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Cómo los blogs pro-anorexia podrían ayudar a combatir la enfermedad
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“SU PRINCIPAL MOTIVACIÓN ES ENCONTRAR APOYO SOCIAL”

Cómo los blogs pro-anorexia podrían ayudar a combatir la enfermedad

Basta buscar en Google “blogs pro-anorexia” para encontrar un sinfín de páginas que pueden herir la sensibilidad de cualquier persona con mínimos conocimientos sobre alimentación y

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Cómo los blogs pro-anorexia podrían ayudar a combatir la enfermedad

Basta buscar en Google “blogs pro-anorexia” para encontrar un sinfín de páginas que pueden herir la sensibilidad de cualquier persona con mínimos conocimientos sobre alimentación y salud emocional. La comunidad “pro-ana” ­–también “pro-mia”, en referencia a la bulimia–, tal como se nombran a sí mismas las personas, en su mayoría chicas, inmersas en esta devastadora enfermedad, es muy activa, y tiene un perfil muy determinado. Los blogs suelen tener un estilo común, con colores rosas y lenguaje adolescente. Apelan a las lectoras llamándolas “princesas” y esconden “trucos” –o tips, en el lenguaje de estas páginas– para estar más delgada, auténticas barbaridades que han llevado a muchas adolescentes al borde de la muerte.

Estas páginas permiten a las afectadas hablar con libertad sobre su trastorno, algo que puede ser crucial para su tratamientoMuchas asociaciones han pedido el cierre de estas páginas, y ha habido campañas de todo tipo para lograr su desaparición, pero cuando se cierra un blog se abre uno nuevo y lo cierto es que se accede a ellos con una facilidad pasmosa. Parece evidente que la persecución de estas webs no ha dado sus frutos. Quizás por ello un equipo de investigadores de la Universidad de Indiana (EE.UU.) ha propuesto otra forma de abordar el problema y, de hecho, aseguran que la controvertida actividad de los blogs “pro-ana” podría presentar ciertos beneficios. Tras entrevistar a 33 blogueras de siete países distintos, los investigadores han llegado a la conclusión de que estas páginas permiten a las afectadas hablar con libertad sobre su trastorno, sin el miedo a ser juzgadas, algo que puede ser crucial para su tratamiento.

“No sabemos cuáles son los efectos sobre la salud derivados de participar en estas comunidades”, explica Daphna Yeshua-Katz, una de las autoras del estudio, “pero sí sabemos que las actuales terapias no están siendo efectivas”. En opinión de Nicole Martins, otro de los autores del estudio, que acaba de publicarse en la revista Health Communication, no hay que olvidar que “estas comunidades prestan apoyo, pero un apoyo que ayuda a las personas a incidir en una enfermedad que las puede llevar a la muerte”.

Visto así no parece que estos blogs puedan traer nada bueno, pero según el propio Martins, “hasta que estas personas están preparadas para encontrar una manera de recuperarse por ellas mismas, estas comunidades pueden ser, de hecho, una manera de prolongar su vida. Desde fuera, toda esta comunidad parece preocupante, pero creo que el hecho de que estas mujeres sean capaces de encontrar apoyo de otras personas y tener un lugar donde alguien entienda por lo que están pasando es en realidad algo positivo”.

Un estudio que hay que tomar con cautela

A estas chicas se les debe ayudar sin reproches, dándoles la información precisa en el momento adecuadoComo era de esperar, el estudio siembra dudas entre los profesionales. Julia Vidal, psicóloga especialista en trastornos de la alimentación del centro Área Humana, advierte que “es peligroso llegar a estas conclusiones”. En su opinión, es cierto que a corto plazo los blogs pueden ser beneficiosos, pero a medio o largo plazo pueden ser muy peligrosos. Pese a esto, reconoce que el estudio incide en un asunto importante, y admite que las terapias deberían evolucionar, pues no están funcionando: “Es cierto que muchas chicas no encuentran apoyo en ningún otro sitio. Los padres, por lo general, critican y dirigen. Solo hay reproches, no entendimiento. Muchos médicos y psicólogos incurren en este mismo error, solo prohíben. A estas chicas se les debe ayudar sin reproches, dándoles la información precisa en el momento adecuado. Hay que ir poco a poco, explicando que es lo que sucede si uno no come”.

El testimonio de las blogueras

Hasta la fecha la información sobre la comunidad “pro-ana” era bastante escasa, dada la naturaleza secreta y esquiva de sus miembros. Según sus autores, este es el primer estudio que se ha centrado en la realización de entrevistas directas con los blogueros, ya que las anteriores investigaciones en este terreno se habían limitado a analizar los contenidos de los blogs. Los investigadores contactaron con los responsables de 300 bitácoras, de los cuales accedieron a ser entrevistados 33 personas, todas chicas, de entre 15 y 33 años.

Las personas con desordenes alimenticios, tal como han mostrado numerosos estudios, tienden a ser estigmatizadasLa mayoría de las blogueras se expresaban mediante letras de canciones, música y fotos a las que llaman “thinspiration” (una contracción que vendría a significar “inspiración delgada”). Yeshua-Katz cree que estas chicas “usan los blogs para encontrar apoyo y entendimiento, pero al mismo tiempo el contenido que muestran es algo que para nosotros, la gente que no está enferma, es muy preocupante”. En su opinión, “las blogueras buscan un lugar para desahogarse y expresarse sin el juicio de otros”. Al fin y al cabo, las personas con desordenes alimenticios, tal como han mostrado numerosos estudios, tienden a ser estigmatizadas.

