la vivienda. Ante la noticia, volvió a respirar tranquila y bajó, entre lágrimas, a agradecer el apoyo a los allí congregados.

El desahucio había levantado una fuerte expectación mediática después de que El Confidencial publicase la misiva enviada por la Casa Real al abogado de la afectada (un voluntario de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca). En ella, se podía leer: “Le comunico que, siguiendo instrucciones de su Alteza Real la Princesa de Asturias, hemos dado traslado de su carta al Ministerio de Justicia, para su estudio y decisión que proceda”.

 

La vivienda en la que reside Gómez era de los padres de su exmarido, un maltratador convicto, pero “mi ex los ha convencido para que nos echen”, lamenta. Además, recalca que, aparte de la casa en la que viven los abuelos de los niños, “tienen otras dos viviendas más en propiedad. No puedo entender cómo se puede echar a alguien a la calle con sus dos hijos para que se la queden ellos que tienen de sobra donde vivir”. Según añade la afectada, sus únicos ingresos mensuales se reducen a 137 euros porque el padre de sus hijos no le pasa la pensión.

Los abuelos de los niños desahuciados se negaron a negociar con los abogados de Stop Desahucios

La mañana transcurrió con una calma tensa en el número 43 de la madrileña calle doctor Vallejo Nágera, donde se iba a proceder al desahucio. Una buena parte de los allí congregados se encerraron en el portal con numerosos medios de comunicación, mientras que otros grupos se repartieron por el exterior del edificio y otro de ocho personas se encerró dentro de la vivienda. Los abogados de la PAH trataron de mediar con la comisión judicial y con los abuelos de los niños en proceso de desahucio, pero estos últimos se mantuvieron firmes en sus intenciones y se negaron a negociar, así como el abogado de estos.

La policía llegó a los aledaños a cuenta gotas. Primero un par de patrullas de la Policía Municipal y luego otras dos de la Policía Nacional, que fueron acompañadas por una Unidad de Intervención Policial (antidisturbios), aunque los agentes no llegaron a bajarse del vehículo. A pesar de que los manifestantes consiguieron paralizar el desahucio, posteriormente acordaron realizar tareas de vigilancia del inmueble por si la comisión judicial optase por aprovechar una mejor ocasión, sin presencia de gente, para llevar a cabo el lanzamiento de la vivienda.