“España tiene que ponerse las pilas: es un país grande y tenemos que ser grandiosos”

“Si pones excusas, te lamentas y echas la culpa a otros, eres una víctima. Si tomas las riendas de tu vida y eres responsable de lo que te ocurre es que eres protagonista”. Así de rápido resume Alfredo Diez, docente universitario y coach especializado en habilidades directivas y desarrollo organizacional, la tesis de su último libro, ¡Nunca te rindas! Lucha por lo que quieres (Planeta). El profesor de origen argentino, pero vecino de Barcelona desde hace más de veinte años, quería crear un método sencillo para ayudar a las personas en su desarrollo personal y profesional. En su opinión, basta con plantearnos si somos víctimas o protagonistas, algo que puede cambiar en función de la situación en que nos encontremos: “Puedo estar sentado tomando un café con un amigo, quejándome de modo victimista, y al rato hablando con mi jefe, buscando soluciones para un problema de mi empresa y tomando el papel protagonista. Cada modelo nos sitúa en un lugar, pero debemos trabajar para ser protagonistas en todas las facetas de nuestra vida”.

Diez explica en el libro que el camino para ser protagonista pasa por trabajar tres importantes facetas de nuestra vida: la conciencia (debemos conocer la razón de cada problema y tomar parte activa en su solución), la responsabilidad (debemos comprometernos con la solución de cada problema, sin echar la culpa a factores externos) y la efectividad (debemos vencer el miedo y convencernos de que todo es posible, promoviendo el esfuerzo).

El despertar de las habilidades humanas

En el mundo de la autoayuda y el coaching se habla siempre de que no importa lo que pase fuera. Uno siempre es responsable de su vida y puede tomar las riendas. Se trata de un discurso que ha calado fuerte tras la crisis económica, pero que levanta grandes dudas. ¿No se están minimizando hasta el extremo las dificultades externas? Diez reconoce que hay grandes dificultades, pero no cree que se estén pasando por alto. En su opinión, lo que proponen él y otros tantos coach, es que la gente elimine su estupor: “La idea de que cada uno es responsable de todo lo que tiene entre sus manos, y de lo que le pasa en su vida, no es una realidad tangible, es una forma de pensar. Si pienso que las cosas no dependen de mí, es que tengo un problema. Es cierto que uno nunca es 100% responsable de sus resultados, pero si se piensa que lo es tiene más oportunidades de alcanzar sus logros”.

Uno nunca es 100% responsable de sus resultados, pero si se piensa que lo es tiene más oportunidades de alcanzar sus logrosPara Diez, lo que es evidente, es que el paradigma de la gestión empresarial ha cambiado desde la crisis, y ya no hay marcha atrás. “Hasta hace poco se había sobrestimado la capacidad técnica”, comenta el profesor. “Hoy nos hemos dado cuenta, después de 30 años de estudios, que los resultados de cada persona no sólo se van a dar por el dominio técnico, sino también por el dominio humano. Es la mezcla de ambas cualidades la que distingue a la excelencia”. Diez reconoce que los cursos de habilidades directivas, gestión del talento y competencias emocionales están de moda, y asegura que lo seguirán estando, hasta que se equilibre la ecuación: “Es un paradigma cultural que va a ir evolucionando en función del cambio que se va a producir en los resultados. Muchos directivos siguen cortados por la tijera de un modelo antiguo y siguen dando énfasis a lo técnico, pero es una tendencia que va remitiendo. Ahora sabemos que el dominio técnico no es suficiente. La gente que tiene éxito es la que, además de tener un dominio técnico bueno, tiene un dominio humano excelso”.

Un esfuerzo individual, un logro colectivo

Aunque Diez imparte sus propios cursos para empresas, tiene claro que el cambio en el desempeño laboral y personal no surge simplemente por asistir a una clase, y depende del esfuerzo de cada individuo: “Hoy en día tenemos a nuestro alcance muchos libros y páginas de internet para desarrollar nuestras habilidades. Es una forma de interpretar la realidad que no se acaba con un curso. El que no está formándose constantemente se queda obsoleto y se limita a repetir los modelos del pasado”. Al final, explica, todo es cuestión de la importancia que cada persona le de al cambio: “Hay personas que se vuelcan en el método y personas que se leen el libro, quizás les gusta, pero no ponen sus consejos en práctica. El compromiso es lo que te vincula con tus sueños. Hoy en día las personas se comprometen poco y no perseveran. Vemos personas a las que les llega el éxito y pensamos que han tenido suerte, pero no es verdad, es porque lo han intentado hasta el final”.

Para el coach, el cambio de paradigma por el que apuesta no sólo tiene implicaciones a nivel personal o de empresa, también es importante para el conjunto de España. Diez tiene claro que “el país se comporta como una persona” y por ello necesita las mismas soluciones. No cabe duda de que cuando vienen mal dadas el conjunto de la población se deprime, y es necesario despertar del letargo. Diez asegura que no es fácil, pero cree que España podrá salir de esta situación con actitud y un espíritu soñador: “Es el mejor momento para que España se ponga las pilas y empiece 2013 con un optimismo renovado. A partir de hoy nos podemos plantear un horizonte esperanzador. Somos un país grande, y debemos ser grandiosos”.