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"Cierra tu bocaza y contén el orgasmo de tu ignorancia”
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LOS PROBLEMAS DEL 'EFECTO STREISAND'

"Cierra tu bocaza y contén el orgasmo de tu ignorancia”

Se conoce como ‘efecto Streisand’ al fenómeno en el que un intento de censura informativa en la red provoca justo lo contrario. Es decir, la información

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"Cierra tu bocaza y contén el orgasmo de tu ignorancia”

Se conoce como ‘efecto Streisand’ al fenómeno en el que un intento de censura informativa en la red provoca justo lo contrario. Es decir, la información acaba siendo ampliamente divulgada, recibiendo una mayor publicidad de la que habría tenido si no se pretendiese acallarla. Esto es lo que parece haberle pasado al reconocido chef Andrea Brambilla, quien ostenta una estrella Michelin, aunque no por intento de censura, sino por pretender contrarrestar la crítica de una bloguera culinaria firmando un comentario desafortunado: “Póngase un condón en la boca para contener el orgasmo de su ignorancia”.

Las muestras de solidaridad de los internautas con la bloguera del sitio web ‘Foodiva.net’ (ganador del segundo premio al mejor blog de Dubai), la británica de 39 años Samantha Wood, no se hicieron esperar. El comentario de Brambilla, comedido en las primeras líneas pero abiertamente irrespetuoso en su colofón, comenzó a circular por la red a una velocidad de espanto. La repercusión de sus palabras hicieron un fuerte daño a la imagen del restaurante para el que trabaja, el Giannino de Milán (tres estrellas Michelín) recientemente inaugurado en el exclusivo Club de Playa Meydan de Dubai, que tuvo que utilizar toda su artillería de marketing online para intentar recuperar el prestigio perdido.

En la entrada que Wood publicó en su blog se alababa la comida del restaurante, pero se criticaba la escasa carta de vinos, los altos precios y la dudosa autenticidad de los platos típicamente milaneses. Para sorpresa de la bloguera, recibió una grosera respuesta del chef de cocina de la sucursal de dicho restaurante en Milán. Después de despotricar contra la ignorancia de todos los críticos gastronómicos en general, Brambilla remató su comentario diciendo que “todo lo dicho anteriormente también va dirigido a aquellos ‘profesores’ que critican en las redes sociales sin tener la menor idea de lo que hablan. Intenten tener una vida propia”.

Una crítica a la escasez de vinos y a los altos precios

Los responsables del premiado restaurante italiano se vieron obligados a pedir disculpas desmarcándose de las “opiniones personales” de Brambilla y ofrecieron una cena gratis a todos los internautas que hubiesen comentado sus platos en algún blog culinario. En un comunicado el gerente del restaurante situado en Meydan Beach, Andrew Christon, declaró que este chef no trabaja en Dubai, además de que “sus opiniones no representan de ninguna manera a las del equipo de Giannino”. El daño ya estaba hecho y tanto Wood como muchos otros blogueros manifestaron que no volverían a pisar el restaurante en su vida, a menos que el chef se disculpase públicamente.La gerencia del restaurante se ha desmarcado de las opiniones personales del chef italiano

La bloguera no escondió su consternación por el lenguaje vulgar del chef y su falta de profesionalidad. “La mayoría de cocineros que conozco, y muchos de ellos son grandes celebridades de la gastronomía, no tratarían así a los críticos gastronómicos, porque además deja mal parado al resto de sector”. Precisamente, Wood visitó el restaurante dubaití a principios de este mes de octubre con su amigo y gran conocedor de la gastronomía milanesa, el chef italianoMaurizio Pelli.

Efecto boomerang

En su crítica alabó la “perfecta ejecución de los platos” degustados, pero le pareció “un poco extraño” la poca variedad de vinos disponibles en la carta. Por otra parte, apuntó que el típico filete de ternera empanado –Cotoletta Milanesa– guardaba ciertas similitudes con un plato tradicional austríaco. Finalmente, valoraba que el precio de los platos principales (unos 50 euros) era demasiado elevado para un restaurante “situado en el club de playa de una zona informal de Dubai” y con un servicio que no está a la altura.Los errores en la comunicación digital pueden arruinar en unas horas la reputación de varios años de cualquier empresa

Al día siguiente de publicarse la crítica en el blog, el chef escribió su comentario en el que argumentaba el por qué de los precios (“una botella de vino de la denominación de origen Barolo le costará en Milán 42 libras, pero 162 en Dubai") y las diferencias entre las chuletas de ternera milanesas y las austríacas. Sin embargo, su exposición fue subiendo de tono hasta soltar la frase que ha recorrido internet durante estos días: “Váyase por favor a otros restaurantes y visite otros lugares, pero no se olvide primero de poner un condón en la boca para contener el orgasmo de su ignorancia”.

Una vez más, las posibilidades de la comunicación digital han demostrado cómo un simple mensaje lanzado en la red tiene la capacidad de llegar a millones de personas en todo el mundo y arruinar la reputación consolidada en el tiempo de cualquier empresa. Al menos, ahora los restauradores se lo pensarán mucho antes de criticar a sus clientes, pues el efecto boomerang de sus palabras no se dejará esperar.

Se conoce como ‘efecto Streisand’ al fenómeno en el que un intento de censura informativa en la red provoca justo lo contrario. Es decir, la información acaba siendo ampliamente divulgada, recibiendo una mayor publicidad de la que habría tenido si no se pretendiese acallarla. Esto es lo que parece haberle pasado al reconocido chef Andrea Brambilla, quien ostenta una estrella Michelin, aunque no por intento de censura, sino por pretender contrarrestar la crítica de una bloguera culinaria firmando un comentario desafortunado: “Póngase un condón en la boca para contener el orgasmo de su ignorancia”.