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Por qué correr nos gusta tanto (y por qué nos engancha)
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Por qué correr nos gusta tanto (y por qué nos engancha)

“Al principio es un sufrimiento total”, cuenta Elena, una periodista madrileña. “Empiezas a correr para adelgazar, pero no resulta divertido. Tienes problemas para respirar y dolores.

Foto: El 'running' es sin duda el deporte de moda. (iStock)
El 'running' es sin duda el deporte de moda. (iStock)

“Al principio es un sufrimiento total”, cuenta Elena Sanz, una periodista madrileña. “Empiezas a correr para adelgazar, pero no resulta divertido. Tienes problemas para respirar y dolores. Pero llega un punto en que no te cuesta tanto, reduces los tiempos y el cuerpo se adapta. Ves que puedes correr durante mucho tiempo y lo haces de forma rutinaria. Pasa a ser parte de tu vida. Está claro que engancha, pero es difícil de explicar”.

Javier, directivo de una empresa de seguridad, empezó a correr para perder peso, pero su vida cambió cuando corrió su primera carrera popular, “La Melonera” de 2010. En su blog cuenta la experiencia: “El día que me puse ese dorsal, el 6447, y participé en mi primera carrera, me di cuenta de que sería la primera de muchas que vendrían después. Comprendí que algo había pasado dentro de mí. Había descubierto algo verdaderamente único y embriagador. Entendí el runnning como una diversión total. Cuando crucé la meta sentí cómo un veneno fluía por mi cuerpo y me atrapó. Ese día que pasé por ese arco yo gané, me sentí un ganador nato. Ese día me convertí en un runner”.

No cabe duda de que correr está de moda. Quizás es por lo barato que resulta –basta con unas zapatillas–, porque se puede hacer en cualquier momento, o por el enorme tirón que tienen las carreras populares. Sea cuál sea la razón, lo cierto es que cada vez corre más gente, y lo hace de una forma distinta.

El running como forma de vida

“Es bastante fácil que te enganche correr”, explica José Alberto Tabernero, psicólogo deportivo y director de PsicoSaludyDeporte. “La propia estructura del deporte hace que sea adictivo, por motivos psicológicos y fisiológicos”. En primer lugar, cuenta Tabernero, es un deporte que no exige planificación, ni presupuesto, algo que, en su opinión, es una de las razones por las que se ha puesto de moda. Pero además, explica el psicólogo, es un deporte con un componente psicosocial muy claro: “Se puede realizar de forma individual y colectiva y se mejora muy rápidamente, por lo que puedes competir enseguida, empezando contigo mismo. Al poco de empezar ves claros beneficios; mejora la autoestima, la forma corporal, sirve para hacer nuevas amistades…”. Incluso, cuenta el psicólogo, hace que disminuyan los trastornos depresivos.

Todos los corredores dicen lo mismo: al principio es muy duro, pero llega un momento en el que, por alguna razón que apenas saben explicar, correr se vuelve algo necesario en su vida. Se convierte en una rutina y cuando están parados lo echan mucho en falta.

Para muchos 'runners' lo importante no es la competición, sino el sentirse bien con uno mismo

Elena acaba de afrontar su segundo embarazo. Después del parto tuvo que parar, y asegura que echó mucho de menos correr. “Volví a ponerme las zapatillas un mes después”, cuenta. “Me costó, pero lo necesitaba. Cuando tienes familia tienes que organizarte para saber cómo y cuándo vas a correr. Pero merece la pena”. Para Elena correr te da una libertad que es imposible de alcanzar mediante otros deportes: “No necesitas hacer nada. Te pones unas zapatillas y corres. Hay días que no te apetece, pero en cuanto empiezas a correr y ves que el cuerpo responde estás satisfecho”.

“Libertad” es, según Javier, la palabra clave para entender este deporte que, en su opinión, tiene más de ejercicio psicológico que físico: “Cuando corro libero mi mente, me olvido del estrés y puedo pensar de forma trasparente. Cuando salgo a correr los fines de semana me da tiempo a analizar todos mis problemas. Soy el tipo más feliz del mundo”. En su opinión, el running no es un deporte, es “un estilo de vida”, y se distingue del resto de disciplinas porque lo importante no es la competición, sino el sentirse bien con uno mismo. En definitiva, para Javier, el running tiene un componente espiritual que no tienen otros deportes.

