Es noticia
La legislación antitabaco funciona, pero sólo para los fumadores pasivos
  1. Alma, Corazón, Vida
LA OMS RECOMIENDA ENDURECER LAS MEDIDAS

La legislación antitabaco funciona, pero sólo para los fumadores pasivos

La legislación antitabaco que han adoptado la mayoría de países europeos, que prohibe fumar en los espacios públicos, bares y restaurantes, ya cuenta con los primeros

Foto: La legislación antitabaco funciona, pero sólo para los fumadores pasivos
La legislación antitabaco funciona, pero sólo para los fumadores pasivos

La legislación antitabaco que han adoptado la mayoría de países europeos, que prohibe fumar en los espacios públicos, bares y restaurantes, ya cuenta con los primeros estudios sobre sus efectos en la salud de la gente. Según un informe encargado por la Sociedad Europea de Cardiología, los mayores beneficiarios de esta nueva normativa restrictiva son las personas no fumadoras. Una conclusión a la que se ha llegado tras analizar el porcentaje de infartos de miocardio en un amplio espectro de la población alemana, donde la ley entró en vigor el 1 de enero de 2008, y observar que habían descendido un 26% entre la población no fumadora durante los dos primeros años de implantación de la nueva normativa. Sin embargo, estos positivos efectos sobre la salud no se observaron en la población fumadora, cuyo porcentaje de infartos aumentó en un 4% con respecto a los datos de antes de 2008.

La caída más acusada de infartos se produjo entre los jóvenes no fumadores, con una media mensual de un 31% menos durante el período 2008-2010 en comparación con el de 2006-2008. Uno de los objetivos principales que motivaron la implantación de la ley fue la protección de los menores, y es que cada vez se adelanta más la edad de iniciación al consumo de tabaco, cuyo promedio a nivel mundial está en los 17 años.

placeholder

Hacia la prohibición total

Uno de los países que más se está implicando en la lucha contra esta adicción es Australia. Si hace unas semanas se aprobaba en su Parlamento una ley para unificar las cajetillas de tabaco haciéndolas genéricas –sin posibilidad de reproducir marcas u otros logotipos– ahora es el estado de Tasmania el que da un paso más y se propone prohibir indefinidamente la venta de tabaco a las generaciones nacidas después del año 2000. Una moción que fue aprobada por unanimidad en la Cámara alta y que se está debatiendo también en países como Singapur y Finlandia.Los países con una legislación laxa son los que tienen un mayor porcentaje de fumadores

El debate en Australia en estos momentos se centra en la posibilidad de que el intervencionismo de las administraciones públicas acabe convirtiéndose en una peligrosa espiral prohibicionista. “Es necesaria más pedagogía e información para los jóvenes, en lugar de promover la venta de tabaco directamente porque si no esta medida acabará dando pie a otras restricciones, como el alcohol o los alimentos ricos en grasa”, advertía Russell Zimmerman, presidente de la Asociación Australiana de Minoristas en las páginas del diario The Independent. Una exagerada postura, según el profesor Simon Chapman de la Universidad de Sidney, quien pone como ejemplo la prohibición de la publicidad de tabaco, que hasta el momento no se ha extendido a otros productos.

Para el doctor Johannes Schmucker, que presentó los resultados del estudio de la Sociedad Europea de Cardiología referido anteriormente, la intervención de las administraciones públicas en esta materia es necesaria y beneficiosa. “Los datos del informe demuestran que la prohibición de fumar en espacios públicos ha tenido un impacto positivo en la salud del conjunto de la población”, apunta el cardiólogo. Unos efectos que todavía serán mejores a medida que vaya pasando el tiempo y se reduzca cada vez más el porcentaje de fumadores pasivos, según vaticina el mismo informe.  

Esta lucha contra el tabaquismo en el mundo tiene su principal escollo en los países en vías de desarrollo, donde cada vez se incorporan más mujeres y jóvenes a este pernicioso hábito, en ocasiones con engañosos reclamos publicitarios, equiparando su consumo con el modo de vida occidental, la igualdad de género entre hombres y mujeres y la libertad. Unos mensajes similares a los lanzados por las compañías tabacaleras en sus primeros años.

Los países con una legislación laxa sobre tabaco, como China o India, son los que más han contribuido al incremento del número de fumadores a nivel mundial. Una situación que para la OMS pone sobre la mesa la necesidad de endurecer las leyes, por lo que ya ha dado todo su apoyo a las medidas prohibicionistas implantadas en Australia. Unas medidas por las que la oposición del partido liberal ha puesto el grito en el cielo, al considerar que el Estado no puede convertirse en una “niñera”. El portavoz del grupo, Jeremy Rockliff, advirtió que la medida era excesiva y se preguntó si lo siguiente sería “dar 50 latigazos a quien infrinja la ley”.

La legislación antitabaco que han adoptado la mayoría de países europeos, que prohibe fumar en los espacios públicos, bares y restaurantes, ya cuenta con los primeros estudios sobre sus efectos en la salud de la gente. Según un informe encargado por la Sociedad Europea de Cardiología, los mayores beneficiarios de esta nueva normativa restrictiva son las personas no fumadoras. Una conclusión a la que se ha llegado tras analizar el porcentaje de infartos de miocardio en un amplio espectro de la población alemana, donde la ley entró en vigor el 1 de enero de 2008, y observar que habían descendido un 26% entre la población no fumadora durante los dos primeros años de implantación de la nueva normativa. Sin embargo, estos positivos efectos sobre la salud no se observaron en la población fumadora, cuyo porcentaje de infartos aumentó en un 4% con respecto a los datos de antes de 2008.