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“Invierte en mi proyecto y alcanzarás la inmortalidad”
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INICIATIVA 2045, EL AUTÉNTICO PROYECTO ‘AVATAR’

“Invierte en mi proyecto y alcanzarás la inmortalidad”

“Honorables compañeros de la lista Forbes de los hombres más ricos del mundo, os insisto en que debéis tomar nota de la vital importancia de la

Foto: “Invierte en mi proyecto y alcanzarás la inmortalidad”
“Invierte en mi proyecto y alcanzarás la inmortalidad”

“Honorables compañeros de la lista Forbes de los hombres más ricos del mundo, os insisto en que debéis tomar nota de la vital importancia de la financiación del desarrollo científico en el campo de la inmortalidad cibernética”. Esta es la poco habitual petición que el pasado 17 de julio realizó el multimillonario ruso Dmitry Itksov, fundador de NewMediaStars, en una carta dirigida a los 1.266 hombres más poderosos del planeta. El magnate de los medios de comunicación, de apenas treinta y un años, acaba de poner en marcha una iniciativa tecnológica que promete ser revolucionaria, o al menos intentarlo: nada menos que conseguir la inmortalidad humana a través del trasplante del cerebro humano en un cuerpo robótico. “Estoy dispuesto a coordinar vuestro proyecto de inmortalidad personal completamente gratis, si ello garantiza que la tecnología se desarrolle más rápido”, ofrecía Itskov en su carta, que llevaba por título Deja huella en la historia.

El Dalai Lama ha bendecido el proyecto de ItksovLa llamada Iniciativa 2045 detalla en su página web los plazos que Itskov se ha marcado, y que deberían concluir en dicho año con la creación de un avatar holográfico del cuerpo humano en el que se encontrarían descargados los contenidos de la mente humana. La primera fecha clave en el programa del proyecto es 2020, en la que debería haberse logrado la primera copia robótica de un cuerpo humano manejada por control remoto con una interfaz cerebral, es decir, a través del pensamiento del usuario. El siguiente paso tendría lugar  en 2025, con un prototipo robótico manejado por un cerebro humano trasplantado antes de morir. Diez años más tarde, en 2035, este cerebro debería ser ya capaz de dar órdenes al androide y reflejar la personalidad de dicha persona.

Istkov señala a sus compañeros multimillonarios que “la vida humana es única e incalculable. Sólo cuando es el momento de partir, nos damos cuenta de todo lo que no hemos hecho, por no haber tenido tiempo. Ustedes tienen una oportunidad única para cambiar esta situación”.

Un proyecto en marcha

Aunque el proyecto parezca salido de la mente del escritor de ciencia-ficción Philip K. Dick, el hombre que sirvió de inspiración a los replicantes de Blade Runner (Ridley Scott, 1980) y la empresa de realidad alternativa de Desafío total (Total Recall, Paul Verhoeven, 1989), Itskov va muy en serio. Se ha reunido ya con el Dalai Lama, que ha expresado su apoyo al proyecto. Según se recoge en la página web de la empresa, el líder religioso y el empresario ruso discutieron los tres pasos planeados por la Iniciativa 2045, y el Lama se mostró impresionado por un proyecto que definió como “posible” y “beneficioso para la ciencia”. Según el líder espiritual budista, “hasta ahora, la ciencia ha sido muy técnica y avanzada, pero no se ha preocupado por la mente y la conciencia humanas. Este puede ser un gran paso en ese sentido”, siempre y cuando “se llevase a cabo con un gran sentido de la responsabilidad y respeto a la vida”.

El 'Manifiesto para un Nuevo Milenio' propone un nuevo paradigma científicoItskov planea abrir durante los próximos meses una oficina en San Francisco y lanzar una gran campaña publicitaria a nivel mundial. Además, espera poder contar con algunos de los científicos más importantes del planeta. Raymond Kurzweil, empresario e inventor estadounidense célebre por su defensa de la transhumanidad (un grado superior de la evolución provocado por los avances tecnológicos), ya ha manifestado su apoyo al magnate.