No todos lo entienden así, pero siguen corriendo porque hay “algo” que les empuja de forma casi invisible a ello. Luz, una joven madrileña, doctora en física teórica, que empezó en esto del running en 2006, no cree que correr dé libertad, ni siquiera que genere placer, pero le da una sensación de superación por la que le merece la pena desafiar a la pereza y ponerse todas las mañanas unas zapatillas: “Para mí, correr es algo físico, no mental. Yo no me quedó en blanco cuando corro, no es algo que me libere, pero notas cómo reacciona tu cuerpo y cómo… No sé, es una sensación indescriptible. Me siento bien físicamente, genero endorfinas, estoy más contenta y alegre y enfrento el día de otra manera”.

Correr, esa droga contemporánea

Luz tiene claro que correr engancha por lo rápido que se consiguen resultados aunque, asegura, esto tiene una contrapartida que tarde o temprano descubren los corredores principiantes: “Ves que avanzas rápido y cada vez quieres más. Entonces empiezas a hacer bobadas. Es un deporte muy lesivo y a los corredores populares se les va de las manos”.

Existe cierta obsesión por la 'marquitis', por ser el que más corre y el que lo hace más rápido

Correr es como una droga: también crea adicción y, salvando las distancias, puede traer problemas. No existe corredor que no se haya lesionado. El dolor forma parte indisoluble de la vida del runner. Existe además cierta obsesión por la marquitis, por ser el que más corre y el que lo hace más rápido. Y es aquí donde aparece la cara amarga del deporte. Tal como explica Tabernero, “no es sano participar en más de dos competiciones al mes, pero hay gente que pelea por correrlas todas, incluso dos el fin de semana”.

¿Existen yonquis de las carreras? “Hay un perfil de gente muy enganchada a las carreras populares que arrastran muchos problemas personales”, cuenta el psicólogo. “Son desempleados, gente con poca formación y grandes dificultades para encontrar trabajo que se meten de lleno en esto para no enfrentar otro tipo de realidades. Y sí, se puede considerar una adicción”.

Somos los runners

La palabra footing casi se ha desterrado del vocabulario de los corredores –“suena a que vas a dar un paseo alegremente”, comenta Elena­­­–. Ahora se lleva más el running. Un anglicismo ha sido sustituido por otro, pero detrás del cambio se esconde una nueva realidad. Los runners suelen empezar a correr para adelgazar, como antes lo hacían los que practicaban footing, pero no se limitan a correr para tener un buen tipo. Ser runner tiene un componente gregario.

El de los 'runners' es un colectivo con una enorme presencia en las redes sociales

Tabernero explica que esto ocurre porque correr es un deporte muy sacrificado, que crea un conflicto en quien lo practica, entre los beneficios del mismo y lo que se está perdiendo por practicarlo. Para superar este conflicto se requiere un refuerzo, que se encuentra en otros corredores. De ahí que el de los runners sea un colectivo con una enorme presencia en las redes sociales. Los corredores han pasado a ser una especie de tribu urbana, con sus blogs, sus líderes de opinión, sus marcas de ropa, sus gadgets y sus lugares de encuentro: las carreras populares, que no han parado de crecer en los últimos años.

Muchos de los encuentros que se organizan tienen que ver con iniciativas solidarias, otra seña de identidad del mundillo runner. Desde corredores que transforman kilómetros en alimentos, a iniciativas contra la leucemia infantil, hay cientos de competiciones con fines solidarios. Un aspecto que acerca aún más a los corredores al estilo de vida del que habla Javier, un método de evasión de la realidad cotidiana pero con los pies en el suelo, y moviéndose a gran velocidad.

“Al principio es un sufrimiento total”, cuenta Elena Sanz, una periodista madrileña. “Empiezas a correr para adelgazar, pero no resulta divertido. Tienes problemas para respirar y dolores. Pero llega un punto en que no te cuesta tanto, reduces los tiempos y el cuerpo se adapta. Ves que puedes correr durante mucho tiempo y lo haces de forma rutinaria. Pasa a ser parte de tu vida. Está claro que engancha, pero es difícil de explicar”.

Running Adelgazar Elena Sanz