Según los investigadores, y tal como explican en el propio estudio, las personas con desórdenes alimenticios no se ven atraídas por los sitios “pro-ana” por la necesidad de compartir una filosofía o punto de vista, sino por “el simple deseo de pertenecer a una comunidad segura de individuos con experiencias similares”. En definitiva, la principal motivación de las blogueras no sería encontrar adeptos a la anorexia, ni promover ésta entre las personas (aunque esto sea una contrapartida), sino buscar apoyo social.

Buscando amigos

La mayoría de las blogueras aseguraron que escribir sobre su enfermedad mejoraba su humor, y encontraban alivio compartiendo sus experienciasSegún el estudio, muchas blogueras abren su página porque no quieren sentirse solas y desean encontrar a otras personas como ellas. En las entrevistas describían las interacciones con su familia y amigos como algo estresante, porque no logran comprender su situación, mientras que en la red el apoyo que reciben se basa en la simpatía, el entendimiento y el aliento. El problema, reconoce Vidal, es común a casi todas las personas que sufren este tipo de trastornos: “Las amigas deberían sustituir a este tipo de páginas, pero es cierto que suelen apoyarlas solo mediante reproches, al igual que los padres, que están asustados”.

La mayoría de las blogueras aseguraron que escribir sobre su enfermedad mejoraba su humor, y encontraban alivio compartiendo sus experiencias. Además, tal como se explica en el estudio, consideraban que el apoyo de la comunidad era incondicional: “Recibían apoyo cuando contaban que habían logrado perder peso, pero también cuando explicaban que habían fallado en sus intentos. Además, cuando alguien explicaba que quería abandonar este tipo de comportamientos o explicaba que iba a comenzar una terapia, la comunidad también apoyaba su decisión”.

Aprendiendo a tratar la anorexia y la bulimia

De las 33 mujeres entrevistadas, 27 definieron la anorexia como una enfermedad mental y seis explicaron que era un mecanismo de defensa. Contrariamente a lo que mostraban estudios anteriores basados en el contenido de los blogs, solo tres de las entrevistadas pensaban que la anorexia era “un estilo de vida”. En otras palabras, tal como explica el estudio, las personas que conviven con un desorden alimenticio no tienen como propósito tomar decisiones poco saludables o que comprometan su salud, en realidad están tratando de encontrar la mejor forma de vivir con su desorden.

Aunque muchos estudios denuncian que las webs “pro-ana” promueven y matienen la anorexia compartiendo consejos para adelgazar y ocultando el trastorno, sólo cinco de las blogueras encuestadas mencionaron esto como una razón para empezar a escribir sus blogs. Las participantes del estudio, tal como se explica en el mismo, no querían cerrar sus blogs, pero sí trataban de advertir a su audiencia sobre el contenido de sus páginas e ignoraban y bloqueaban peticiones de consejos y trucos de las personas que conocen como “wannarexics” (adolescentes jóvenes que quieren ser anoréxicas).

Hay que ir al origen del problema, incidiendo en la prevención y la educación emocional, que es la mejor forma de evitar estos trastornosEl estudio concluye animando a la comunidad médica a abordar las comunidades “pro-ana” desde otra perspectiva, pues estudiándolas mejor se podría ayudar a las personas que padecen esta enfermedad. “Conociendo que están haciendo las personas en estos blogs podremos encontrar una mejor manera de ofrecer apoyo online a los afectados”, asegura Yeshua-Katz.

¿Y mientras, qué se puede hacer respecto a estas páginas? Vidal tiene claro que, por mucho que tengan ciertos aspectos positivos, su información es muy peligrosa, pero reconoce que su prohibición es inviable: “Se han cerrado muchas, y se controlan otras tantas, pero enseguida aparecen otras más camufladas. Es como intentar quitar la niebla a cucharadas”. En su opinión lo que hay que hacer es ir al origen del problema, incidiendo en la prevención y la educación emocional, que es la mejor forma de evitar estos trastornos. ¿Y si vemos que nuestra hija visita estas páginas? “Tienen que prohibir que las visiten, pero acudiendo antes a un profesional, que trate el problema en conjunto”, explica Vidal. “Si se enfrentan a sus hijas sin las herramientas adecuadas solo generarán más ira y la situación empeorará”. 

Basta buscar en Google “blogs pro-anorexia” para encontrar un sinfín de páginas que pueden herir la sensibilidad de cualquier persona con mínimos conocimientos sobre alimentación y salud emocional. La comunidad “pro-ana” ­–también “pro-mia”, en referencia a la bulimia–, tal como se nombran a sí mismas las personas, en su mayoría chicas, inmersas en esta devastadora enfermedad, es muy activa, y tiene un perfil muy determinado. Los blogs suelen tener un estilo común, con colores rosas y lenguaje adolescente. Apelan a las lectoras llamándolas “princesas” y esconden “trucos” –o tips, en el lenguaje de estas páginas– para estar más delgada, auténticas barbaridades que han llevado a muchas adolescentes al borde de la muerte.