Metro de Madrid recorta un 14% el número de trenes que circulan desde octubre

Metro de Madrid vive momentos convulsos. Los paros de sus trabajadores se suceden día sí y día también. Pero, más allá de los retrasos ocasionados por las protestas hay otra realidad: desde octubre de 2012 el número de trenes que circula ha caído un 14%, suprimiéndose 494 vehículos. El recorte se traduce en andenes repletos, tiempos de espera más largos y viajeros 'enlatados'. "Somos conscientes del trastorno que supone para los usuarios, pero con la medida se consigue un ahorro anual de 11,3 millones de euros en energía y mantenimiento", reconocen en Metro.

No hay horario ni línea que no haya visto mermado el servicio. La línea 1 -que es la más demandada después de la circular (L6)-, con 69 trenes menos, es la más afectada por los recortes. Mientras que Metro Sur (L12) ha sido la menos damnificada, ya que solo ha perdido 8 trenes.

Por horarios, “la reducción del servicio ha afectado especialmente a las horas valle, aunque las horas punta, en menor medida, también se han visto afectadas”, reconocen en la empresa. Entre las 7.30 y las 9.30 (hora punta de la mañana), cuando se producen los traslados de trabajadores y estudiantes, los viajeros esperaban hasta el 1 de octubre entre dos minutos y medio y tres minutos y medio. Ahora, la demora aumenta de media un minuto más. Lo mismo sucede entre las 18.00 y las 20.00 horas, cuando el grueso de los viajeros vuelve a casa. Entonces, la frecuencia de los trenes está entre cuatro y seis minutos y medio, 30 segundos más que antes, de media.

“Empieza a ser cuestionable eso de que Madrid tiene el mejor metro del mundo”. Esta percepción es cada vez más compartida entre los usuarios de Metro. Las subidas en el precio de los billetes y los aumentos en la frecuencia de los trenes han hecho crecer el descontento en unos andenes cada vez más llenos. “Antes esperabas un máximo de 3 minutos en cualquier línea y prácticamente a cualquier hora, excepto por la noche, pero ahora los 5 minutos no te la quita nadie”, cuenta Alfonso, un usuario habitual.

Metro justifica estos recortes con un ajuste de la oferta con respecto a la demanda. “Desde 2008 hemos perdido un 12% de viajeros”, apuntan fuentes de la empresa. Ese año usaron la red más de 687 millones de personas. En 2010 la cifra descendió a los 606 millones, mientras que en 2011 repuntó hasta 634 millones por la Jornada Mundial de la Juventud. Para 2012, y a la espera de que se cierren los resultados a mediados de este mes, Metro de Madrid prevé que la cifra caiga hasta los 600 millones.

Los sindicatos denuncian: "Ocultan más que informan"

La reducción de frecuencia no se ha comunicado a los viajeros de manera directa. Lo denuncian los sindicatos y lo reconoce la empresa. “Sí, hay menos trenes, pero no hemos intentado ocultar nada. Las nuevas frecuencias están disponibles en la página web”, apuntan fuentes de Metro de Madrid.

Sin embargo, los sindicatos consideran este procedimiento insuficiente: “No solo no ha habido comunicado oficial para los viajeros sino que, además, se están intentado achacar los tiempos de espera a los paros que está habiendo en los últimos meses”. 

En los andenes, cada vez más llenos, los viajeros, cada vez más apretados, siguen con sus quejas: “La megafonía del metro solo funciona para averías y para las huelgas. Parece que un cambio en el horario de un servicio no merece ser anunciado”. 

A menor servicio, mayor coste

El servicio se ha ajustado a la demanda, pero en la ecuación no ha entrado el precio. Las tarifas subieron un 11% en mayo y un 2% en septiembre, por un servicio que desde octubre es menor. El resultado: Madrid se acerca a la cabeza de las ciudades con tarifas de transporte más altas.

“Los precios los decide el Consorcio Regional de Transportes de Madrid, no nosotros”, se defiende la empresa. La explicación no convence a los usuarios: “Si están pasando por apuros económicos no lo van a arreglar deteriorando el servicio. Está dejando de compensar moverse en metro”, explica Alicia, una estudiante de Medicina que lo utiliza a diario.

“Solo miran por su bolsillo. Quitan trenes y suben el precio. ¿Por qué no copian el formato de ‘tren corto’ de la Renfe en lugar de quitar trenes?”, se pregunta José Luís, un jubilado al que la edad no le impide seguir disfrutando de la capital. Otras de las soluciones que proponen los usuarios son apagar parte de la iluminación o alquilar a un bajo precio los mucho locales vacíos en la red.