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El consumo de antidepresivos aumenta el riesgo de sufrir accidentes de tráfico
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LOS MÉDICOS DEBERÍAN ALERTAR DE LOS EFECTOS QUE PROVOCAN

El consumo de antidepresivos aumenta el riesgo de sufrir accidentes de tráfico

Gracias a las numerosas campañas que nos advierten de los riesgos que el consumo de alcohol y de drogas recreativas provocan a la hora de conducir,

Foto: El consumo de antidepresivos aumenta el riesgo de sufrir accidentes de tráfico
El consumo de antidepresivos aumenta el riesgo de sufrir accidentes de tráfico

Gracias a las numerosas campañas que nos advierten de los riesgos que el consumo de alcohol y de drogas recreativas provocan a la hora de conducir, la sociedad es ya consciente del gran número de accidentes que causan este tipo de imprudencias. Pero no ocurre lo mismo con los antidepresivos, un medicamento de uso muy común y que también es una fuente de problemas para quienes conducen, según un estudio publicado en el Journal of Clinical Psychiatry. En España se consumen 0,72 antidepresivos por persona y el gasto en esta clase de medicamentos alcanza cerca del 50% del gasto total en salud mental de muchas comunidades autónomas. Asturias y Galicia poseen los índices de utilización de antidepresivos más elevados en 2011 con una media de un antidepresivo por cabeza. 

No hay que mezclarlos con alcohol

El estudio, que ha sido realizado entre 70.000 automovilistas franceses que sufrieron accidentes en el periodo 2005-2008, cruza los datos de la policía y de las compañías de seguro médico para conocer qué medicamentos fueron prescritos a los conductores los días anteriores a los accidentes y cómo influyeron en éstos. Sus resultados demuestran que el riesgo de sufrir un percance era un 34% para los 2.936 conductores que tomaron al menos un antidepresivo el día anterior al accidente, y aumentaba hasta un 49% para quienes se hallaban en el momento de inicio del tratamiento.

Los médicos no suelen advertir de los efectos que causan los antidepresivos en la conducción

Ya que los efectos secundarios son mayores en las fases de iniciación, modificación o interrupción del tratamiento (para estabilizarse, requieren de un periodo de entre una y dos semanas) habría que tener especiales precauciones en esos momentos. Como asegura al diario Le Monde Emmanuel Lagarde, uno de los autores del estudio, conviene extremar las precauciones cuando se está bajo los efectos de estos medicamentos, dejando incluso de conducir o, al menos, limitando la duración de los trayectos y reduciendo la velocidad media 10 km/hora. Lagarde advierte de que lo que no se debe hacer en ningún caso es consumir alcohol, una sustancia que multiplica los efectos de los antidepresivos y que, por tanto, aumenta enormemente el riesgo de sufrir un accidente.

¿El estado de ánimo es lo de verdad peligroso?

El problema de fondo, aseguran los autores del estudio, es que este tipo de riesgos se desconocen porque los médicos no suelen advertir de los efectos que causan los antidepresivos en la conducción. Se hace necesario, pues, comenzar a trasladar a los afectados la información pertinente para que puedan tomar las medidas adecuadas, en especial en aquellos periodos, como el del inicio del tratamiento, donde la disminución de la capacidad de reacción de los conductores a causa de los medicamentos es mucho más acusada. Pero ello no implica que haya que dejar de recetarlos a aquellas personas que conduzcan con frecuencia, ya que el remedio podría ser mucho peor que la enfermedad. Son medicamentos que se prescriben para combatir una afección muy extendida y que ayudan a quienes la sufren a mejorar en su estado de ánimo, por lo que resulta conveniente que no se interrumpan los tratamientos.

Sin embargo, lo que el estudio no determina es si los mayores riesgos provienen de los efectos que los antidepresivos provocan o si es el propio estado de ánimo del conductor el que lleva a que los accidentes se produzcan con mayor frecuencia. En muchas ocasiones, es precisamente esa debilidad anímica la que lleva a que acontezcan percances de graves consecuencias.

Gracias a las numerosas campañas que nos advierten de los riesgos que el consumo de alcohol y de drogas recreativas provocan a la hora de conducir, la sociedad es ya consciente del gran número de accidentes que causan este tipo de imprudencias. Pero no ocurre lo mismo con los antidepresivos, un medicamento de uso muy común y que también es una fuente de problemas para quienes conducen, según un estudio publicado en el Journal of Clinical Psychiatry. En España se consumen 0,72 antidepresivos por persona y el gasto en esta clase de medicamentos alcanza cerca del 50% del gasto total en salud mental de muchas comunidades autónomas. Asturias y Galicia poseen los índices de utilización de antidepresivos más elevados en 2011 con una media de un antidepresivo por cabeza.