El ruso organizó el pasado mes de febrero un congreso que tuvo lugar en Moscú durante tres días y en el cual se presentó el Manifiesto para un Nuevo Milenio, redactado por Barry Rodrigue. Dicho texto defendía la necesidad de “una nueva alianza” entre “académicos y científicos, líderes civiles y empresariales, ciudadanos y trabajadores, las capas más pobres y las más ricas de la sociedad, los filósofos y los líderes religiosos, los activistas de la comunidad y muchos más”. En definitiva, un mensaje de unión que debe responder a los problemas de “un mundo superpoblado y estratificado” y que, aunque ligeramente crítico con el “capitalismo corporativo y de Estado”, admite que “necesita las recompensas del trabajo duro y la innovación útil que el sistema de libre mercado proporciona”.

La alternativa al ‘Avatar’ americano

El proyecto de Itskov se presenta como una alternativa al proyecto Avatar desarrollado por el ejército estadounidense, con el que se ha planteado colaborar en el futuro, pero que considera que “no va suficientemente lejos”. La coincidencia con el título de la célebre película de James Cameron no es casual, puesto que también tiene como objetivo la sustitución en el campo de batalla de soldados reales por androides.

También se dijo en su día que Internet no funcionaría Con un presupuesto de siete millones de dólares y realizado por Darpa (la agencia de desarrollo tecnológico del Departamento de Defensa americano), el proyecto Avatar tiene como objetivo “desarrollar interfaces y algoritmos que permitan al soldado emparejarse con una máquina semiautónoma y bípeda que actúe como sustituto del soldado”. Sin embargo, este programa no persigue la creación de máquinas de matar infalibles, sino que por ahora se centrará en “tareas de limpieza, de centinela y recuperación de los heridos en el combate”.

Hasta ahora, el esfuerzo de investigación de Darpa ya ha dado lugar dos interesantes frutos. Por un lado, un humanoide sin cabeza conocido como Petman que reproduce la fisiología de un soldado con el objetivo de probar en él diferente equipamiento militar, y por otra parte, el AlphaDog, un robot cuadrúpedo que sería el equivalente robotizado del animal de carga tradicional, y que ha sido programado para seguir las órdenes humanas a través de sensores visuales “como lo haría un animal entrenado”.

El tiempo dirá si el proyecto de Itskov no es más que producto de los delirios de grandeza de un magnate acostumbrado a triunfar en todo lo que se propone, o efectivamente puede alumbrar un nuevo futuro en la tecnología cibernética, aunque no sea capaz de cumplir su exigente agenda. Al menos, Katie Drummond de Forbes afirmaba recientemente que conoció al visionario empresario en persona y que no tenía ninguna duda de que sus intenciones sean “sinceras y legítimas”. “Hace años, también se decía que Internet no podía funcionar”, señalaba Itskov recientemente. “Este proyecto puede parecer ahora algo nuevo y radical, pero esto cambiará pronto”.

“Honorables compañeros de la lista Forbes de los hombres más ricos del mundo, os insisto en que debéis tomar nota de la vital importancia de la financiación del desarrollo científico en el campo de la inmortalidad cibernética”. Esta es la poco habitual petición que el pasado 17 de julio realizó el multimillonario ruso Dmitry Itksov, fundador de NewMediaStars, en una carta dirigida a los 1.266 hombres más poderosos del planeta. El magnate de los medios de comunicación, de apenas treinta y un años, acaba de poner en marcha una iniciativa tecnológica que promete ser revolucionaria, o al menos intentarlo: nada menos que conseguir la inmortalidad humana a través del trasplante del cerebro humano en un cuerpo robótico. “Estoy dispuesto a coordinar vuestro proyecto de inmortalidad personal completamente gratis, si ello garantiza que la tecnología se desarrolle más rápido”, ofrecía Itskov en su carta, que llevaba por título Deja huella en la historia.